Sociologia

2. EL MONUMENTO Y SU HISTORIA

El cristo intercedor de peñón redondo

UBICACIÓN: Carrera 28 con Calle 1G. Peñón Redondo

Dice la historia oral que en Peñón Redondo, los aborígenes rendían tributo a sus dioses para aplacar el furor de las pestes, castigos y pérdidas de sus cosechas. Sobre éste farallón, que domina el horizonte de la ciudad de Neiva y abriendo espacios desde el suroriente, en señal de protección a los estratos más sencillos de la ciudad opita, se erige una gigantesca obra de 12 metros de altura y 30 toneladas de peso, extiende sus brazos en cruz para sujetar el peso del “Cristo de Peñón redondo”; que visualiza el valle del Magdalena sobre el cual se asienta la hospitalaria, hermosa y altiva capital del Huila.

Al igual que las grandes capitales del mundo, Neiva tiene su símbolo en el Cristo Intercedor de Peñón Redondo como lo denominara el alcalde Guillermo Plazas Alcid. Vaciado en bronce y la cruz de ferro concreto de 30 toneladas de peso, su estructura cilíndrica está forrada con pañete simbolizando madera rolliza. Es una obra digna, que representa al señor resucitado emergiendo de la cruz a una distancia de 1.40 cms aproximadamente. Simbolizando un acto triunfal de la vida sobre la muerte; la fe guía del espíritu, que hoy miran con esperanza el futuro cristiano de sus vidas. Además de ser una obra monumental, será un testigo permanente, desde cuando el sol se asoma fortaleciendo el alma, al calor patinizado de los amaneceres, hasta la caída del astro rey sobre el horizonte pintado de arreboles de rojos atardeceres, en los playones del Magdalena que corre a los pies de Neiva. Un vigía perenne cuando la ciudad duerme y sueña con las noches de estrellas y luna llena o se convulsiona entre pasiones, sobre las tenues sabanas de los nocturnos tropicales. Un acompañante incansable en la fatiga de lo cotidiano mientras, la ciudad construye el presente y el futuro de sus gentes bajo el ardiente sol del mediodía.

La obra en su conjunto es el reflejo de ese pueblo marginal. El rostro del monumento representa la cara de cualquier ser humano trabajador de este sector, el cual en esa época no poseía las condiciones básicas para vivir. Es un grito de desesperación por no tener salud, vivienda digna, agua, alcantarillado y que estaba en la pobreza y en una angustia permanente del día a día. Es el triunfo a futuro para esta sociedad más desprotegida. El rostro del monumento no se parece al rostro que nos han vendido, sino que representa al rostro de cualquier ser humano que habita y mora el sector de surorientales de la ciudad de Neiva.

El inmenso Cristo Intercedor es una de las obras más importantes de la administración de Guillermo Plazas Alcid, diseñada y esculpida en bronce, bajo la inspiración y oficio del Maestro Emiro Garzón. Fue decidido entre cuatro muestras, en bronce a escala, se definió: la imagen airosa de un Cristo triunfante, que cubre con sus brazos toda la ciudad. Para elaborarla, el artista utilizó tres toneladas de bronce, cuatro toneladas de yeso, cuatro de sílice, doscientos cincuenta kilos de soldadura y media tonelada de cera, en un trabajo en el que obtuvo el apoyo de decenas de obreros, operarios, contratistas e ingenieros calculistas. El trabajo de esta obra se elaboró en dos años y fue plantado en firme sobre la cúspide del Peñón redondo por el ingeniero calculista Antonio Puentes.

Esta obra fue inaugurada el 24 de mayo de 1997 por el Señor Obispo de

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