Tecnica De La Entrevista Psicodinamica Cap Iv
rickygarza17 de Junio de 2014
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MANEJO TÉCNICO DE ACTITUDES RESISTENCIALES.
Greenson en 1967, señala que “resistencia significa oposición, conjunto de fuerzas que obstruyen los procedimientos y procesos del análisis, estorban la libre asociación, obstaculizan los intentos del paciente por recordar y logar y asimilar insight, que operan contra su yo razonable y su deseo de cambio. La resistencia puede ser consciente, preconsciente o inconsciente y expresarse por fantasías o acciones. Interpretar es, como la investigación analítica, del sentido latente existente en las manifestaciones verbales y de comportamiento de un sujeto.
La oposición más obvia a la entrevista es la de quien acude a ella por la presión de alguna persona. Caso frecuente en niños y adolescentes. Con los primeros, el abordaje a través de la técnica de juego, permite muy frecuentemente, la superación de esta resistencia inicial. Ante el adolescente carecemos de recursos similares, por lo que tenemos que iniciar nuestra investigación de otra manera; preguntando, por ejemplo, por qué creen que sus padres los envían al tratamiento. Si no obtenemos el relato de las dificultades que motivan la consulta, sino como es frecuente "no sé, yo no tengo nada” es posible que encontremos una vía de acceso si aliándonos momentáneamente a la defensa presente, interrogamos sobre lo que el joven considera como un problema que sus padres traten de resolver enviándolo a la entrevista.
Con algunos entrevistados es suficiente una sola demanda de aclaración para que posteriormente, aporten la explicación buscada, con sólo pedirles que hablen más de lo que sienten, piensan o sucede cuando se enojan, deprimen o se sienten devaluados, sometidos, manipulados. Muchas veces basta una mirada interrogante para que nos aporten el material necesario. En otros casos especialmente tratándose de pacientes obsesivos, que tratan de evadir la emergencia de afectos a través de relatos pormenorizados de detalles intrascendentes, que le permiten mantener a raya las emociones mientras logran controlarlas mediante el expediente de aislar y fraccionar el material afectivamente significativo, a través de la introducción de minucias insignificantes, es necesaria la reiteración frecuente de la demanda de aclaración.
Sabiendo que el entrevistado evade tanto como puede la comunicación de sus afectos, el entrevistador debería ser capaz de inferirlos y confrontarlo con ellos preguntando por ejemplo, si lo enojan las “discusiones” con la esposa, como consigue mantenerse calmado en medio de los gritos de ésta, que siente cuando su jefe lo rechaza por escrito, así pues, a menos que el entrevistador esté dispuesto a pasarse mucho tiempo separando la paja de los detalles irrelevantes de oro de los indicios de conflicto afectivo será necesario interrumpir al paciente después de haberle concedido tribuna libre, para intentar suprimir los defensivos detalles circunstanciales. Estas interrupciones requieren tacto y no deben ser muy frecuentes, para evitar que el paciente se sienta rechazado por un impaciente entrevistador al cual, como la mayoría de la gente temerá estar aburriendo.
Siempre nos adaptamos inicialmente al tipo, estilo o modalidad de la comunicación que el pa
puede permitirse, intentar que un niño o adulto severamente angustiados se separen de su acompañante para enfrentarse a solas con el entrevistador, puede impedir en forma temporal, o permanente, la entrevista que pretende llevarse a cabo, en tales circunstancia es conveniente durante toda la primera entrevista, o parte de ella, unirse a la defensa del paciente, utilizando al acompañante para que amplíe o confirme los fragmentos del relato de aquel que parezcan confusos o insuficientes.
El silencio puede terminar con la emergencia de un relato en el que son otros los protagonistas de situaciones conflictivas, que el entrevistado
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