TRIUNFOS PERSONALES

TRIUNFOS PERSONALES

Las metas personales son unos de los terrenos en los que se producen alguna de las mayores satisfacciones que puede tener un ser humano. Apreciamos mucho los resultados conseguidos p9or medio de las propias capacidades, talentos y recursos, pues cada uno sabe los esfuerzos que han invertido en desarrollarlos.

Es cierto también que la carrera por obtener objetivos individuales nos enfrenta a la realidad de lo que cada uno es. Siempre tomamos en cuenta a las personas que son significativas para nuestra vida y estamos atentos al entorno que nos rodea, pero en lo que se refiere a establecer y conseguir nuestras metas la competencia es estrictamente con nosotros mismos, y en ella el juez es el propio competidor. Nadie puede obligarnos a fijar una meta personal ajena a nuestros intereses. Nadie puede vigilar que nos acerquemos a un objetivo que sólo nosotros conocemos intelectualmente. No hay lugar para excusas ni pretextos, y en esto radica el extraordinario valor de los logros  que se obtengan.

Son las necesidades individuales las que estimulan el proceso que nos conduce al logro de metas. Por ello es que hemos pensado en iniciar esta unidad describiendo la diversidad de las necesidades que sentimos, de manera que puedas identificarlas. Te ofrecemos después algunas ideas alrededor de las características de la motivación, ese estado de ánimo que nos impulsa y nos mantiene atentos a la satisfacción de nuestras necesidades.

Con esos conceptos en mente, llegamos entonces a la descripción de las actividades necesarias para conocer los aspectos que rodean el propio establecimiento de las metas. El hecho de que la definición de objetivos sea clara facilita la elección de las acciones que requieren su logro. Terminaremos exponiendo la necesidad de vigilar el cumplimiento de las metas pues, en el camino de tus objetivos, como bien decía el poeta Antonio Machado, “se hace camino al andar”

NECESIDADES

En esta sección analizamos algunas de las teorías existentes acerca de las necesidades del ser humano. Se incluye la conocida como Pirámide, de Maslow, así como otras opiniones que a este respecto han expuesto más recientemente algunos expertos.

MOTIVACIÓN

Se describen en estas páginas las etapas que integran el ciclo de la motivación, y se exponen algunas sugerencias para mejorar y mantener el entusiasmo por el logro de las metas. También se explica cómo la impulsividad y la emotividad pueden interferir en el establecimiento de objetivos.

ESTABLECER  METAS

En la lectura de esta sección encontrarás algunas de las razones por las que se considera de importancia fijar metas, y los efectos que esta actividad tiene en el comportamiento huma no. Se pone de relieve la conveniencia de establecer con claridad, y por escrito, los objetivos. Se agregan como sugerencias algunas estrategias para dar continuidad a la voluntad de logro de las metas.

VIGILAR LOS AVANCES

Las páginas dedicadas a este tema se refieren a que la diferencia entre una buena intención y una meta se encuentran fundamentalmente en el desarrollo de los mecanismos que permiten medir el proceso que la persona hace para alcanzarlos. También se explican algunas de las características que reúne un proceso conveniente de evaluación de resultados.

REFLEXIONA:

Seguramente en varios momentos de tu vida has propuesto hacer algo que te conduzca a ser un individuos mejor. Has establecidos algunos objetivos  - metas- que impulsan tu desarrollo como persona. Habrás observado que en los momentos en los que decides definir esos objetivos estás influido por un impulso que no siempre es sencillo definir. A ese impulso se le conoce como motivación.

Y lo que motiva a los seres humanos a ponerse en acción son las necesidades. Meditando acerca de esto seguramente concluirás que mientras mejor conozcas tus necesidades más fácilmente encontrarás aquello que puede motivarte a establecer tus metas y alcanzarlas. En las páginas siguientes encontrarás la manera en que algunos expertos han clasificado los distintos niveles de necesidades que tienen las personas, lo cual seguramente te ayudará en la reflexión acerca del establecimiento y logro de tus objetivos.

