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TRABAJO CON LOS RECURSOS INTERNOS

CHUYITITOApuntes2 de Mayo de 2018

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TRABAJO CON LOS RECURSOS INTERNOS

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INDICE

INTRODUCCIÓN

  1. CONTACTANDO TUS DISTINTAS PARTES

Ejercicio con todo el grupo

  1. LA BARDA
  2. DISFRACES
  3. APRENDER  A AMARSE INCONDICIONALMENTE
  4. TRABAJO CON LAS PARTES DE LA PERSONA
  5. TRABAJO CON LA PARTE SABIA
  6. TERAPIA CON LA PARTE RESPONSABLE DE UN PROBLEMA
  7. TRABAJO CON DIFERENTES PARTES A LA VEZ
  8. CURRICULUM
  9. EJERCISIO FINAL CON TODO EL GRUPO

BIBLIOGRAFIA

INTRODUCCIÓN.

Dentro de la Hipnoterapia ericksoniana el trabajo con los recursos del paciente es fundamental, sin distinción del tipo de problemática que presente el consultante.

Cuando se hace alguna intervención en relación a  los recursos internos de los consultantes,   implicara  una mayor agudeza y atención por parte del terapeuta en relación a:

•        Lo que el paciente habla, es decir, los recursos están en las palabras  que usa, la narrativa en general (donde se expresan situaciones que el paciente enfrentó y resolvió a pesar de las adversidades)

•        Aquellas situaciones de vida donde el paciente sobrevivió y los recursos que utilizó, la resiliencia, por ejemplo.

En la terapia ericksoniana planteamos que los consultantes traen puestos sus recursos, es decir,  en su manera de actuar, hablar y hasta vestir, incluso en los problemas, convirtiéndose todo en una metáfora del cambio.

Por tanto, para acceder a los recursos del inconsciente  es necesario considerar los siguientes elementos:

1. El consultante necesariamente requiere entrar en un estado amplificado de conciencia.

2. Fortalecimiento yoico ( trabajo con limites, aprender a amarse, tener relaciones saludables consigo mismo y con los demás.

3.  Manejo de teoría y técnica que permitan el acceso a los recursos, teoría de los estados del “yo”, señales ideomotoras, técnicas regresivas, intervenciones estratégicas, etc.

Durante el presente módulo revisaremos varios protocolos de intervención que pueden ser utilizables como recursos para diversas situaciones:

1.  La barda, la metáfora del árbol, aprender a amarse incondicionalmente, estas técnicas son trances formales

2.  El curriculum, utilización del recurso del paciente, y el terapeuta como recurso, estas técnicas suelen ser trances informales.

3. Trance con el animal del recurso interno, los disfraces.

TEORÍA DE LOS ESTADOS DEL YO.

Por qué hablar de las partes de la persona y no del Yo, del Ello, del Self, del Consciente y del Inconsciente?

Vamos a referirnos a la persona completa y a sus “partes”. La persona completa es más que el Yo, el Ello, el Self, el Consciente y el Inconsciente. Comprendo todo eso y además, el cuerpo, las emociones, las ideas, los deseos, las cualidades, los defectos y todas las experiencias de la vida.

Los conceptos son construcciones metafóricas que nos permiten explicar los fenómenos que observamos. En este caso prefiero  hablar de las partes de la persona porque esta metáfora nos es de gran utilidad como veremos a continuación.

De acuerdo a la epistemología erickosniana y el enfoque humanista, entre otros, todos los seres humanos tendemos de manera natural a crecer saludablemente, a disfrutar y resolver las dificultades que la vida nos va presentando. Cada vez que resolvemos una dificultad, aprendemos algo, desarrollamos habilidades, crecemos un poco más. Si no las resolvemos, las dificultades se convierten en problemas.

En los momentos agradables, en que estamos simplemente disfrutando, también aprendemos cosas. Aprendemos, por ejemplo, a disfrutar la vida, a disfrutar los pequeños detalles que conforman cada momento.

Disfrutar de la vida se dice muy fácil, pero es algo que tenemos que aprender  practicándolo. Para Milton H. Erickson, todas nuestras experiencias de vida son recursos para seguir creciendo. Él proponía que cada persona tiene adentro todos los aprendizajes, todos los recursos que necesita para resolver cualquier situación de vida, cualquier problema.

Todo esto suena muy bien, pero entonces ¿por qué hay tanta gente que sigue con problemas  durante tanto tiempo y no los resuelve?

