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TEORIA DEL CONOCIMIENTO


Enviado por   •  29 de Noviembre de 2012  •  1.874 Palabras (8 Páginas)  •  421 Visitas

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Teoría del Conocimiento

La Gnoseología o Teoría del Conocimiento es una de las ramas clásicas de la Filosofía. Ya los antiguos filósofos griegos la trataron extensamente, llegando a explorar muchas de las sendas posibles: idealismo, realismo, empirismo, escepticismo.

En la Modernidad, la problemática del conocimiento se transformó en una cuestión crucial para los filósofos. La búsqueda de la certeza y la indagación por los límites del conocimiento atravesó toda esta etapa, desde Descartes hasta Kant, pasando por Hume y los demás empiristas ingleses.

En el cuadro que se encuentra a continuación aparecen los nombres de algunos de los filósofos que más se destacaron por sus aportes en este campo. Siguiendo los enlaces se accede a una presentación esquemática de la forma en que concibe el conocimiento cada uno de ellos acompañada en cada caso de una breve explicación.

EMPIRISMO REALISMO IDEALISMO CRITICISMO

Platón

Aristóteles

Descartes

Hume

Kant

Prof. Lic. Andrés A. Luetich

10 de julio de 2003

DESARROLLO HISTORICO DE LA EPISTEMOLOGIA

La epistemología (del griego episteme, "conocimiento"; y logos, "teoría"), es la doctrina de los fundamentos y métodos del conocimiento científico y ha conocido un extraordinario desarrollo durante los siglos XIX y XX.

La epistemología ha sido llamada filosofía de la acción, por su enorme influencia en el trabajo de expertos de las más variadas disciplinas científicas, desde la biología a la informática, pasando por las llamadas ciencias sociales, la inteligencia artificial o el feminismo. No obstante, como parte de la teoría del conocimiento o gnoseología, la epistemología tiene una larga historia que nace, como casi todo para nosotros, con los griegos.

En el siglo V a.C., los sofistas griegos cuestionaron la posibilidad del conocimiento fiable y objetivo. Gorgias argumentaba que nada realmente existe, que si algo existiera no podría ser conocido y que, si el conocimiento fuera posible, no podría ser comunicado a otros. Protágoras mantenía que no se podía afirmar que la opinión de una persona fuera más correcta que la de otra, pues cada uno es el único juez de su propia experiencia.

Platón intentó dar respuesta a los sofistas postulando la existencia de un mundo de formas inmutables y eternas, las ideas, sobre las que es posible tener conocimiento exacto y cierto. Las cosas que vemos y tocamos son copias imperfectas de las formas puras estudiadas en las matemáticas y la filosofía. Por consiguiente, sólo el razonamiento abstracto de estas disciplinas lleva al verdadero conocimiento, mientras que la confianza en la percepción de los sentidos produce opiniones vagas e inconsistentes.

Aristóteles coincide con Platón en considerar el conocimiento abstracto como superior a cualquier otro, pero se diferencia en el método adecuado para alcanzarlo. Aristóteles mantiene que casi todo el conocimiento se deriva de la experiencia. Se obtiene bien directamente, abstrayendo los rasgos definitorios de una clase, o indirectamente, deduciendo nuevos hechos de los ya conocidos, de acuerdo con las reglas de la lógica. ¿Cuál es la relación entre el conocimiento en la persona o su mente y el objeto de su conocimiento? La respuesta de Aristóteles es una de sus más enigmáticas afirmaciones: "El conocimiento real es idéntico a su objeto".

Después de muchos siglos en que decae el interés por el conocimiento racional y científico, el filósofo escolástico Tomás de Aquino y otros filósofos de la Edad Media ayudaron a restablecer la confianza en la razón y la experiencia, mezclando los métodos racionales con la fe en un sistema unificado de creencias.

Desde el siglo XVII hasta finales del XIX, la principal cuestión de la epistemología fue la utilidad de la razón frente a la percepción de los sentidos como vías para el conocimiento.

Para los racionalistas, entre cuyos principales valedores encontramos a Descartes, Spinoza y Leibniz, la fuente principal y la prueba final del conocimiento es el razonamiento deductivo basado en principios auto-evidentes, o axiomas. Para los empiristas, empezando por los filósofos ingleses Francis Bacon y John Locke, la fuente principal y la prueba final del conocimiento es la percepción de los sentidos.

Epistemología en el siglo XX

A principios del siglo XX, los problemas epistemológicos fueron ampliamente discutidos, y surgieron diferentes escuelas rivales. Se prestaba especial atención a la relación entre el acto de percibir algo, el objeto directamente percibido y lo que puede decirse que se conoce como resultado de esa percepción.

Durante el siglo XX se forjan tres modelos básicos de interpretación del conocimiento científico: el Empirismo Lógico, el Socio-historicismo Humanista, y el Racionalismo Crítico.

El empirismo inductivo –bajo cánones identificados con la palabra positivismo- se convierte en la más influyente interpretación del conocimiento científico en el siglo XX, reaccionando contra el conocimiento especulativo y propugnando el conocimiento riguroso, sometido a reglas de validación fundadas en la experiencia constatable.

Después de 1920, en la ciudad de Viena se formó un famoso grupo de académicos, conocido como "Círculo de Viena". El Círculo de Viena produjo un buen número de tesis epistemológicas, entre las que cabe destacar:

Criterio de demarcación: lo que distingue al conocimiento científico de otros es su verificabilidad con respecto a los hechos constatables; así, la verificación empírica constituye el criterio específico de demarcación entre ciencia y no ciencia.

Inducción probabilística: la producción de conocimiento científico comienza por los hechos evidentes susceptibles de observación, clasificación, medición y ordenamiento. Dado que un conjunto de todos los datos de una misma clase escapa a las circunstancias de tiempo/espacio

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