MAXI – EN TERAPIA

MAXI – EN TERAPIA

Ana Sofia Rojas – María Isabel De la Cruz.

        Maxi es un niño de once años que presenta un problema alimenticio el cual puede entenderse como un problema que puede ser visto como una somatización de las tensiones, enfrentamientos y conflictos en la relación familiar que lo atraviesan. Esto se ve reflejado en cuando se descubre que más allá de las preocupaciones de los padres por situaciones como la negación de Maxi al ir a dormir a casa de su padre, o del bienestar y salud de su hijo, estas preocupaciones van más ligadas a la representación de Maxi dentro del conflicto de pareja.

        Aunque el divorcio o separación de los padres, que es un aspecto de la realidad, afecta significativamente a Maxi en diferentes aspectos de su vida, este no es el conflicto interno. Es relevante mencionar que Maxi, de manera inconsciente siente culpa ante el divorcio y las peleas de sus padres, es decir que se siente como el problema. Al identificarse con su padre, Maxi en ocasiones se siente fracasado, rechazado y frustrado, lo que se puede ver reflejado en algunos momentos de silencio y sus expresiones faciales durante la sesión.

        Ante las tensiones causadas por los conflictos de pareja de sus padres, Maxi siente angustia y realiza intentos para parar dichos conflictos, tratando de interrumpir las peleas y a su vez calmar su angustia. Así pues, se puede decir que uno de los aspectos que reprime Maxi es el afecto que estos conflictos le producen pues en la terapia este intenta mostrarse “indiferente” afirmando que no son peleas de él, que es problema de sus padres, así mismo, se puede ver una negación de la realidad como un intento de calmar la angustia, pues cuando el terapeuta le afirma que sus padres se han divorciado este le responde que el hecho de que estén separados no implica que se hayan divorciado.

        La relación transferencial , en el juego de cartas, puede verse cuando Maxi, en el juego parece tener el control de la situación, describiendo así la representación que tiene del lugar del padre respecto a él, así pues manifiesta por medio de la situación aquello que él vive. En medio del mismo,  se presentan sentimientos hostiles, que pueden entenderse como ataques proyectivos; esto cuando él le dice al terapeuta que no considera que éste tuviese instinto asesino, es decir jugar a matar o morir, o que ya no quiere jugar más porque parece una nena, por el hecho de sentir miedo, lo cual, puede relacionarse con la forma en la que el padre es representado, como alguien que impone cosas y que no lo tiene en cuenta.

        Finalmente, al hablar de la actitud de sus padres, en cuanto a su padre, Martín pretende que su hijo sea como él, ‘’un hombre’’; éste culpa a su ex pareja de las cosas que le preocupan de Maxi como el problema de obesidad, ya que este por un lado es esbelto, “cuida de la alimentación de su hijo” y por el otro, afirma que es debido a que su ex pareja sufrió anteriormente de estos problemas alimenticios, negando tener que ver con el problema de su hijo y mostrándose autoritario, fuerte, crítico e imponente. Esto se puede ver cuando considera que su hijo debe ir a dormir a su casa, pero no se toma la molestia de entender el por qué su hijo no quiere o por qué no se siente cómodo. Por otro lado, la madre se muestra permisiva esto como un intento de “reparar” la culpa que siente por lo que le acontece a su hijo; ésta en su intento de mostrarse preocupada por su hijo, se muestra contradictoria ya que le presta más atención al hecho de que Maxi, por ejemplo, se lave la manos y no la alimentación de este, dándole dinero para que compre lo que él quiera comer en la escuela.

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