Isaias 31, 1-3
Enviado por Nicolas Morales • 29 de Junio de 2017 • Informes • 1.052 Palabras (5 Páginas) • 281 Visitas
- Introducción
La biblia, es el nombre que se le asigna a la colección de libros del Antiguo y nuevo Testamento, estos últimos llamados así para diferenciar entre las escrituras cristianas y las judías[1].
El Antiguo Testamento es la parte de la biblia comprendida el Génesis y Malaquías, se compone de 39 libros: 5 de la ley, 12 de la historia, 5 poéticos, 5 de los profetas mayores y 12 de los profetas menores.
Dentro de los profetas, encontramos dos tipos de profecías u oráculos, los de salvación y los de condenación. Estos, según lo definido en clase, consisten en el medio de hablar de Dios, una respuesta generalmente breve, dada a un profeta que transmite el mensaje. Consta de dos partes: La fórmula y el Cuerpo.
- Presentación
Isaías es el primero de los profetas mayores, fue hijo de Amos, príncipe y profeta de Judá y Jerusalén durante los reinados de Ozías, Jotán, Ajaz y Ezequías[2]. Profetizo ente los años 740 y 680 a.C aproximadamente[3], época en la cual se perfila la amenaza asiria contra Jerusalén, que no toma la ciudad, pero termina convirtiendo al reino en vasallo[4]
Su rollo exige una lectura reposada, debido a la brevedad de algunos oráculos, los cambios frecuentes de temática y la dificultad inherente de la poesía. Consta de 66 capítulos, los que a su vez podemos dividir en tres secciones: del 1 al 39, Protoisaías, oráculos propios de él, aproximadamente del siglo VIII a.C; del 40 al 55, Deuteroisaías, que no son de el sino de un profeta anónimo, fechados alrededor del 550 a.C; y del 56 al 66, Tritoisaías, que es una colección heterogénea de oráculos que datan del siglo II a.C[5].
El oráculo a trabajar será Isaias 31, 1-3; que pertenece al Protoisaías y data entre los años 701 al 705.
- Contexto histórico
Conocer la época del Protoisaías es en cierto modo algo complejo, puesto que abarca un periodo de 40 años como mínimo, en los que se mezclan tiempos de tranquilidad y tiempos turbulentos, con un horizonte internacional muy nublado, con problemas políticos, sociales y religiosos de gran envergadura[6]. Momentos de independencia política y de sometimiento a Asiria, donde asume el trono Tiglatpileser III, gran organizador y hábil militar.
En lo particular del oráculo a trabajar, lo situamos en el denominado “ciclo Asirio”, entre los años 713 y 701 a.C, bajo el dominio de Sargón II, hijo de Tiglatpileser III, y más específicamente entre los años 703 y 702 a.C[7] junto con el surgimiento del joven rey Ezequías[8].
En cuanto a lo social, se había establecido un segmento poderoso en la población constituido por nuevos ricos, propietarios y latifundistas. Encontramos numerosas deportaciones de israelitas con el fin de destruir la cohesión nacional e impedir revueltas[9]; así como también el descontento existente por la humillación de este pueblo.
En lo político, el hecho fundamental que podemos destacar, luego de la expansión acelerada de Asiria, es el surgimiento de un gran deseo de independencia política, luego de estar dominado durante veinte años pagando tributo[10], comenzando ahora a una época de gran tensión y revuelo por alcanzar la libertad.
En cuanto a la religión, se comenzaba a dar lo que llamamos el “sincretismo religioso”. De parte del rey Ezequías, existía un gran interés por realizar una reforma inspirada en las profecías de Isaías, con el fin de expulsar el paganismo y restaurar el culto verdadero.
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