Explorar nuestros motivos

Proponernos una meta puede parecer la primera parte del proceso que nos lleva a conseguir lo que deseamos. Y es cierto; identificar que se quiere y establecer un objetivo significa un paso importante en el camino que lleva obtenerlo.

Ahora te pedimos dirigir tu atención a lo que sucede antes de decir cuáles son tus metas. ¿Qué es lo que te mueve a definir qué quieres hacer?

Los expertos nos indican que son las necesidades las que originan nuestra motivación, y han centrado sus estudios en los distintos tipos de necesidades que dan origen a la actividad humana.

Abraham Maslow es el autor de una de las más famosas teorías de la motivación. Este psicólogo estadounidense jerarquizó las necesidades humanas, estableciendo cinco rangos que corresponden a las diferentes causas que mueven al ser humano. En la siguiente gráfica se muestra esa jerarquía, hoy es conocida cono la Pirámide de  Maslow.

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        Autorrealización

                                                                                      Reconocimiento

                                                                                              Afiliación

        Seguridad

                                                                                                             Fisiología

Las tres necesidades

El análisis de los factores capaces de provocar y dirigir la conducta hacia una meta no se detuvo en la primera pirámide de la página anterior. Otros expertos encabezados por el psicólogo norteamericano Frederick Herzberg, concluyeron que había dos tipos de factores, algunos elementales, como los que describen los tres niveles inferiores de la jerarquía de Maslow, y otros verdaderamente motivacionales, que corresponden a los niveles superiores.

Esa teoría conocida como la teoría dual, argumenta que una necesidad elemental, por ejemplo, la de tener alimento, efectivamente nos mueva a la actividad, pero no necesariamente nos hace ser mejores. Herzberg era de la opinión de que un buen sueldo satisface sin duda a cualquier persona, pero una tarea estimulante es lo que realmente hace que un individuo sobresalga entre los demás.

Con  base en este pensamiento, David C. Mc Lelland llegó a la conclusión de que más allá de la satisfacción de las exigencias básicas que la vida nos impone, en el terreno de las causas que motivan al ser huma o pueden distinguirse tres necesidades fundamentales:

Necesidad de logro o de realización: Es un impulso que conoces: el de sobresalir, de tener éxito. Es la necesidad que nos lleva a proponernos metas elevadas. El deseo de excelencia, de la actividad bien hecha, el gusto por adquirir responsabilidades.

Necesidad de poder: Es la fuerza que nos lleva a tratar de influir en los demás; en controlarla actividad de otros y obtener reconocimiento de ellos. Es el deseo que muestra ideas predominantes, lo que nos permite adquirir prestigio.

Necesidad de afiliación: Corresponde al deseo de conseguir una interacción de asociarse con otros para formar parte de un grupo o institución. Consiste en la búsqueda de la satisfacción que provee el trato armonía con  los demás.

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ANTE LA NECESIDAD ¿CONSUMO?

Cuando nos detenemos a pensar en nuestras necesidades casi siempre surge en nosotros la duda acerca de cuáles de nuestras demandas son inevitables, en comparación con aquellas exigencias que, por distintas razones, nos imponemos a nosotros mismos.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación calcula en sus estadísticas del año 2008 que existen más de ochocientos millones de personas en el mundo que viven en condiciones graves de desnutrición. Esta enorme cantidad de individuos llevan una vida en la que carecen con frecuencia de alimento para ellos mismos o sus familias.

El conocimiento de la existencia de esta realidad extrema nos coloca en una situación difícil a la hora de evaluar la jerarquía de nuestras necesidades.  No es difícil observar cómo el medio social, ante el constante bombardeo de la publicidad, crean en nosotros necesidades y nos obligan a considerar como indispensable algunos bienes y servicios de los que en realidad podríamos prescindir fácilmente. No es que aboguemos por una austeridad como de los cartujos, orden de monjes que fundara San Bruno en el año 1100, y que viven voluntariamente en absoluta pobreza. Se trata de moderar nuestros impulsos por comprar, y hacerlo después de reflexionar  e informarnos. Hemos visto como la ambición de unos cuantos y el consumo irresponsable de muchos llevó en 2008 a la economía del mundo a una profunda crisis.

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