Organización Del Proceso De Crecimiento
lindaa1325 de Septiembre de 2013
5.166 Palabras (21 Páginas)308 Visitas
LECTURA: Organización del proceso de crecimiento (J. M. Tanner)
El crecimiento del niño es un proceso muy regular y organizado. La organización del desarrollo en los gemelos idénticos es tal, que los procesos y, crecimiento se autoestabilizan o buscan sus metas. El blanco es determinado por la estructura genética.Una manera en que se exhibe la organización del crecimiento es mediante la presencia de gradientes de crecimiento. La expresión “gradiente” proviene del supuesto mecanismo al que se deben semejantes fenómenos. Se cree que en la yema embrionaria, antes de que puedan discernirse ningunas diferencias de madurez, debe de haber diferencias en las concentraciones de alguna sustancia química. De esta manera un gradiente de concentración de la sustancia conduce a un gradiente de madurez en una estructura física.
Los gradientes pueden existir durante cierto tiempo nada más en el crecimiento, y ser cubiertos por otros procesos en otras ocasiones; pueden también interactuar con otros gradientes. No todos los gradientes conducen a diferencias en los adultos; el adelanto en determinada área en el feto de una cepa no es causa de un tamaño final mayor de dicha área al alcanzarse el estado adulto, ya que la cepa más retardada pudiera crecer más tiempo, o más de prisa posteriormente.
La multitud de reacciones químicas que ocurren durante la diferenciación y el crecimiento exige enlace de la máxima precisión. Si las fuerza genéticas originales empiezan siendo demasiado desequilibradas, no puede haber desarrollo normal, con una distribución anormal de genes aparecen varias anomalías del crecimiento de las cuales el mongolismo es la mejor conocida.
Bowlby junto con otros psicólogos y psiquiatras creen que variaciones diferenciales en la velocidad de desarrollo de distintas estructuras y funciones pueden explicar muchas diferencias individuales en la estructura de la personalidad. El desarrollo inarmónico en la esfera psicológica pudiera no significar más que desarrollo inarmónico de la estructura cerebral, conducente a una anormalidad de la personalidad.Diferentes funciones psicológicas se desarrollan en un individuo en un orden fijo, y sin caer en su petición de principio acerca de su relación con la estructura neurológica, afirman que también pueden desarrollarse de modo inarmónico tal vez por interacción del niño y sus padres o maestros.
Pueden existir períodos críticos en los niños, antes o después de nacer. Por período crítico se entiende determinada etapa de duración limitada durante la cual una influencia particular de otra área del organismo en desarrollo o del medio, evoca una respuesta particular.
Se ha discutido mucho si el desarrollo es continuo o si ocurre en etapas, es decir, en saltos separados por períodos durante los cuales casi no ocurre nada. Pero tanto el crecimiento físico, como el desarrollo del cerebro y de las habilidades motoras se dan progresivamente.La máxima aplicación de la noción de etapas discontinuas está en el campo del desarrollo cognitivo; aunque el progreso haya sido continuo, pero la integración de la capacidad es súbita, parece ser, que solo aparecen en funciones complejas para las que han de integrarse muchas partes del cerebro. También en el desarrollo emocional se han descrito etapas, pero no se tiene conocimiento cierto sobre el punto. En el hombre, sólo en la adolescencia se tiene algo que se acerca a una etapa general.
LECTURA: TEORÍA GENERAL DEL DESARROLLO PSICOLÓGICO EN EL NIÑO.(M. Isaías López)
Los factores que han de influir en el desarrollo psicológico del ser niño empiezan a surgir aún antes de que el individuo sea concebido, refiriéndose esto a si el embarazo es esperado, deseado, no deseado, repudiado, o vehementemente anhelado; el estado emocional de la madre en cada uno de estos casos influirá definitivamente en la futura vida del ser humano.
Otras circunstancias a tomar en cuenta son las enfermedades infecciosas y/o traumatismos durante el embarazo que hayan sometido a la madre a tensiones o debilitamiento físico o emocional; así como también las circunstancias que rodea al parto también son importantes para el futuro del aparato mental del sujeto.
Las primeras semanas de vida son sumamente importantes para el desarrollo, ya que es la etapa de la vida en donde el aparato psicológico es más frágil, puesto que el equipo con que cuenta es incipiente; es fundamental en este tiempo el contacto entre la madre y el bebé, de modo que ésta mantenga y desarrolle el estado emocional hacia su hijo que produzca en éste una respuesta emocional que asegure el desarrollo óptimo de su aparato mental.
