El Templo De Jerusalem

I.- ORIGENES DEL SANTUARIO

Los orígenes del Templo de Jerusalén se remontan al pedido que Dios le hizo a Moisés en el Monte Sinaí cuando éste recorría junto al pueblo hebreo el desierto hacia la tierra prometida. Según se lee en la Biblia en Éxodo 25:8 “Harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos”. Entonces, Dios le dio a Moisés indicaciones de cómo realizar ese santuario y los elementos sagrados que estarían contenidos en éste.

1.1.- El tabernáculo.- Era el santuario, el lugar donde Dios se manifestaba al pueblo de Israel, ya que Dios siempre ha querido comunicarse con sus fieles. El tabernáculo para poder ser transportado a través del desierto, era desmontable en diversas partes, aunque no dejaba de constituir un todo; estaba compuesto de tablas y cortinas.

Lo único que apreciaba el pueblo desde afuera, era un cortinaje blanco que rodeaba todo el atrio. Era aproximadamente de 2,20 mts. de altura. El cortinaje blanco simbolizaba la santidad de Dios que excluía al hombre de su presencia; pero la Gracia Divina proveyó una puerta de hermosos colores y bordados, de fácil acceso; sin ella el hombre no podría entrar.

1.2.-El Arca.- Era el lugar más sagrado de todos, porque desde allí Dios se manifestaba a su pueblo. El arca era un cofre de madera, revestida de oro por dentro y por fuera, en la parte superior tenía una tapa que era el propiciatorio; sobre él se encontraban dos querubines que miraban hacia abajo. En el interior del arca se hallaba las tablas con los Diez Mandamientos que Dios brindó a Moisés, una vasija de oro que contenía maná, que recordaba la fidelidad de Dios para alimentar a su pueblo por 40 años en el desierto; y la vara de Aarón que había brotado, florecido y producido almendras.

1.3.- La Mesa.- Dios dijo a Moisés: “Harás asimismo una mesa de madera de acacia; su longitud será de dos codos, su anchura de un codo y su altura de un codo y medio”. Esta mesa representa la comunión con el Señor y los panes representan la palabra.

1.4.- El Candelabro.- En Éxodo. 25:31 se señala: “Harás además un candelabro de oro puro. El candelabro, su base y su caña han de hacerse labrados a martillo; sus copas, sus cálices y sus flores serán de una pieza con él. El candelabro estaba al lado izquierdo de la entrada del santuario, era de oro puro, hecho de oro martillado. Representaba la iluminación y dirección del Espíritu Santo.

Otros de los objetos que Dios pidió a Moisés fueron cortinas para cubrir el tabernáculo, el velo para el arca, altar para los sacrificios, el atrio y las vestiduras sacerdotales.

II.- CONSTRUCCIÓN DEL PRIMER TEMPLO

La idea de construir un Templo fijo surgió hacia el año 1000 a. C., a raíz del traslado de la capital de Hebrón a Jerusalén, cuando David conquistó la fortaleza jebusea; allí David construyó su palacio y un tabernáculo para la instalación del Arca de tal manera que la "ciudad de David" pudiera transformarse en el centro religioso de Palestina.

El Rey David vivía en una casa hermosa y le molestó que se adorase a Dios en el Tabernáculo. Por eso, David soñó con construir un Templo hermoso para el Señor.

Sucede que el Rey David era un guerrero y por ello Dios no le permitió construir el Templo. "Tú has derramado mucha sangre y has llevado a cabo grandes guerras. No edificarás una casa a mi nombre, porque has derramado delante de mí mucha sangre en la tierra. Pero he aquí, te nacerá un hijo que será un hombre pacífico, y yo le daré reposo de todos sus enemigos de alrededor. Ciertamente su nombre será Salomón, y en sus días yo daré paz y tranquilidad a Israel. El edificará una casa a mi nombre. El será para mí, hijo; y yo seré para él, padre. Y afirmaré el trono de su reino sobre Israel para siempre." (1 Crónicas 22:8-10).

Fue así que Salomón comenzó la construcción del Templo en el cuarto año de su reino. Esto fue también el 480° año después de que el pueblo de Dios saliera de la tierra de Egipto (950. a. C) Se terminó la construcción en siete años.

El Templo estaba ubicado en Jerusalén en el monte Moriah, un lugar significativo, ya que allí Abraham ofreció a su hijo, Isaac, a Dios. Allí David, en vida, construyó un altar en terreno que compró de Ornán jebuseo. En una ocasión el pueblo de Dios estaba muriendo de una plaga terrible. Cuando David hizo su sacrificio, la plaga se terminó, y el pueblo fue salvado. Según 2 Crónicas 3:1, este lugar era el sitio preciso donde Salomón construyó el Templo.

El Templo construido por Salomón era muy hermoso, adorado, y costoso. La Biblia indica que más de 330,000 trabajadores fueron empleados en el proyecto. Había 30,000 enviados por Salomón a Líbano por materiales de construcción; 70,000 que eran cargadores, y 80,000 eran canteros en los montes. Además de los trabajadores hebreos, había también 153,000 forasteros quienes ayudaron. El proyecto era de tanta magnitud que requirió 3,600 capataces. Sin embargo, durante la construcción del Templo, la Biblia dice: "ni martillos, ni hachas se oyeron en la casa, ni ningún otro instrumento de hierro. " (1 Reyes 6:7)

Toda la política del reinado de Salomón se supeditó a la enorme cantidad de dinero que se necesitaba para la construcción del Templo. Éste, además de ser la Casa de Dios, debía expresar la unidad entre el estado y la religión, para librar el reino del "separatismo" de las tribus y disminuir la importancia de los viejos santuarios. Sin embargo, después de la construcción del Templo de Salomón, los altares de Canán continuaron existiendo a lo largo y ancho del territorio israelita: el Templo de Jerusalén se había convertido en la más hermosa y cara residencia de Yahvé, pero no pudo convertirse en la única.

2.1.- Descripción Características del templo:

El Templo estuvo orientado en dirección Este-Oeste y se calcula que su longitud fue de aproximadamente 30 metros, de ancho 9 metros y de altura casi 10 metros.

A ambos lados de su entrada se erigieron dos columnas, llamadas Jaquín y Boaz. Los sacerdotes y el rey entraban en el Templo a través de una gran puerta enchapada de oro, de aproximadamente 10 metros de alto y 4 de ancho. Tras de esa puerta se encontraba el vestíbulo de entrada, el "Ulam". Después de este vestíbulo, se encontraba la estancia principal, el "Hekal" o Santo, iluminado a través de unas ventanas altas. Estas ventanas eran más grandes hacia dentro que hacia fuera, simbolizando que la Luz vino del interior hacia el exterior. El "Hekal" medía 13'5 metros de alto, 9 metros de ancho y 18 de largo, en una proporción de 3-2-4. La anchura

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