Martin Wainstein Intervenciones Para El Cambio
mariasofiam4 de Diciembre de 2013
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Martín Wainstein. Intervenciones para el cambio.
El sistema consultante
Drucker: “yo soy el que hace las preguntas, usted es el que tiene las respuestas”.
El psicólogo es el consultor, el consultante es quien está sufriente contra su voluntad. Lo que aquí llamaremos el sistema consultante es el sistema constituido por consultor y consultante. Entendemos la consulta como un sistema, en el que consultor es alguien que facilita la exploración, resolución de situaciones y problemas, presentados por un consultante que solicita ayuda. En ese sentido el trabajo del psicólogo como consultor es de asistencia en general, la asistencia para cuestiones de salud mental es sólo una especialidad o una parte de su tarea.
Las interacciones asistenciales de este tipo ocurren en el marco de lo que llamamos una entrevista cara a cara y reconocen por lo menos cuatro condiciones:
1. alguien que solicita ayuda
2. alguien que se presta a darla
3. esta ultima tiene competencias y legitimidad para hacerlo
4. se cuenta con un marco y entorno adecuado
Suponen también ciertos pasos:
1. Pre-entrevista: el recorrido del consultante hasta llegar a la consulta, quién recomendó, que intención tuvo, etc.
2. Etapa social, o de establecimiento de la relación, ambos se conocen y establecen cierta confianza mutua y reglas del juego.
3. Se buscan y definen los motivos o el problema. También se fijan los objetivos.
4. El consultor llega a una idea o tipo de mapa de la situación y despliega alguna estrategia de cambio.
5. Evaluación y cierre del trabajo
6. Seguimiento y evaluación de la persistencia del cambio (no siempre se cumple).
Todo consultor es un receptor, codificador y emisor de información, alguien que observa, piensa, organiza sus observaciones, decide y actúa respondiendo a ciertas señales y no a otras.
Todo aquello que el consultor hace puede ser considerado una intervención, toda comunicación es conducta y toda conducta es una intervención. Sin embargo aquí entenderemos por intervenciones aquellas que surgen de una estrategia deliberada mediante la cual se seleccionan ciertos datos y se busca influir en cierta dirección.
Nuestra participación es una actividad constructiva de la realidad. Es una construcción nuestra que depende de nuestros mapas mentales y de los modelos teóricos que invocamos. El trabajo de consultor requiere creatividad, determinación e intuición. El psicologo es un constructor de significados y sentidos cuya herramienta fundamental es su propia persona y las competencias retóricas de su comunicación.
Su capacitación depende de sus lecturas o aprendizajes, entrenamiento y dirección bajo un experto.
El sistema consultante como realidad
Par mapa/territorio → el territorio es lo de afuera y accedemos a él a través de nuestros mapas cognitivos internos. Eso hace que el mundo mental este constituido por mapas que serán territorio de otros mapas.
Nos relacionamos con modelos mentales desde los cuales creamos realidades. La descripción depende del modelo mental del observador, de su estilo cognitivo.
La consulta como territorio
Una consulta es un territorio, de interacciones e influencias recíprocas. La influencia es el ejercicio de un poder, el poder de afectar la conducta de otros. El consultor está en una situación de poder, por la asimetría de la relación. Su finalidad es crear las condiciones para que algo cambie con relación a aquello que motiva la consulta.
Los sistemas consultantes llegan a la consulta cuando ya están desmoralizados por no haber podido resolver lo que los aqueja con los procedimientos intentados. En ese sentido consulta es sinónimo de problema no resuelto.
¿Qué es un problema?
Un problema es una construcción cognitiva, una interpretación de los hechos y también las acciones que hemos adoptado a partir de esa interpretación, que no nos da la posibilidad de resolver favorablemente una situación.
Un problema siempre esta sostenido por elementos cognitivos, comportamentales y contextuales que interactúan entre sí autoafirmandose.
La resolución de problemas: requiere 3 actividades diferentes:
En primer lugar la definición del problema: definir y acordar como se relaciona con el contexto situacional.
En segundo lugar: se requieren ciertas reglas generales de búsqueda para la resolución de problemas. Consiste en establecer una diferencia entre una situación inicial y aquella que se fija como objetivo.
Todo problema es algo complejo, esto quiere decir que está compuesto por muchos elementos y muchas relaciones. El consultor en esta medida es un productor de esa complejidad.
