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El Malestar La Cultura


Enviado por   •  26 de Mayo de 2013  •  1.634 Palabras (7 Páginas)  •  332 Visitas

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“EL MALESTAR

EN LA CULTURA”

El Malestar de la Cultura.

Introducción.

En este artículo Sigmund Freud plantea que la insatisfacción del hombre por la cultura se debe a que esta controla sus impulsos eróticos y agresivos, especialmente estos últimos, ya que el hombre tiene una agresividad innata que puede desintegrar la sociedad. La cultura controlará esta agresividad internalizándola bajo la forma de Superyo y dirigiéndola contra el yo, el que entonces puede tornarse masoquista o autodestructivo. Lo que comenzó siendo una inquisición analítica del individuo para intentar comprender su conducta, derivó, gracias al genio de este judío vienés, en una visión de la humanidad como problema a abordar desde los mismos parámetros porque, en verdad, sólo atendiendo a este segundo escalón analítico es posible entender con plenitud el primero. Desde el principio de la teoría psicoanalítica estaba claro, además, que la explicación de las tensiones de los individuos pasaba por las relaciones sociales, culturales, y sólo así se pudo acuñar el concepto de ''superego''. Es este superego, realmente, el hilo conductor que lleva a Freud a plantearse las relaciones entre cultura e individuo.

El tema principal de la obra es el irremediable antagonismo existente entre las exigencias pulsionales y las restricciones impuestas por la cultura. Es decir, una contradicción entre la cultura y las pulsiones donde rige lo siguiente: Mientras la cultura intenta instaurar unidades sociales cada vez mayores, restringe para ello el despliegue y la satisfacción de las pulsiones sexuales y agresivas, transformando una parte de la pulsión agresiva en sentimiento de culpa. Por eso, la cultura genera insatisfacción y sufrimiento. Mientras más se desarrolla la cultura, más crece el malestar.

El Supéryo es la capa de prohibiciones, de impedimentos y de principios introyectado lo que constituye progresivamente el curso de las fases de crecimiento del individuo, esa instancia de la personalidad se la ha llamado el Supéryo, ( Superego). El Supéryo constituye por consiguiente una formación progresiva y no una instancia psíquica innata y hereditaria. Se identifica lentamente durante la infancia, sobre todo a partir de reglas, principios, prohibiciones, tabúes, y hasta de ideales impuestos por el mundo exterior. Lo forman normas sociales interiorizadas. Se considera generalmente un verdadero “heredero de los padres”. Hallándose en el origen de la seguridad y de la inseguridad psicológica del individuo, así como de los sentimientos de culpabilidad y de inferioridad. Constituye un sistema defensivo normal y funciona sin que este lo sepa. Tiene por objeto impedir, de satisfacer sin medida y, a veces, peligrosamente, sus necesidades.

Otros de los puntos salientes de obra es el tema de la Religión. Freud sostiene que los creyentes creen vivir una sensación de “eternidad”, un sentimiento “oceánico”. Para él no hay más sentimiento que el que nosotros mismos tenemos. Utilizando los tópicos del Yo, Ello y Supéryo. La religión busca responder al sentido de la vida, y por otro lado el hombre busca el placer y la evitación del displacer, cosas irrealizables en su plenitud. Es así que el hombre rebaja sus pretensiones de felicidad, aunque busca otras posibilidades como el hedonismo, el estoicismo, etc. Otra técnica para evitar los sufrimientos es reorientar los fines instintivos de forma tal de poder eludir las frustraciones del mundo exterior. La religión impone un camino único para ser feliz y evitar el sufrimiento. Para ello reduce el valor de la vida y delira deformando el mundo real intimidando a la inteligencia, infantilizando al sujeto y produciendo delirios colectivos. No obstante, tampoco puede eliminar totalmente el sufrimiento.

Tres son las fuentes del sufrimiento humano: el poder de la naturaleza, la caducidad de nuestro cuerpo, y nuestra insuficiencia para regular nuestras relaciones sociales. Las dos primeras son inevitables, pero no entendemos la tercera: no entendemos porqué la sociedad no nos procura satisfacción o bienestar, lo cual genera una hostilidad hacia lo cultural.

También analiza la felicidad al respecto señala: felicidad son aquellas necesidades retenidas con alto grado de éxtasis de ligero bienestar: “es que al fin todo sufrimiento es sólo sensación, no subsiste sino mientras lo sentimos, y sólo lo sentimos a consecuencia de ciertos dispositivos de nuestro organismo”. Como el dolor es pura sensibilidad no es otra cosa más que eso. Tres son las fuentes del sufrimiento humano: el poder de la naturaleza, la caducidad de nuestro cuerpo, y nuestra insuficiencia para regular nuestras relaciones sociales. Las dos primeras son inevitables, pero no entendemos la tercera: no entendemos porqué la sociedad no nos procura satisfacción o bienestar, lo cual genera una hostilidad hacia lo cultural.

Examina qué factores hacen al origen de la cultura, y cuáles determinaron su posterior derrotero. Desde el principio, el hombre primitivo comprendió que para sobrevivir debía organizarse con otros seres humanos. Cómo de la familia primitiva se pasó a la alianza fraternal, donde las restricciones mutuas permitieron la instauración del nuevo orden social, más poderoso que el individuo aislado.

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