Una de las tantas respuestas es que para que nuestros recursos este a la mano, nuestra diferentes partes  (de acuerdo con cualquier marco teórico) tienen que estar adecuadamente comunicadas de manera que los recursos puedan fluir del lugar de donde se generan al lugar en donde nos necesitan. Un hombre puede ser muy tolerante con los errores que cometen sus amigos y muy intolerante con los que cometen sus hijos. Una maestra de preescolar puede disfrutar de jugar con sus alumnos toda la mañana y enseñarles cosas y ser incapaz de hacer lo mismo con sus propios hijos. Esto pasa en alguna medida con todos nosotros, es decir, nuestras partes no están perfectamente comunicadas y la patología es una cuestión de grado.

Preferimos hablar de comunicar y no de integrar que significa “juntar las distintas partes para que construyan un todo” porque comunicando cada parte sigue siendo ella misma con todas sus características, algunas de las cuales podrían perderé en un proceso de integración.

“Partes que se comunican” implica una mayor flexibilidad que “partes integradas”

Nuestra sociedad y cultura occidentales, con su sistema de valores incuestionables y sus múltiples mensajes contradictorios, estorban de muchas maneras la comunicación entre nuestras partes. Vamos a hablar de algunas de ellas.

La teoría psicoanalítica propone que desde una etapa temprana es nuestra vida, tenemos que aprender a distinguir claramente los límites entre Yo y No – Yo. El psicótico no hace esta distinción cuando esta alucinando y cree que sus miedos, culpas y deseos están afuera de él. Yo pienso que a lo largo de toda nuestra vida esta distinción entre Yo y No – Yo se tiene que seguir reforzando, que nunca es completa. ¿Cuántas veces hacemos cosas que no queremos hacer pero que otra gente quiere que hagamos?

Por otra parte, a lo largo de nuestra vida nos han dicho de distintas maneras que “amor es sacrificio”, “tenemos que dejar nuestro interese y hasta nuestra necesidades por las de los demás”, “primero están: la pareja, la familia, los hijos, los padres, los amigos, el trabajo, la patria, la ecología, etc.” y, ¿Cuándo estoy solo? Estamos infiltrados por esta epistemología que nos hace dejar de lado nuestros sentimientos, nuestras necesidades, cuando estos se oponen a los interesen del grupo. El resultado es que se disuelven nuestros límites y os volvemos incapaces de reconocer cuales son nuestros sentimientos, nuestros deseos, nuestras necesidades y cuáles son las de los demás.  

Dentro de esta confusión, resulta obvio que es difícil tener a la mano nuestros recursos internos para utilizarlos cuando se requiere.

Otra consecuencia es que esa epistemología occidental nos hace dirigir gran parte de nuestra atención y de nuestra energía hacia afuera y entonces queda muy poca disponible para elaborar o digerir nuestra experiencias de vida.

Todo el mundo necesita en alguna medida definir y reforzar sus límites entre Yo y No- Yo, digerir sus experiencias de vida y ordenar su mundo interno. Para esto podemos usar el ejercicio de la barda de este taller.

Tanto en oriente como en occidente, tendemos a ver no a la persona sino a los papeles que juega. En cada contexto hay un papel predefinido para cada persona que viene con un libreto que rígidamente determina cuales son las respuesta conductuales y verbales, permitidas y adecuadas,. Y estamos acostumbrados a utilizar los disfraces que  corresponden a esos libretos.

Por ejemplo, la buena madre se preocupa por sus hijos, no grita, les da de comer, etc. El problema es que la misma mujer o el mismo hombre traen puestos los disfraces de buena madre, buen padre. Buena esposa, buen esposo, excelente profesionista, buena hija, buen hijo, etc. Y estos disfraces a veces son contradictorios y cada uno requiere todo el tiempo y a energía de la persona. Nadie, desde afuera, los ve como personas completas, sino como el papel que juegan.

Los disfraces vienen acompañados de libretos en los que cada aspecto se tiene que palomear. Algunos libretos son valorados, pero también estorban cuando falta algo por palomear, el disfraz se vuelve reversible y sale otro, el opuesto, que nos duele.

El problema de esta confusión entre los disfraces que tenemos adjudicados es, que la persona resulta sobrecargada con el disfraz que le obliga a funcionar siempre de la misma manera, incluso en aquello que le molesta; sobrecargada porque el disfraz no le permite desarrollar capacidades que tiene y que no corresponden al libreto y por la frustración que deriva de las situaciones, la persona queda sobrecargada de ira; la cuarta manera de sobrecargarse, que algunas personas eligen es la del trabajo, de comida, de alcohol, de drogas que esconden todo lo demás. 

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