Ciertos niveles de solución de problemas reflejan un incremento de especificidad que va en desmedro de la complejidad favoreciendo la operatividad. En un nivel más General hay un conjunto de variables cognitivas de efecto más generalizado e inespecífico. Son de carácter meta cognitivo y se refieren a la orientación General del individuo pareja o familia ante los problemas de la vida. En este nivel se ubican la capacidad de reconocer y calificar un problema, su valoración, creencias.
Un segundo nivel se refiere a las habilidades sociales específicas para realizar una tarea orientada hacia una meta.
En tercer nivel se refiere a habilidades básicas para reconocer que un problema existe, generar soluciones alternativas, poder anticipar consecuencias y la capacidad para ponerse en el lugar de otro.
Problemas como objetivo
Un problema es una situación en la que es necesaria la elaboración de un procedimiento. Es algo diferente de aquello que llamamos ejecución. La ejecución es con procedimientos conocidos y hasta rutinarios, en el problema no se hacen evidentes los modos de hallar la solución o alcanzar una meta.
Poder reemplazar un procedimiento ya constituido y fallido por otro en vías de constituirse y potencialmente exitoso es lo que denominamos resolución de problemas.
Llamamos intervenciones a las prácticas comunicacionales mediante las cuales un consultor orienta modos de facilitar cambios en personas que adoptan el carácter de consultantes. Esos cambios se refieren a las creencias, las conductas, las formas de organización de sus interacciones y a los relatos a través de los cuales describen el mundo.
Las llamamos prácticas comunicacionales, porque ellas se reducen en lo fundamental a comunicaciones verbales y gestuales, que el profesional reconoce como herramientas y que le permitirán operar sobre el contexto de la entrevista psicológica.
Intervenciones estratégicas
Reciben este nombre porque se focaliza en adecuar medios y fines. Su intención está dirigida hacia el cumplimiento de objetivos convenidos con el consultante. Estos objetivos tienen relación directa con la resolución de los problemas presentados por los consultantes.
El consultor se establece como prioridad, identificar los problemas a resolver, fijar metas, diseñar intervenciones para acceder a esas metas, examinar las respuestas recibidas para modificar su propio enfoque y evaluar los resultados.
Le interesa también su eficacia, es decir intervenir de modo más rápido y económico posible. Lo hace mediante el uso del lenguaje durante las entrevistas y solicitar tareas que tienen como finalidad extender el efecto de sus intervenciones a la vida cotidiana.
La solución intentada “fallida”
Su objetivo es interrumpir el circuito formado por las soluciones intentadas por el consultante y modificar el encuadre que él ha hecho hasta ahora del problema.
La tarea principal consiste en influir sobre el cliente para que enfrente su problema de manera diferente. El camino para llegar a eso es observar, aprender y hablar su lenguaje.
Para lograr esta meta, las intervenciones están orientadas a la reestructuración y modificación del modo de percibir la realidad y provocar un cambio evidente de las acciones comportamentales derivadas. Se intenta bloquear soluciones intentadas por pacientes o quienes tengan un problema. El modelo propone inicialmente una descripción previa y adecuada de los circuitos comportamentales que mantienen vigente el problema. Una vez que esto está claramente descrito, diversas intervenciones se ponen en marcha, para interrumpir en algún punto algunos de esos circuitos. Por este motivo la solución intentada fallida define el principal reductor de complejidad de este modelo.
La tarea principal de un procedimiento estratégico consiste en influir sobre el cliente para que enfrente su problema de manera diferente. El camino para llegar a eso es observar, aprender y hablar su lenguaje y su estilo cognitivo y comunicacional con el objetivo de disminuir la resistencia al cambio.
Hay 3 preguntas básicas que un consultor debiera hacerse: postura del cliente con respecto al problema, como lograr que reduzca esta postura, definir una estrategia de qué y cómo es lo que el cliente podría hacer para solucionar su problema.
Además, Le es necesario definir si el problema se manifiesta en la interacción entre subsistemas del individuo mismo, por ejemplo entre lo fisiológico y sus pensamientos, en sus relaciones con los otros, o con contextos más amplios.
La primera entrevista estratégica
Es el tiempo dedicado por consultor y consultante a establecer un vínculo que favorezca el trabajo, definir claramente si hay un problema, cuáles son sus términos y cómo es sostenido por las
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