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"Perspectiva de Quino sobre el envejecer".


Enviado por   •  10 de Agosto de 2017  •  Apuntes  •  1.702 Palabras (7 Páginas)  •  557 Visitas

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Trabajo Práctico  

Psicología del Desarrollo III:

"Perspectiva de Quino sobre el envejecer".

La vejez según Quino: “Me preocupa la vejez como pérdida de libertad, me aterra la idea de tener que depender de otras personas para las cosas más elementales, así que dibujo viejitos de 84 años que quieren tomar una copa de vino y sus nietos se lo prohíben”. Responde el humorista en una entrevista.  

Para exponer el siguiente trabajo primeramente tenemos que dar cuenta de ciertos conceptos importantes desarrollados por autores que han sido trabajados en clases, debido a que hay diferentes enfoques y puntos de vista que fueron surgiendo para representar la vejez.

¿Qué es la vejez? Según los autores Ruiz y Valdivieso sobre "Psicología del ciclo vital: Hacia una visión comprehensiva de la vida humana". La vejez es la cualidad de ser viejo, lo que significa haber vivido más que otras personas, pero esta definición depende del contexto y del grupo de personas a que se refiera, ya que es diferente de acuerdo a las expectativas sociales y culturales, con la posición social y económica de la persona.  

Siguiendo una lectura del texto de Griffa y Moreno "Claves para una psicología del desarrollo" luego de la etapa de la adolescencia se desarrolla un período del ciclo vital extenso en el que se pueden distinguir cuatro momentos entre los 18 y 65 años: La juventud; la Adultez joven, la Adultez media y la Adultez tardía. Estos autores consideran esta larga etapa como el momento de la "adultez" y la "madurez" pero anclada en la adolescencia. El vocablo adulto proviene del latín "adultus" participio de adolescere, que significa "crecer", "desarrollarse", se aplica a la persona que es apta para la procreación, que ha llegado a cierto grado de perfección, el que posee buen juicio, prudencia; se relaciona adultez con madurez. Maduro, designa el estado oportuno para que las cosas den resultados o frutos, supone un progresar paulatino hacia una meta. La adultez supone de cambios físicos y psíquicos, la procreación y la formación de la familia, la importancia tanto del trabajo como del tiempo libre, los intereses sociales que configuran este período.  

Partiendo de la Adultez Tardía, los autores la describen como la culminación de la capacidad física y sobreviene la declinación. Aparecen las arrugas, canas en el cabello y aumenta su caída, perdida de vigor y de tono muscular. Por eso, el adulto comienza a hablar de "lo que soy y lo que he sido". A veces, estos cambios generan sentimientos de inferioridad, especialmente en el trato con personas de menor edad. Pero, el quebrantamiento del sentimiento del propio valor es mas frecuente en quienes se adhirieron al pseudoideal de la eterna juventud. Además la consolidación de la personalidad suele ser acompañada de cierta pérdida de plasticidad y de flexibilidad ante los cambios y a medida que pasan los años se van cristalizando esos rasgos, tantos positivos como negativos.  

Por otro lado, teniendo el cuenta el texto de Ruiz y Valdivieso vemos que la perspectiva del ciclo vital representa un intento para superar la dicotomía crecimiento-declinación, reconociendo que en cualquier momento de nuestras vidas hay pérdidas y ganancias. Entendiendo el ciclo vital como un proceso de envejecimiento diferencial y progresivo, el cual comienza con la vida y termina con la muerte: "vivir es envejecer". Este envejecimiento esta ligado al tiempo cronológico por lo que no le podemos escapar; pero la importancia de la edad cronológia es relativa, es menos importante el tiempo que pasa que lo que ocurre durante ese tiempo. Además para ser una lectura de esta etapa tenemos que tener en cuenta y revisar los estereotipos, es decir, cómo las expectativas de otros influyen en el concepto que cada persona tenga de si misma, debemos revisar la imagen que cada uno tiene por vejez y de las personas ancianas. Según estos autores el bienestar subjetivo o la satisfacción con la vida durante la vejez es indicador de un envejecimiento exitoso.  

El texto "En busca de independencia y productividad: Cómo influyen las culturas occidentales en las explicaciones individuales y científicas del envejecimiento" de J. Rice, Lockenhoff y Carstensen, da cuenta del hecho de que el entendimiento de la vejez como inexorablemente ligada a la enfermedad física y mental ha producido que el envejecimiento humano parezca ser, principalmente, un problema de salud publica. Los autores denuncian que con frecuencia se derivan hipótesis a partir de estereotipos culturales y que el patrón de valores juveniles se aplica a todos los grupos de edad, descuidando las formas en que pueden cambiar necesidades y metas durante el ciclo vital. Además se focalizan en la problemática, muchos de los investigadores, de las pérdidas y no buscan las ganancias logradas con la edad. Por ejemplo en una historieta de Quino hay dos personajes de edad adulta en la que el hombre le dice a su mujer: “no vayas a ofenderte Elcira pero nosotros ¿éramos amigos, parientes, esposos o qué?”. Se llega a asociar en este chiste el concepto de vejez con enfermedad y aunque existe una población mayor de 60 años que padece de varias enfermedades, hay también un importante porcentaje de personas que son independientes, que siguen trabajando o estudiando y que tienen ese ánimo por realizar cosas que no pudieron hacer en su juventud.

Para los autores J. Rice, Lockenhoff y Carstensen, deben evitarse las miradas negaivas acerca del envejecimiento, pero ante todo, toda circunstancia en la que se utilice inapropiadamente la edad como variable explicativa. No solo es necesario considerar las ganancias y pérdidas cuantitativas asociadas con la edad cronológica, sino las formas cualitativas en que las personas, así como las experiencias cambian con el tiempo. También es importante considerar la necesidad de interdependencia, tanto como de dependencia, en las personas de todas las edades. Los estudios no deben originarse en la expectativa de pérdidas y de declinación, sino que hay que repensar los modelos sobre el envejecimiento; porque si se continúa relacionando el envejecimiento con pérdidas y manteniendolos como opuesto a valores culturales fundamentales, las personas seguirán temiendo, evitando y negando el proceso de envejecimiento. Es necesario fortalecer las narrativas de vida que caracterizan el envejecer como un proceso continuo y no como un estado prefijado, como opuesto a la juventud.  

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