ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Pensar los sentimientos, sentir los pensamientos


Enviado por   •  6 de Marzo de 2020  •  Tareas  •  2.910 Palabras (12 Páginas)  •  459 Visitas

Página 1 de 12

Pensar los sentimientos, sentir los pensamientos

Mauricio Ochoa Guerrero

En la vida aprendemos un sinfín de cosas. Los conocimientos que la escuela imparte son sólo una pequeña parte de los aprendizajes que tenemos que adquirir para enfrentar con éxito la experiencia de vivir.

Si te das cuenta, aprender algunas cosas es tremendamente fácil; mientras que aprender otras, nos parece demasiado complicado. ¿Por qué es así? Parte de la respuesta se encuentra en las ganas, el deseo y la voluntad puesta en lo que queremos aprender.

Aprender a la fuerza, porque simplemente “hay que hacerlo”, como una obligación o como la obediencia a un mandato, por lo general, resulta de lo más fastidioso. No hay tarea más difícil que aquella que no queremos realizar; la que no se acomoda a nuestros deseos.

Contar con técnicas de estudio y estrategias para sistematizar la adquisición de información, y un material lógicamente presentado. Son requisitos indispensables para que se produzca una buena relación entre el estudiante y lo que pretende estudiar. Para que exista un vínculo, una relación adecuada entre el sujeto que aprende y el objeto que busca incorporar (a sus estructuras cognoscitivas), es necesario un método adecuado.

Sin embargo, aun cuando existan técnicas, métodos y estrategias excelentes, de nada van a servir si no existe el deseo de conocer. Si las actividades necesarias para dominar el saber que se va a adquirir no son primero objeto de nuestros afectos, si el conocimiento no es visto como algo deseable, precioso, digno de nuestro amor, difícilmente abriremos nuestra mente para alojar este saber.

“Quiero saber, pero no puedo”, dirán algunos estudiantes. Ante este problema, debemos actuar y cuanto antes, mejor. Como estudiante, posiblemente lo primero que haría sería revisar ¿cómo estoy estudiando?, ¿en qué condiciones desempeño mi oficio de estudiante? Si después de realizar este análisis concluyo que poseo estrategias adecuadas para estudiar, pero esto no ha sido suficiente para alcanzar las notas que deseo, habría que pensar entonces qué puede estar interfiriendo con este propósito. Es muy probable que las emociones estén bloqueando la posibilidad de aprender.

¿Cómo saber qué es lo que está fallando cuando no aprendemos? Aunque no existe una forma sencilla de descubrirlo, podemos intentar algunos procedimientos para ampliar nuestra conciencia de lo que nos pasa. Esto lo veremos a continuación.

Lo primero sería plantearnos una serie de preguntas sobre la forma cómo nosotros nos situamos con respecto al estudio:

  1. ¿Nos gusta realmente estudiar, o sólo lo hacemos porque así nos lo mandan nuestros padres o las personas de las que dependemos?
  2. ¿Estudiamos porque no tenemos otra actividad mejor que realizar, para eludir que nos pongan a trabajar, o para evitar sanciones morales o castigos físicos impuestos por nuestros padres?
  3. ¿Vivimos en un ambiente familiar tan deteriorado y poco estimulante que nos dificulta centrar nuestra atención en los asuntos escolares?
  4. ¿Nos estamos enfrentando a situaciones tan difíciles en nuestra vida personal como, por ejemplo, un duelo por una persona muy querida que se haya alejado momentánea o definitivamente de nuestras vidas, y eso bloquea nuestros pensamientos y nuestra voluntad para realizar el trabajo académico que se nos exige en la escuela?
  5. ¿Nos hemos involucrado en una relación ya sea sentimental o amistosa, que nos distrae y obliga a perder la proporción del tiempo que razonablemente le tenemos que dedicar a la escuela?
  6. ¿Hemos sido presa de algún tipo de adicción a drogas, al deporte, a navegar en Internet, o a algo que haya capturado nuestra voluntad sin darnos cuenta?
  7. ¿Estamos pasando por un periodo difícil en relación con lo que consideramos justo que nos exijan nuestros padres?
  8. ¿Padecemos algún problema psicológico que aun no hemos podido superar, tal como depresión, sentimientos de inferioridad, miedos intensos e irracionales a alguna situación u objeto -es decir, fobias-, que compitan con nuestros proyectos personales?
  9. ¿Continuamente nos justificamos por haber incumplido con nuestras obligaciones, y no encontramos una dosis suficiente de voluntad para enfrentarnos a ellas?
  10. ¿Encontramos con mucha frecuencia que nuestra relación con los maestros es difícil, sentir que nos caen o les caemos mal, y entramos en conflicto con ellos?

Este rosario de preguntas, que tienen que ver con nuestra posición ante el estudio, la escuela y la familia, posiblemente ayudará a que ubiques lo que pueda estarte fallando y que repercute en un bajo rendimiento académico, al igual, o más aún, que en un método de estudio inadecuado.

Una vez que hayas descubierto los aspectos que pueden estar incidiendo negativamente en tus propósitos como estudiante, es indispensable que tomes cartas en el asunto y elabores un plan de acción para enfrentar los problemas que se contraponen con tu intensión de estudiar.

Primero, debes reconocer que tienes un problema. Al hacerlo, llevarás buena parte avanzada en la búsqueda de una solución. Por lo menos tendrás la conciencia de que alga anda mal en tu vida y que ello interfiera con tu actividad o rol de estudiante. De otra manera, es prácticamente imposible que pudieras seguir adelante, porque sería como lanzarle piedras a tu enemigo, estando tú maniatado y con los ojos vendados.

Cuando un paciente va al psicólogo, es porque ha percibido que tiene una dificultad que no puede superar solo; pues es mucho muy difícil conseguir realmente una transformación de su persona, aun cuando acuda dos o tres veces por semana durante un tiempo prologado y pagando puntualmente sus sesiones, si no tiene esta conciencia. ¡imagínate si será difícil superar algún problema cuando ni siquiera lo percibimos!

Podemos empezar a resolver alguna situación que nos está complicando nuestra existencia si nos atrevemos a enfrentarla de inmediato y directamente. Armándonos de valor, voluntad, pensando las estrategias más idóneas, y con la convicción de que estamos armando las bases para nuestra existencia futura, es posible intervenir en nuestra vida y en las relaciones con los otros (padres, amigos, maestros, parejas, etcétera) para conseguir mejores condiciones de vida; para que hagamos más viable un proyecto de vida digna, entendiendo por dignidad la posibilidad de ser congruentes con nuestros propósitos y objetivos en la vida.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (18.2 Kb)   pdf (108.5 Kb)   docx (15.8 Kb)  
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com