El Servicio
hectorfga24 de Marzo de 2014
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Jesús y el Servicio
Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis juan 13:15
Introducción
Esta noche vamos a ver que es realmente el servicio a Dios, y como podemos servir a los demás
Actualmente Vivimos en un mundo donde estamos acostumbrados a que los demás nos sirvan a nosotros, pero nosotros no estamos acostumbrados a servir los demás.
Por esto no es muy común en estos días encontrar personas que quieran dedicar su vida a servir a otros; por el contrario, vemos una gran necesidad de ser servidos, Esta es la enseñanza que hemos aprendido de la sociedad.
Vamos a comenzar a analizar lo que es un siervo a los ojos de Dios.
Si yo te preguntara que se te viene a la mente cuando digo la palabra siervo o sirviente, para ti que significa?
Lo primero que a uno se le vendría a la mente es una persona humilde que quizás no tuvo muchas oportunidades y por lo tanto debió trabajar en un oficio de sirviente. Esa es la imagen que el mundo nos ha vendido y lo que piensa la mayoría de gente. En donde no tiene el que sirve es considerado de menor categoría
Por ejemplo pongamos el caso de un restaurante
El mundo no ha enseñado que el que paga es el que manda, y que por esto; es más importante ser servido que servir.
Por otro lado está el mesero o sirviente El cual es considerado de menor categoría. El cual es menospreciado, y a veces sin ser digno siquiera de recibir un gracias.
Y se comportó como siervo. El Señor afirmó: “Porque ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Más yo estoy entre vosotros como el que sirve”. (Luc. 22:24 y 27b)
O ¿Cuántas veces no te has enojado por un mal servicio? Y generan un gran alboroto ya que se tiene el concepto de que el cliente siempre tiene la razón
Pero vamos a ver que según la palabra de Dios el concepto de siervo tiene un significado diferente
por eso lo invito a que vallamos en la biblia al libro de marcos 10 versículos del 35 al 45
35 Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se le acercaron, diciendo: Maestro, querríamos que nos hagas lo que pidiéremos.
36 El les dijo: ¿Qué queréis que os haga?
37 Ellos le dijeron: Concédenos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda.
38 Entonces Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado?
39 Ellos dijeron: Podemos. Jesús les dijo: A la verdad, del vaso que yo bebo, beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados;
40 pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes
41 Cuando lo oyeron los diez, comenzaron a enojarse contra Jacobo y contra Juan.
42 Mas Jesús, llamándolos, les dijo: Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad.
43 Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor,
44 y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos.
45 Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Esta noche vemos un pasaje bíblico muy importante donde el señor revela una de las verdades más profundas para cualquier persona que le quiera seguir, donde el egoísmo es la característica principal en nuestros tiempos, y se está volviendo en la forma normal de vivir, donde solo pensamos en nosotros mismos,
Por eso veíamos el caso de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo. Que se acercaron al señor para pedirle algo de privilegios, donde ellos pensaban que si estaban en una mejor posición iban a tener muchos beneficios. Es muy parecido a lo que vemos en la política donde muchos buscan el árbol que más sombra les da, y muchos se hacen al lado de dirigentes buscando que les dé un mejor puestico, que le ayude con el bulto de cemento o le regale la teja de zinc.
Y el dirigente político vemos que a él solo le importa posesionarse para recibir recursos millonarios, donde ellos generan leyes que solo los benefician a ellos mismos y se olvidan de las necesidades del pueblo.
Así mismo veíamos en este pasaje bíblico donde dos personajes buscaban tener estos beneficios, y también vemos que los otros diez se enojaron quizás porque también querían lo mismo y sentían que los otros se les habían adelantado.
Pero vemos la respuesta del señor donde del versículo 42 al 45 donde el señor enseña
Que para ser grande no debemos imponernos sobre los demás ni maltratarles, así como normalmente lo hacen los gobernantes. La recomendación fue tan clara para los discípulos como para nosotros hoy: el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de todos.
Quien vive sirviendo a los demas, cada dia será mas grande, al igual que jesus, quien no vino para ser servido sino para servir, dando su vida por nuestro rescate
Así hoy en día vemos que la sociedad nos enseña que debemos ser líderes, gobernantes, gerentes pero jamás siervos
El ejemplo de Jesús en la vida cristiana
Jesús, el verdadero siervo
El Evangelio de Marcos, describe, la imagen del Jesús bondadoso que humildemente dispone su vida en favor de los demás. Y si en algo se caracterizó el ministerio del Maestro fue, esencialmente, en el servicio que prestó a la Humanidad; una aplicación completamente desinteresada de su buen obrar, si tenemos en cuenta el pago que posteriormente recibió de su servicio al prójimo.
EJEMPLO DE ENTREGA
Como lo sabemos, Jesús entregó su vida por nuestros pecados en la Cruz. Pero, no olvidemos en nuestra reflexión, que su vida siempre fue en actitud de entrega diaria, estuvo constantemente puesta al servicio del prójimo.
«Él les dijo (a sus discípulos): Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer» (Mr. 6:30).
La disposición de Jesús llegaba a tal punto, que como bien dice el versículo, «no tenían tiempo ni para comer». Sobre la enseñanza, rescatamos que la comida, al igual que las demás necesidades materiales básicas, se debe situar en un segundo orden, conforme a los valores del Reino celestial.
No tener tiempo ni para comer significa que, en caso preciso, posponemos la satisfacción de nuestras necesidades elementales, para en primer término cubrir las ajenas... Esta iniciativa puede parecer extraña a los ojos de la sociedad, pero el particular llamamiento de Jesús contiene este método tan original.
el discípulo de Cristo debe estar dispuesto incluso a prescindir de las momentáneas provisiones diarias, si con ello se consigue hacer un bien al prójimo.
Nos preguntamos, ¿en qué empleamos nuestro preciado tiempo? En lo que respecta al tiempo y a nuestros compromisos ministeriales, tampoco pensemos que el discípulo de Cristo debe ser un corredor incansable, cuyas ocupaciones eclesiales parezcan no tener fin. Si nos fijamos bien, en la primera estrofa del versículo leemos que Jesús invita a sus discípulos al descanso, lo cual nos lleva a pensar que hemos de intentar conseguir el deseado equilibrio, dedicando parte de nuestro tiempo al servicio cristiano, pero sin menoscabo del merecido descanso, pues de otra forma se produciría lo que hoy se conoce técnicamente como un cuadro de «estrés».
Pensando en nuestras preferencias, nos preguntamos por la administración de nuestro tiempo. Y en esta consideración, debemos valorar si el hecho de cubrir nuestras necesidades básicas, resulta más importante que desempeñar la voluntad de Dios. Pese a todo, servir a nuestro prójimo exige tiempo, y ese tiempo se administra en la medida que nuestras prioridades sean las del Señor Jesús.
Tomo la naturaleza de siervo. La Biblia dice: “El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. (Fil.2:6-8)
EJEMPLO DE COMPROMISO
Sigamos contemplando el modelo de Jesús, porque si el discípulo de Cristo mantiene una falta de compromiso con los demás, lo más probable es que también exista una falta de compromiso con Dios.
«Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso... toda la ciudad se agolpó... Y sanó a muchos...» (Mr. 1:32,33,34).
32 Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados;
33 y toda la ciudad se agolpó a la puerta.
34 Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían.
35 Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.
Después de un largo día de trabajo, llega la esperada hora del descanso, donde la comida, al margen de satisfacer el apetito, parece ser el centro de reunión familiar... No obstante, en el caso que nos ocupa, las personas seguían acudiendo a Jesús,
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