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RESUMEN DE CAP.2 MANUAL DE PSICODIAGNOSTICO


Enviado por   •  15 de Junio de 2015  •  11.023 Palabras (45 Páginas)  •  1.642 Visitas

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RESUMEN del capítulo 2, del libro "Manual de Psicodiagnóstico y psicoterapia infantil". (Julia Cortez – Mariavictoria Benavente)

A continuación un resumen con lo más importante del capítulo 2, que nos brinda orientaciones claras y nos guía paso a paso en el proceso de Psicodiagnóstico infantil.

CONCEPTUALIZACIÓN DEL PSICODIAGNÓSTICO INFANTIL

Según las autoras de este manual, se puede considerar el psicodiagnóstico como el estudio de la personalidad desde un punto de vista fundamentalmente clínico, que busca llegar a conocer y comprender a la persona que solicita ayuda. Para ello, el evaluador debe ir más allá de la recolección de información y se debe interesar además, en aprehender la individualidad del niño por atender; asimismo, en el proceso de psicodiagnóstico debe incluir preguntas que apunten a conocer también cuáles son las personas valiosas para él, sus sueños, temores, sus gustos musicales, juegos y pasatiempos predilectos, su interés por las mascotas, etc. Todo ello con la finalidad de conocer de manera comprensiva, el mundo interior del niño y de su medio más cercano, por tanto incluirá sus relaciones significativas, sus alegrías, sus penas, sus rabias. Si este proceso se lleva a cabo en profundidad y a conciencia, permitirá realizar posteriormente las intervenciones adecuadas, ya sea una derivación o más aún en el caso de psicoterapia, en donde las técnicas utilizadas serán más provechosas, en la medida que se conozca al niño.

El proceso de evaluación resulta también, de gran valor para conocer la magnitud y gravedad del estado de salud mental del niño que indicará la urgencia y el tipo de intervención que es necesario realizar.

2. ENTREVISTA INICIAL

Esta entrevista es el primer paso en el proceso de psicodiagnóstico y constituye un acercamiento a la situación que preocupa tanto a los padres como al niño y que suele estar disfrazada o a veces desconocida. Se distingue por lo tanto, un motivo de consulta manifiesto y otro latente. La tarea será averiguar si el niño por el que consultan es el que realmente necesita tratamiento o bien encubre una conflictiva familiar. En el caso de abordar sólo al niño, se corre el riesgo de fracasar, principalmente debido a que el contexto familiar sea incapaz de sostener los cambios que puedan surgir en la subjetividad del niño mediante el proceso de psicoterapia.

La información que se obtiene de la primera entrevista tanto con los padres como con el niño es de incalculable valor, es por esto que se debe estar atento a la información verbal, gestual y transferencial que se recibe durante estos primeros encuentros, ya que ésta orientará el diagnóstico y pronóstico y observar qué tan capaces serán los padres de tolerar los cambios en el niño y en la dinámica familiar.

La primera entrevista debe ser libre, no dirigida, excepto cuando se necesita recabar información, esclarecer datos o favorecer la fluidez de comunicación, debe realizarse en un clima cálido, de aceptación, sin enjuiciar a los padres, e intentando empatizar con ellos, cuidando establecer un buen rapport tanto con los padres como con el niño

2.1. Objetivos y aspectos relevantes de la primera entrevista

• Percibir al niño tal cual aparece al primer contacto, ver si esto se mantiene durante toda la entrevista o cambia y en qué sentido

• Establecer un buen rapport con el niño para crear un clima favorable.

• Lograr una buena relación de trabajo entre terapeuta y evaluado.

• Captar lo que el niño transfiere en el evaluador y lo que esto suscita en él mismo, observar qué vínculo trata de establecer con el evaluador (Siquier de Ocampo, 1987).

En relación a los padres:

• Se debe atender a lo que verbalizan: qué, cómo, cuándo y con qué ritmo lo dicen, qué contenidos eligen para comenzar a hablar del hijo o de ellos como padres, cuáles contenidos provocan bloqueos, ansiedades u olvidos y observar si incluyen los tres tiempos verbales en sus historias: pasado, presente y futuro.

• Establecer el grado de discrepancia y coherencia entre lo verbalizado y lo que se capta a través de sus expresiones no verbales.

• Detectar cuál es el vínculo que une a la pareja, el vínculo entre ellos y el hijo, el del hijo con ellos y finalmente el de los padres con el psicólogo.

No debemos olvidar la naturaleza dependiente del niño en términos emocionales y económicos; en este sentido, son los padres quienes decidirían finalmente si financiarán o no el tratamiento del niño y estará en gran medida condicionado a cómo el psicólogo es capaz de favorecer la comprensión por parte de los padres de la situación que el niño vive y esta apertura dependerá de la relación que se establezca con ellos.

El proceso de psicoterapia del niño se verá reforzado si los padres se sienten parte del proceso y a través de esto cooperan impulsando los cambios del niño. Sin embargo si se detecta a padres agresivos, maltratadores o negligentes, deberá tomarse consideraciones especiales, ya que muchas de estas expresiones, a veces están marcada por su historia personal y los conflictos vividos. En estos casos será importante realizar las derivaciones necesarias, ya que éticamente no nos es posible atender a padres e hijos, excepto desde un enfoque sistémico, ya que muchas veces los padres necesitan intervenciones especializadas o contención farmacológica.

De todas maneras, el psicólogo no perderá de vista la integridad y bienestar del niño y tendrá que tomar las medidas, incluso judiciales si son necesarias, para proteger al niño mientras los padres resuelven sus propios conflictos.

Será importante insistir en la asistencia de ambos padres a sesión, ya que la presentación de sus puntos de vista permitirá construir una mirada más completa de lo que le ocurre al niño, quien emerge de esa pareja parental.

En el caso de padres separados, no importando quién trae al niño, el padre o la madre, tempranamente le informaremos sobre la necesidad de conocer al otro miembro de la pareja parental. En estos casos es posible concertarlos en citas aparte.

En el caso de que el niño vaya con otro familiar es necesario saber cuál es su parentesco con el niño y conocer las razones, justificadas o no de la ausencia de los padres. Se tomará la información y los datos que esta persona tenga del niño, sin embargo, si es posible, se insistirá en la necesidad

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