Paradigmas Actuales

Paradigma sobre el Sexo Oral

El sexo oral frecuentemente es pensado para practicarse en una cama o en lugares cerrados como una habitación dándose justamente en el momento de la relación sexual o posterior a esta pero sin embargo hay muchas personas que quieren cambiar este pensamiento y empezar a buscar nuevos lugares que motiven, que emocionen y llenen de vida la relación.

Las relaciones sexuales y más aún el sexo oral siempre se reducen a lugares donde hay una cama porque es algo que ya está creado en el imaginario de las personas y son pocas las que se atreven a hacerlo en lugares nunca antes imaginados por pena, por falta de tiempo o por falta de privacidad, pues son lugares muy concurridos. Y es que por la forma en la que la sociedad ha influido en la educación de diversas generaciones, muchas veces el sexo oral se ve como algo pecaminoso y que no debe ser visto por nadie y practicado con el mayor recelo y privacidad, es por eso q los primeros cambios se están viendo con las prácticas sexuales en lugares como la playa que puede ser un plan muy romántico, en los baños públicos o ascensores por aquello de la adrenalina o incluso en los parqueaderos sin estar dentro del carro siempre y cuando se cuide que o todo el mundo observe lo que pasa. Este tipo de emociones fuera de lo común pueden reforzar la unión de una pareja al salir de la cotidianidad de la casa o del mismo lugar acolchado que aunque cómodo ya aburre.

Paradigma sobre la Religión

El hombre sabrá que es él mismo el que crea su realidad, y que esta no es fruto de un proceso evolutivo naturalista, ni el capricho de “dioses” mitológicos, ni de castigos divinos, ni casualidades históricas. El hombre sabrá que en el universo solo existe energía, vibración y consciencia, y que todo es el fruto de la relación entre estos tres factores. Espíritu sutil y materia densa sólo son los dos polos de la misma energía. Lo que llamamos “bueno” y lo que llamamos “malo”, solo son los aspectos polares opuestos de la vibración. El Dios uno y el último de los microorganismos unicelulares o incluso un átomo minúsculo, solo son la “unión total” o la “aspectación divisiva extrema” de la consciencia, como vehículo de experimentación de la vida, en cualquiera de sus formas y en cualquiera de los territorios del cosmos.

El humano sabrá con certeza lo que hoy intuye: él también es Dios.

Paradigma sobre la Violencia

Nuestra sociedad está estructurada en los antivalores de la violencia. Violencia aprendida socialmente o sea propia de un paradigma. Los que no queremos ser violentos nos encontramos marginados, por ejemplo, ante la presión de la competencia: yo soy primero, yo soy el mejor. Nos encontramos sin armas para optar de manera distinta.

Por eso se puede plantear este paradigma, el de la no-violencia en el que las relaciones entre personas e instituciones son las de la solidaridad, son las de la no-violencia.

Los que optamos por este camino no queremos la pasividad: luchamos para eliminar las fuentes de la violencia (injusticia, segregación, xenofobia).

Las armas que son propias de este paradigma son las de la conciencia, la razón, el diálogo. Cuando estos instrumentos no logran resultados, pasamos a la lucha pública.

Hacemos patente la causa del mal e impedimos con nuestros cuerpos, si es necesario, impedimos que la injusticia se siga manteniendo y extendiendo. Recurrimos a los plantones, las marchas (sin chantaje), los ayunos para despertar la opinión pública y lograr el diálogo, fin y medio de la instauración del nuevo planteamiento de este paradigma hacia la no-violencia.

Paradigma sobre la Genética

Entre los paradigmas genéticos, se conoce de algunos que han incorporado a sus concepciones la teoría de las especies de Darwin y, por ello, no acepta la existencia de una naturaleza humana esencial y definitiva. Por el contrario, existe una tendencia, cada vez más importante, de científicos que consideran que la ingeniería genética puede ser un mecanismo evolutivo alternativo y más rápido que el de la selección natural y el de las mutaciones espontáneas.

Aquí no solo se acepta la posibilidad de modificar el genoma y fenotipo en forma profunda, sino que, incluso se considera un deber, pues para los defensores de este modelo la especie humana que conocemos hoy en día debe continuar evolucionando en el tiempo hacia otras variedades, o subespecies, que ni siquiera podemos imaginar desde nuestro presente.

Se podría entonces establecer en este modelo un imperativo tecnológico que dijera así: "Poder implicar deber. Es necesario hacer todo lo que es posible hacer, y experimentar sin ningún límite al libre albedrío del científico". Por eso, para los defensores de este paradigma la posibilidad de la eugenesia positiva es legítima y deseable y la clonación humana reproductiva está justificada en sí misma, independiente de consideraciones filosóficas o sociales. Entonces, este modelo del desarrollo genético va más allá de las indicaciones de la medicina curativa y preventiva.

Paradigma sobre las Mujeres

La feminidad ya no se puede limitar a la sensibilidad, la pasividad y la maternidad. Tenemos que volver a descubrir y a expresar su capacidad creadora y transformadora. Pero no se puede dar lo que no se tiene, la mujer debe ante todo aceptar su diferencia con el hombre en lugar de identificarse con ellos, imitarlos o combatirlos. Sólo encontrando su posición básica femenina puede también recuperar su ánimo. Es decir, necesitamos un cambio de valores en ambos sexos, mediante la capacidad de integrar simultáneamente los opuestos, aparentemente excluyentes entre sí.

La nueva feminidad debe establecer el valor de lo interno y la afirmación de todo lo que es. Lo sensual ha de ser valorado como lo espiritual, lo intangible como lo concreto, y todos los logros patriarcales deben ser integrados y no descartados.

A lo largo de la Historia, las mujeres han sido las depositarias del significado de las emociones y de los valores atribuidos a las diosas. Las mujeres pueden entonces cargar con este aspecto vital de la naturaleza femenina, para llevarla otra vez al mundo. Los hombres pueden abrirse al aspecto dinámico de lo femenino y por lo tanto facilitar las necesarias modificaciones en las estructuras sociales, políticas, económicas y religiosas.

La nueva feminidad puede jugar y danzar en los bosques tal como la hace un hombre que ama la naturaleza, atraer como una verdadera modelo magistral, cuidar el alma del hogar como aquel padre que cuida de su familia o ser maternal como toda aquella mujer sublime que ama sin mesura a sus hijos. Puede actuar como una mujer líder, promoviendo la civilización, las artes y los oficios, o preocuparse como lo hace un presidente republicano por el bienestar y el alivio de la miseria, y así poder ayudar a restaurar el alma y el cuerpo del planeta.

De esta manera podemos devolver a la conciencia la fuerza amorosa y creativa de la naturaleza femenina.

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