Psicología Y Alquimia

Psicología y alquimia

Jung nos habla en la primer parte del libro de una cultura cristiana hueca, pues en la iglesia todo se presenta en palabras e imágenes pero de cierta forma el cristiano no lo experimenta en sí, muchas personas son incapaces de establecer una relación entre las imágenes sagradas y su propia alma que por naturaleza tiene una función religiosa y contiene las respuestas a todas las cosas formadas por el dogma, pocos se dan cuenta que esa figura divina es la propiedad más íntima del el alma.

La psicología no trata de construir nuevas verdades religiosas sino de que gradualmente se vayan comprendiendo las verdades ya establecidas, no destruye, sino que “proporciona nuevos inquilinos a una casa vacía”. El cristianismo no puede reprochar el dar validez a unas cuantas paradojas más pues todas las afirmaciones religiosas contienen contradicciones lógicas y afirmaciones imposibles. El concepto de la individualidad tiene un interés importante para la psicología, las figuras religiosas apuntan a la individualidad. El símbolo de Cristo tiene también una importancia máxima para la psicología pues quizá es el símbolo más desarrollado y diferenciado de la individualidad, la individualidad es una paradoja absoluta. Cristo significa, un sentimiento insoportable, todos deberíamos estar crucificados con Cristo, estar en un constante sufrimiento moral, el bien equivale a un seguimiento incondicional de Cristo mientras que el mal impide este propósito. La práctica religiosa permite una individualidad unida entre sí, mientras que el dogma insiste en que tres y uno son la misma cosa, los números impares son masculinos mientras que los pares son femeninos por lo tanto la trinidad es una deidad marcadamente masculina. En el inconsciente los extremos se tocan, el arquetipo de la unidad en la individualidad, la manifestación del inconsciente comienza la división de los mismos, cada acto de la adquisición de conciencia es un acto de creación, y los diversos símbolos cosmogónicos proceden de esta experiencia psicológica.

Aunque el paciente crea no tener prejuicios, está condicionado de antemano por la historia tano en su modo de pensar, de conducirse, en su moral como en su lenguaje, aunque con frecuencia no tiene consciencia de ello. Los símbolos de unidad, de los mándalas, se presentan ya sea como un sueño o en forma de impresiones visuales mientras que está en estado de vigilia, actuando frecuentemente como compensación clarísima de la contrariedad y conflictividad de la situación consciente. Los sueños son manifestaciones del inconsciente, y giran alrededor del centro y se aproximan al individuo con más claridad y siendo más extensas, en estas hay variedad y multiplicidad de símbolos.

Jung nos muestra la primera de las investigaciones que se ocupa de una serie de sueños que contiene abundantes símbolos. El desarrollo de estos sueños equivale al proceso de curación. Los sueños mismos, contienen muchas relaciones con el tema de los fenómenos religiosos, estos procesos tratan de los arquetipos integrantes de la religión, la parte psíquica de la religión, no puede captar empíricamente, está presente clase de manifestaciones del inconsciente.

“Se sabe claramente que sin pecado

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