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Sociedad, Educación Y Valores


Enviado por   •  14 de Abril de 2015  •  4.015 Palabras (17 Páginas)  •  238 Visitas

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INTRODUCCION

En el presente documento se muestran varios temas que hacen referencia a la vida cotidiana del hombre, en sociedad, su educación y su formación en valores.

Muestran como el hombre ha evolucionado en el paso de los años, moldeando el mundo a su conveniencia para satisfacer sus necesidades. Sin embargo, en el transcurso de esta evolución se llegó a perder, haciendo su vida monótona, creando hombres robotizados, dominado por frases publicitarias, pasivos, identificado con los valores del mercado y olvidando los valores humanos (cualidades de amor, razón y capacidad artística).Refieren también al papel de la escuela como formadora de valores, pero nos muestra que siendo una institución social, sólo puede transmitir los valores establecidos en el marco jurídico-político; formando así individuos pasivos ya que domina a los futuros hombres, haciéndole saber al niño que el éxito sólo lo logran los alumnos que acaten más y mejor las disposiciones y reglamentos, creando así hombres sumisos y pasivos.

La formación del hombre en valores, surge en el devenir de la sociedad y se encuentran mediados por objetos, costumbres, lenguajes, ciencia, filosofía, etc. Se constituyen históricamente, existiendo así valores universales. Estos son de suma importancia en la vida del hombre, ya que lo concientiza, humaniza y sensibiliza.

Nos muestran que para mejorar la vida actual, es necesario un cambio, una transformación en el hombre, en ese cambio el hombre podrá afirmar que no es una máquina, que por el contrario, encontrará una persona sensible, pensante, con objetivos, con dignidad humana, con proyecto de vida y en busca de el fin último de la existencia, la felicidad.

TEMA 1. LOS VALORES QUE DEMANDA UNA NUEVA SOCIEDAD

LECTURA: LA CONDICIÓN HUMANA ACTUAL

El autor hace una reflexión crítica al papel que la sociedad moderna ha desempeñado en los últimos tiempos. Desde esta perspectiva, el industrialismo moderno ha tenido éxito en la producción de esta clase de hombres: es un autómata un hombre enajenado. Remarca Fromm “soy un sistema de deseos y satisfacciones, debo trabajar para poder satisfacer mis necesidades y estos mismos deseos son constantemente estimulados y dirigidos por la maquina económica”

¿Qué es lo que debemos esperar en el futuro? El hombre pierde cada vez más el sentido de ser el mismo; tiene la sensación de que su vida carece de sentido, aun cuando tal sensación sea en gran parte inconsciente. Como alternativa plantea el autor debe volver a adquirir un sentimiento de ser él mismo, debe ser capaz de amar y convertir su trabajo en una actividad concreta y llena de significado. Debe emerger de una orientación materialista y alcanzar un nivel en donde los valores Amor, Justicia y Verdad se convierten realmente en algo de importancia esencial concluyendo diciendo que mediante la aplicación del principio, del cambio simultaneo en todas las esferas de la vida, debemos pensar en los cambios económicos, políticos necesarios para vencer el hecho psicológico de la enajenación.

LA CONDICIÓN HUMANA ACTUAL

Una vez destruido el mundo medieval, se liberó de la autoridad de una iglesia totalitaria del pensamiento tradicional y construyó una ciencia nueva que con el tiempo llevó a la aparición de fuerzas productivas desconocidas hasta entonces y la transformación completa del mundo material. Creó sistemas políticos que aparecieron asegurar el desarrollo libre y provechoso del individuo.

El carácter del hombre ha sido moldeado por las exigencias del mundo que él creo con sus propias manos.

En los siglos XV111 y XIX el carácter social de la clase media mostraban fuertes tendencias a la explotación y a la acumulación. En el presente siglo el carácter del hombre se orienta más hacia una pasividad considerable y una identificación con los valores del mercado, El hombre se ha convertido en lactante eternamente expectante y eternamente frustrado. En cuanto no es cliente, el hombre moderno es comerciante. Nuestro sistema económico se centra en la función del mercado. El hombre enajenado en el sentido de que sus acciones y sus propias buenas se han convertido en algo ajeno, que ya no le pertenece.

El hombre se ha transformado a sí mismo en un bien de consumo, y siente su vida como un capital que debe ser invertido provechosamente; si lo legra “habrá triunfado” y su vida tendrá sentido; de lo contrario será un “fracasado”.

Nuestra sociedad necesita hombres que se sienta libres e independiente, que no estén sometidos a ninguna autoridad o principio o conciencia moral y que no obstante estén dispuestos a ser mandados, a hacer lo previsto, a encajar sin roces en la maquina social; hombres que puedan ser guiados sin fuerza, conducidos sin líderes, impulsados sin meta, salvo la de continuaren movimiento, de funcionar, de avanzar.

Lo que consumimos es algo igualmente enajenado. Esta determinado más por sus frases publicitarias que por nuestras verdaderas necesidades, nuestros paladares, nuestros ojos o nuestros oídos.

La religión se ha coinvertido en una cascara vacía; se ha transformado en un dispositivo que nos ayuda a elevar nuestras propias fuerzas para lograr el éxito. Dios se convierte en socio del negocio. El poder del pensamiento positivo es el sucesor de cómo ganar amigos e influir sobre la gente.

A pesar de la producción y el confort crecientes, el hombre pierde cada vez más el sentido de ser el mismo; tiene la sensación de que sus vidas carecen de sentido, aun cuando tal sensación sea en gran parte inconsciente. En otros tiempos en peligro era que los hombres se convirtieran en esclavos. El peligro del futuro es que los hombres lleguen a convertirse en robots.

El hombre debe superar la enajenación, que lo convierte en un impotente e irracional adorador de ídolos. En la esfera psicológica eso significa que debe vencer las actitudes pasivas y orientadas mercantilmente que ahora lo dominan, y elegir en cambio una senda madura y productiva. Debe volver a adquiriré un sentimiento de ser el mismo; debe ser capaz de amar y de convertir su trabajo en una; actividad concreta y llena de trabajo. Debe emerger de una orientación materialista y alcanzar un nivel en donde los valores espirituales-- amor, verdad y justica—se convierten realmente en algo de importancia esencial.

LA MORAL

Heller analiza que el hombre particular a través de estos cuatro momentos en donde la moral como contenido, puede transformarse en un hombre inteligente capaz de transformar a la sociedad que hoy lo tiene enajenado.

Ante todo dos consideraciones negativas.

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