Psicologia de la angustia

Un pequeño imprevisto en el trabajo.

Anabelle vivía en la ciudad de Buenos Aires, trabajaba en un gran buffet de abogados muy reconocido en Argentina. Cuando ella salía del trabajo sabía que su casa la esperaba su amorosa familia que eran sus dos hijas y un perro. Su vida era monótona, siempre hacia lo mismo, llegaba a la casa a verlos, preparaba la cena, veía televisión un rato con las niñas y las ayudaba a hacer tareas y luego tipo 8:40pm llevaba a las niñas a la cama porque al día siguiente se tenían que levantar temprano para ir al colegio, y también llegaba el momento de irse a la cama para dormir que era un momento muy anhelado para Anabelle porque al fin podía descansar después de un largo día de trabajo.

Un día normal cuando llego al trabajo le avisaron que tenía una reunión urgente con el jefe de su área de trabajo. El jefe la reunió a ella y otros 6 compañeros más para informales que por motivo del ingreso de nuevos trabajadores podían tener un descenso en el trabajo o podían ser despedidos, pero que no se preocuparan que no era seguro, pero que si siguieran trabajando al ritmo normal con el que siempre lo hacían. Esta noticia a Anabelle la angustio mucho, pero aun así decidió no decirle nada a nadie.

Con esta noticia cuando fueron pasando los días la hora de llegar a la casa y cuando llegaba la hora de dormir para ella era una se había convertido en una tortura, no podía conciliar el sueño, no encontraba acomodo con las almohadas, daba vueltas en la cama, se enredaba entre las sabanas, se sentaba en la cama leía un poco, cabeceaba del sueño pero no podía dormir, porque la angustiaba saber que pasaría en el futuro si le bajaban el rango en su puesto de trabajo, ya que ella respondía por sus dos hijas porque lo poco que le daba el papa a las niñas no alcanzaba para mucho.

La angustia y el estrés causado por esta noticia en el trabajo estaban acabando poco a poco con ella y las cosas que le tocaba diariamente hacer. Al pasar los días cuando ya veía la luz del sol entrando por la ventana, sabía que le tocaba levantarse de la cama  a preparar a las niñas para el colegio, hacer desayuno, sacar al perro a hacer sus necesidades y todo ese tipo de cosas que siempre hacia. Pero se le notaba más cansada, su cara decía mucho ya se marcaban unas ojeras oscuras que nunca antes había tenido, sus ojos estaban rojos, y se notaba bastante delgada y débil.

Una mañana cualquiera, en el trabajo una compañera de otra área muy cercana a ella le pregunto qué le estaba pasando, que porque se veía así, si siempre había sido una persona muy activa y alegre, y Anabelle le conto sobre la reunión que había tenido con el jefe de su área y que le habían dicho que iba a ver un recorte de personal por el ingreso de nuevos trabajadores y que podían despedirla y que esto la angustiaba muchísimo porque no sabía que podía pasar en un futuro si se llegara quedar sin trabajo porque su ex esposo no la ayudaba mucho con sus hijas y prácticamente todo le tocaba correr por cuenta de ella. Su compañera le dijo que no se preocupara y que buscara ayuda profesional con un psicólogo, porque de verdad se le notaba que la noticia la estaba afectando y que la angustia al final podría convertirse en algo más y le dio el numero de una amiga que era psicóloga, Anabelle lo guardo y le dio las gracias y le dijo que iba a mirar a ver si iba a donde ella para ver que le aconsejaba.

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