RESPONSABILIDAD SOCIAL Y ECOLOGICA

IDENTIFICACIÓN DEL PROBLEMA

La violencia siempre ha estado presente en la historia de la humanidad de una u otra forma, sin embargo en los últimos años sus manifestaciones y sus fatídicas consecuencias han superado barreras que han incitado a declararla problema de salud pública.

Los comportamientos de tipo violento tienen grandes efectos que no son evidentes únicamente en muertes, lesiones físicas o discapacidades, sino que también generan problemas sicológicos en los individuos, las familias y comunidades debido a que impactan de forma irreparable la autoestima y el desarrollo normal de la víctima.

Desafortunadamente esta violencia se ha trasladado al escenario escolar y es cada vez más común, lo cual ha generado gran cantidad de estudios (Hoyos, Aparicio y Córdoba, 2005; Chaux, 2003; Hernández, 2006) los cuales se destacan en el ámbito educativo y social, pero no de forma integral, ya que según Pepler (2006) el matoneo un problema social y de salud pública importante, las victimas y agresores tienen un gran riesgo de padecer problemas de salud, la deserción escolar para evitar el maltrato aumenta los costos de la educación, aumenta las tasa de criminalidad, en Colombia el más reciente informe sobre convivencia y seguridad en ámbitos escolares, se refirió a este tipo de violencia como generadora de incalculables perjuicios para las víctimas y para su entorno, por lo que es necesario que la comunidad lo considere un comportamiento inadmisible, por lo que se hace necesario la producción de trabajos investigativos y programas de intervención que integren a toda la comunidad en búsqueda de una solución .

Para facilitar la explicación de los actos violentos en las escuelas se han establecido algunas categorías, entre estas se encuentra la publicada por Ortega y Del Rey (2002) :

1. VANDALISMO (Violencia contra los bienes)

2. DISRUPTIVIDAD (Violencia en contra de tareas escolares). Actos que interrumpen el curso dificultando el aprendizaje normal de una clase como risas, charlas, paradas y salidas del salón (Moreno ,199)

3. INDISCIPLINA (Violencia contra las normas). Esta hace referencia a actos entre estudiantes y docentes, haciendo relación al incumplimiento de reglas, tareas, ausencias o retrasos no justificados, insulto a la autoridad entre otros (Moreno 1999)

4. VIOLENCIA INTERPERSONAL (Acciones intencionales contra otros)

5. POSIBLE VIOLENCIA CRIMINAL (Acciones que tienen consecuencias penales) En muchas ocasiones este tipo de conducta hace referencia a hechos anteriores y comprenden actos que violan no solo las normas internas de la institución sino que trascienden las externas, entre otros se encuentra las lesiones personales, amenazas de muerte y hasta homicidios ( Ortega y Del Rey 2002)

Dentro de estas observamos con especial interés el “Bullying” en castellano “Matoneo”, que define actos de intimidación y victimización entre estudiantes, la cual consiste en maltratar (psicológicamente, físicamente o de las dos formas a la vez) a compañeros con palabra humillantes, burlas, apodos, ignorarlo, excluirlo, patear, pegar, empujar e incluso amenazar, esparcir rumores o mentiras e incitar a otros a que sean rudos (Avilés, 2003)

En el matoneo la victima está expuesta a acciones negativas por parte de una o más personas, que van encaminadas a causar lesiones o malestar en otro, ya sea por contacto físico, verbal, exclusión, Etc. (Olweus, 1993), esto genera un desbalance en el autoestima de la victima creando un ambiente de dominio-sumisión que se prolonga en el tiempo, por lo general en un contexto de impunidad.

MATONEO UNA ENFERMEDAD DE LA JUVENTUD

El matoneo es una de las formas de agresión más frecuentes de violencia juvenil que se conoce, actualmente es común ver como niños son forzados a dejar sus estudios o a cambiar de colegio, a causa del miedo que les imparten sus mismos compañeros.

Los índices de esta problemática social cada día incrementan, dado que estos menores agresivos ven la violencia contra sus compañeros como un juego, y como es para ellos un juego no miden las consecuencias de sus acciones hasta llegar al punto de causar la muerte a sus compañeros.

Este tema abarca y afecta a la sociedad creciente y a la futura. Si no empezamos a tomar medidas sobre esta problemática muy pronto estas sociedades futuras solo serán la mitad de civilizadas de lo que es la sociedad actual.

Los principales afectados con esta problemática son niños y jóvenes en edad estudiantil, por lo general son seres inteligentes y dedicados, con alguna diferencia física con relación a los demás. Y son también niños y jóvenes con problemas familiares y situaciones internas que los llevan a explotar comportamientos agresivos y de poder en sí mismos y en quienes los rodean.

Estos jóvenes tienden a ser clasificados en dos tipos los agresores y las victimas, quienes son víctimas tienen características similares entre sí, la más restable es que son a sobremanera individuos solitarios, con baja autoestima, con cualidades especiales que los vuelven diferentes con relación a otros.

Quienes son clasificados como agresores son seres que buscan llamar la atención atreves de agresiones y de la celebración grupal, estos individuos tienden a ser agresivos y a buscar cualquier excusa con el fin de agredir a alguien y desahogar frustraciones determinadas o creadas a partir de relaciones con terceras personas excluidas del ambiente educativo, llámense padres, hermanos, vecinos, etc.

Ha sido evidente que a lo largo del tiempo los índices de agresión en los ambientes educativos han ido incrementando de forma gradual y sus consecuencias, ya no se traducen en simples problemas sicológicos y de autoestima, sino que ya están tocando la línea entre la vida y la muerte como se presenta en el siguiente artículo:

El matoneo de sus compañeros dejó inválida a Yadira

Por: DANIELA GUZMÁN

Publicado 2:45 pm, enero 17, 2013

Yadira Perdomo era la “tonta” del salón. Su rutina diaria en el Gimnasio Campestre los Alpes, un colegio ubicado en el municipio de La Calera (Cundinamarca), se repartía entre las clases y burlas de sus compañeros. Solían hacerle zancadilla, esconderle la cartuchera, voltearle la maleta y refundirle sus inhaladores. También le reprochaban su forma de vestir y los permisos que debía pedirle a su papá para ir al cine. Tenía 16 años y cursaba décimo grado. Pero el 25 de agosto de 2009, sus compañeros

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