Resumen de los libros de doctrinas
cuevas1983Resumen2 de Noviembre de 2025
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RESÚMENES LIBROS DE DOCTRINAS
LIBRO 1. LA DOCTIRNA DE JESUCRISTO
Introducción
Conocer a Dios es sencillo
El ser humano suele complicar las cosas, pero Dios siempre ha buscado estar en contacto con el hombre, y de forma sencilla y maravillosa. Para estudiar de Dios usamos la Teología, Theos “Dios” y Logos “tratado o estudio”, en este caso, el estudio de la Biblia.
Dios se ha revelado al hombre de diversas formas:
- A través de su creación
LIBRO 2. ARREPENTIMIENTO
Introducción. Un regalo de Dios
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” Juan 3.16
En este versículo del Evangelio según Juan es el más conocido de la Biblia. Encierra en una frase el amor de Dios por el mundo. También habla de la parte que debe cumplir un el ser humano (creer), que trae como resultado: la vida eterna.
No hay nada más grande que el amor de un padre, Dios ama a la humanidad. Desde el principio ha considerado a Adán como un hijo (Lucas 3.38), sin embargo, se rompió esa relación porque Dios no podía soportar el pecado.
Hay una falsa idea de que todos somos hijos de Dios, pero perdimos ese derecho a causa del pecado.
Actualmente hay un ataque contra la figura paterna. A nivel espiritual el enemigo quiere desaparecer esa figura amorosa, suplantándola con un Dios enojado, socialmente hay un detrimento de la masculinidad, y un falso feminismo ha acrecentado esa idea. En televisión pintan al hombre como un tonto, mientras la mujer trabaja y sostiene el orden de la casa.
Pero ¿no íbamos a hablar de arrepentimiento?
Es el padre celestial quien provee a su hijo para que todo el que cree, no se pierda, es a través de un acto paternal para la salvación de la humanidad.
El arrepentimiento es la parte humana: “me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti”.
Toda la parábola del hijo pródigo nos muestra esa bendita relación entre un padre y un hijo. En esta parábola el hijo se ha arrepentido de toda su maldad y malos actos, ha pedido perdón, incluso ha considerado ser recibido en casa como un trabajador.
De ese arrepentimiento hablaremos, pero quiero resaltar que antes de que el hijo pidiese perdón, el padre fue movido a misericordia desde que lo vio venir. Esa es la actitud de nuestro padre celestial para con nosotros cuando disponemos en nuestro corazón buscarle.
Capítulo 1. Arrepentimiento y Salvación
El arrepentimiento es la puerta de acceso a la salvación. Esto lo entendemos cuando vemos eventos como el ladrón perdonado en la cruz, creyendo en Jesucristo y clamando a Él. Lo que dice el ladrón un versículo antes muestra su arrepentimiento. Sus palabras pudieron haber sido: Señor creo en ti, me arrepiento de mis pecados, creo que eres el Mesías, el Rey que había de venir, acuérdate de mí cuando vengas en tu Reino”.
El significado secular de arrepentimiento es: sentir pesar por algo que se ha hecho, dicho o dejado de hacer. Denota una voluntad sincera de asumir las consecuencias de sus actos del pasado y no repetirlos. En al ámbito espiritual la definición no cambia mucho, significa literalmente “cambio de mente”, un cambio de mentalidad del hombre respecto a su pasado, con una comprensión de su culpa y un compromiso de cambiar de actitud.
En el antiguo testamento, hay dos términos que usan para hablar de arrepentimiento, uno es “nacham” o “nä kham” que significa “cambiar de parecer”, y “shub” que significa “volverse” o “ retornar” de un camino pecaminoso.
El arrepentimiento se sigue mostrando como un paso necesario para la salvación.
Capítulo 2. Arrepentíos
Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre, porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.
Y ya también el hacha está puesta a raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego. (Lucas 3.9-9).
Juan el Bautista, confrontaba a la gente a arrepentirse y a hacer frutos dignos de arrepentimiento. Muchos al ser retados, hacían cambios en su mente, pero no hacían cambios en su vida, por lo que Juan les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene, y el que tiene qué comer, haga lo mismo. Vinieron también unos publicanos para ser bautizados y le dijeron: Maestro ¿qué haremos? El les dijo: no exijáis más de lo que está ordenado.
También le preguntaros unos soldados diciendo: y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario.
El centro de las palabras de Juan era: su arrepentimiento tiene que cambiar su conducta.
El apóstol Pedro después de su primer sermón, recibió la misma respuesta de la gente, que le preguntaron qué tenían que hacer: Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícense cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados: y recibiréis el don del Espíritu Santo. Hechos 2.38.
Este segundo caso nos deja clara la relación entre el arrepentimiento y la salvación.
Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio. Hechos 3.19.
Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios diciendo; ¡De manera que También a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida! Hechos 11.18.
Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan,; Hechos 17.30.
Pablo también hizo el mismo llamado.
Testificando a Judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo. Hecho 20.21.
Sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y convirtieses a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento. Hechos 20.26.
Arrepentirse tiene dos vertientes. La primera es que Pedro y Pablo hablaban a gente que había conocido o escuchado a Jesucristo, les pedían que se arrepintieran de no haberle creído, de rechazarlo.
Segundo, en un sentido amplio, hablando de todos nosotros, se nos invita a arrepentirnos de nuestros pecados pero en base a Jesucristo, sabiendo que Él pagó nuestro castigo y nos juzgará. Sin embargo, lo principal del arrepentimiento, es un cambio de vida. Si vives igual no eres salvo, porque de lo primero que Jesús te salva es de tu manera vana de vivir. Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra manera vana de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no son cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación. 1 Pedro 1.18-19.
Aunque hemos señalado que el arrepentimiento, es importante para la salvación, no es suficiente. NO, el arrepentimiento es algo que Dios pone en el corazón del hombre. Cristo nación de una forma sobrenatural, tuvo que vivir una vida perfecta, y después dio Su vida, toda su sangre y luego de dar su vida la volvió a tomar en Su resurrección. Pero el arrepentimiento es la forma en la que el hombre puede recibir el regalo de la salvación. La salvación es solo la forma en al que tú recibes un regalo que fue comprado por Dios, para ti.
Entendemos ahora que el arrepentimiento no es una buena obra, es parte de una decisión que nos permite obtener ese regalo que es la salvación. En la actualidad muchas personas conocen de Cristo, saben algo de Él y muchos lo han rechazado. Cuando se arrepienten genuinamente y lo aceptan como Salvador, también habrá un cambio en su manera de hablar de Él.
Capítulo 3. Arrepentimiento de obras muertas
“Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos delante a la perfección; n o echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas.” Hebreos 6.1-2
Algunos teólogos califican las seis doctrinas de Hebreos 6 como los principios fundamentales de la vida espiritual.
Al arrepentimiento le debe preceder la fe en ese sacrificio salvador, estos dos elementos juntos pueden dar a luz a un cristiano.
De acuerdo a lo que dice Efesios 2.1-3, estar muertos en delitos y pecados nos pone en claro que, aunque la gente se deleita en sus actos, estos pueden generar un daño en otra persona (asesinatos, robos, etc.) y pecados, que a veces pueden cometerse en lo oculto, que ofenden a Dios. Así vivíamos antes de conocerle, siguiendo la corriente de este mundo, siendo engañados, influenciados por satanás, cuyo objetivo final es destruir.
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