Cuando el niño nace, no es concebible que haya concientización ni resonancia afectiva de lo que afecta al bebé que solo experimenta displacer, él esta completamente solo, no distingue emocionalmente la existencia de nada ni nadie, ni siquiera de su misma persona. Este estado ha sido llamado: “autismo” por Kanner y posteriormente por Mahler. También ha sido nombrado: “narcisismo primario” por Freud. Mientras que Spitz la llamó: “etapa sin objetos”.
Cuando un niño crece permaneciendo en este estado de autismo, ya sea por razones biológicas (defectos funcionales) o por falta de estimulación psicológica, presenta la entidad patológica descrita y llamada por Kanner como: “autismo infantil precoz”.
Aproximadamente a las 10 semanas de nacido, el bebé muestra respuesta específica de sonrisa a la madre; de acuerdo con Spitz, esto significa que el niño ya ha establecido un contacto emocional con la madre y su estado de autismo ya no es absoluto, formando así una estimulación recíproca como ciclo de retroalimentación que resulta de una relación afectiva intensa entre la madre y el bebé, donde éste la percibe como parte de sí mismo o como parte de ella; y a este desarrollo lo llama: “formación de pre-objetos” (etapa preobjetal).
Esta relación con la madre continua intensificándose hasta que alcanza un máximo aproximadamente en el quinto mes de la vida, Mahler llama a esta etapa “simbiosis”; en ella el niño aún no experimenta ansiedad ante la frustración; percibe que sus deseos son gratificados automáticamente, Klain describió éste como un estado de omnipotencia y le llamó “posición paranoide” y Fairbain le llamó “esquizoide”.
Posteriormente, Klain, sintetizando sus inferencias con las de Fairbain, le llamó a esta etapa “posición esquizoide”. En esta etapa el niño ni siquiera distingue las características aisladas de la madre (representaciones parciales) de sus propias características, y confunde que vienen de su madre con las que provienen de si mismo (simbiosis).
La relación simbiótica del niño con su madre va haciéndose cada vez más intensa, hasta que dicha intensificación se interrumpe a la edad de 5 o 6 meses, aparentemente por la primera noción que el bebé desarrolla de que él y su madre no son el mismo objeto.
A partir de la aparición de la ansiedad de separación del sexto al octavo mes, de acuerdo con Spitz, el bebé entra en la etapa de las fases: separación, práctica, reapparoachmentduación; que se extiende aproximadamente hasta el trigésimo sexto mes de vida (3 años). Para Mahler esta etapa se da en el cuarto o quinto mes y la divide en cuatro fases: separación, práctica, reapproachmen (reconciliación) y formación de constancia objetal; y se extiende aproximadamente hasta los 10 o 13 meses. Freud llamó “miedo a perder el objeto”a este tipo e ansiedad; es decir a ser separado o abandonado por la madre.
La siguiente fase, la de práctica, se extiende de los 10 o 12 meses a los 16 o 18. Se caracteriza por los logros motores del bebé que empieza a caminar y domina progresivamente las cosas que le rodean. Las satisfacciones ya no provienen exclusivamente de la alimentación (saciar el deseo de mamar), como ocurría en el primer año de vida, etapa que Freud llamara “fase oral”.
Durante la etapa de la práctica aparece el fenómeno que Winnicot describió y llamó “objeto transicional”: el niño desarrolla un apego afectivo intenso con un objeto y cualquier intento de separación de él, le produce inmediatamente reacción de ansiedad; aparentemente utiliza al objeto para ganar dominio sobre el aspecto traumático de la separación. Además en esta fase desde el punto de vista neurológico como psicológico ya es posible el control muscular voluntario (control de esfínteres).
La tercera fase de la etapa de separación-individuación se extiende de los 18 meses aproximadamente, hasta los 22 o 24; se caracteriza por la utilización que hace el niño del equipo adquirido en la fase de práctica para abordar nuevamente el problema de la separación. La aparición de las primeras verbalizaciones no solo representa mayor equipo psicológico y nuevas funciones del Yo, sino u manejo más efectivo de su autonomía e individuación.
La cuarta y última fase de la etapa de la separación-individuación se extiende hasta los 34 o 36 meses de la vida y se caracteriza por la formación de la capacidad de mantener nítidamente la representación mental de los objetos externos y de si mismo que puede evocar, delinear y distinguir sus límites, Sullivan llama a este tipo de pensamiento “sintáxico”. Mientras que Adler llama a esta capacidad “sentido común”.
A la edad de 3 años se establece en su vida mental el triángulo Yo-mamá-papá con todo el conjunto de relaciones afectivas coexistentes, el pequeño en esta fase al encontrarse en situaciones conflictivas lo maneja con el mecanismo de desplazamiento; la utilización de estos mecanismos de defensa
...