Metodos del pensamiento

Introducción

El cerebro humano es el órgano responsable del funcionamiento del cuerpo, de las emociones, de decodificar e interpretar toda la información que recibimos a través de nuestros sentidos y por supuesto, del aprendizaje.

Cada una de las estructuras que lo conforman, tiene una función especial, es posible que hayas escuchado que el hemisferio izquierdo controla la parte derecha de tu cuerpo y viceversa, sin embargo, el cerebro es flexible y las neuronas que se encuentran en él pueden aprender funciones de otras, ¿cómo es esto?

¡Comencemos!

Te has preguntado ¿cómo aprendiste a hablar, leer y escribir?, ¿cómo es que puedes aprender un nuevo idioma?, ¿cómo puedes resolver problemas matemáticos o algún problema de tu vida cotidiana? o ¿cómo se generan las emociones?

Esto se debe a que el cerebro recibe estímulos del exterior a través de los sentidos, los convierte en señales eléctricas o químicas que viajan a través de las neuronas. Las neuronas, son las células que se encuentran en las diferentes zonas del cerebro y otras partes del cuerpo, se comunican unas con otras y están encargadas de recibir, interpretar y transmitir los estímulos del exterior, por ejemplo, la luz solar, los sonidos, los olores y texturas.

Las neuronas tienen la capacidad de adaptarse a funciones que antes no realizaban, esto se conoce como neuroplasticidad, que en otras palabras son redes de neuronas. Entre más redes de neuronas se generen en el cerebro, será más fácil tu aprendizaje y amplio tu conocimiento.

 Concepto clave “El aprendizaje es un cambio perdurable en la conducta o en la capacidad de comportarse de cierta manera, el cual es resultado de la práctica o de otras formas de experiencia” (Schunk, 2012 p.3)

Cuando adquieres un equipo electrónico como un celular o una computadora, es importante que lo conozcas para utilizar al máximo todas sus funciones y aplicaciones. Con nuestro cerebro pasa algo similar, para sacarle el mayor provecho te invito a conocer las áreas y estructuras que participan en tu aprendizaje.

Lo primero que debes saber sobre el aprendizaje es que comienza en los sentidos, los estímulos del ambiente se reciben a través de la vista, el oído, el tacto, el olfato; el cerebro está dividido en cuatro lóbulos y cada uno de ellos tiene una función como lo podrás identificar en la siguiente imagen.

Lóbulo Parietal: encargado de interpretar la información recibida a través del tacto. también recibe información del cuerpo como temperatura, la sensación de presión y dolor, la conciencia espacial por ejemplo en un salón puedes estar hacia la derecha de un librero, y tú estar consciente de esa posición.

Lóbulo Occipital: participa en la interpretación (decodificación) de la información que se recibe a través de la vista. En el lóbulo occipital se lleva a cabo el proceso que permite identificar la profundidad y distancia de las cosas, el color y el movimiento. El lóbulo occipital se ubica en la parte posterior del cerebro.

Lóbulo temporal izquierdo y derecho: se asocia a la audición debido a que sus fibras se proyectan hacia el área auditiva primaria y secundaria, siendo los encargados de decodificar la información auditiva.

Lóbulo Frontal: es el más grande de los cuatro lóbulos, se ubica en la parte frontal, se relaciona directamente con la decodificación de la información de la memoria, la toma de decisiones, la creatividad, la planeación y por tanto las metas que te propones.

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Imagina que estás conversando con un grupo de amigos, familiares o compañeros de materia, tal vez están conversando en redes sociales o en una reunión; para comprender lo que ellos te comunican ya sea de forma oral o escrita, se accionan los lóbulos occipital, parietal y temporal, todas las neuronas que se encuentran en estos lóbulos comienzan su trabajo de conexión entre sí (sinapsis), formando representaciones mentales de lo que conversan, como si estuvieras observando una película.

Internamente, existen más estructuras complejas como el sistema límbico, que tiene la forma de un hipocampo y tiene relación con las emociones, el aprendizaje y la memoria.

Por ejemplo, para resolver una división, primero aprendimos a sumar, restar y multiplicar, la representación mental de una suma puede ser un signo (+) o quizá figuras que se unen.

En el transcurso de esta materia entonces, tus representaciones mentales jugarán un papel muy importante. Las representaciones mentales son diferentes para todos, aunque hablemos sobre un mismo tema o recordemos una misma situación.

El ser humano es curioso por naturaleza y esa curiosidad nos impulsa a generar nuevo conocimiento y aprendizaje. Al interesarte por un tema, una persona o algo que llame mucho tu atención se activa en ti la memoria, la motivación, la atención y la emoción. Veamos a qué se refiere cada una de ellas.

Memoria

La memoria es como una computadora, donde ingresas caracteres (letras o números) internamente procesa la información, la decodifica, la almacena, la recupera, se generan registros y luego puedes visualizar en pantalla un texto, una imagen o un video.

La memoria en el ser humano, realiza estos procesos partiendo de la información o estímulos que recibe del exterior. La memoria no solo nos permite recordar datos, sino también imágenes sonidos, sensaciones, olores; y se puede clasificar en:

1. Memoria de corto plazo o de trabajo

Se utiliza en periodos cortos de tiempo y sirve para recordar información reciente.

2. Memoria de mediano plazo

Este tipo de memoria se presenta cuando estudias para un examen, si la información que memorizaste no la repites, se pierde.

3. Memoria de largo plazo

Como su nombre lo dice, la información que se encuentra en la memoria a largo plazo, puede durar años o meses.

Motivación

Es un proceso único en cada persona, es interno, dinámico y constante; se refiere a las razones o motivos que te llevan a establecer metas, objetivos e incluso a comportarte de cierta manera. La motivación no es estática y puede cambiar su intensidad con el tiempo.

La motivación puede originarse por factores internos (intrínsecos) como una necesidad o una emoción y también por factores externos (extrínsecos) como una situación social, la cultura, incluso por algún incentivo.

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