Lista de los Santos de la Iglesia

1.- JOSE GREGORIO HERNANDEZ

(1864 – 1919)

José Gregorio nació en los Andes Venezolanos, en una familia profundamente católica de pocos recursos económicos. Su madre murió cuando él tenía ocho años. Estas experiencias le sirvieron para forjar su carácter y forma de ser.

Por su inteligencia brillante pudo educarse en Caracas y en Europa. En Paris estudio con científicos de renombre y al completar sus estudios, regreso a Venezuela, donde creo el primer laboratorio de fisiología experimental y microbiología de América Latina.

Sintió el llamado de Jesús a servirle en la vida contemplativa e ingreso en la Cartuja de Farneta en Italia. Pero la salud no le acompaño y regresó a Caracas, donde ejerció su profesión de Médico.

Percibe que Dios lo llama al sacerdocio e ingresa en el Seminario Arquidiocesano. Sin embargo, Dios lo quería como laico médico y después de esas dos experiencias fallidas, pudo comprender su misión y su vocación.

Así, José Gregorio se convirtió en un seglar católico ejemplar. Su dedicación a los pobres. De hecho, murió accidentalmente cuando iba a visitar a una enferma que vivía en la pobreza, recién le habían comprado las medicinas con su dinero.

Su sepelio fue una autentica manifestación y reconocimiento de una vida ejemplar. Su causa de Beatificación y Canonización fue abierta en 1949 y hoy la Iglesia reconoce que vivió en grado heroico las virtudes cardinales y teologales y lo presenta como ejemplo para quienes ejercen profesionalmente la medicina.

Extendiendo nuestra mano impulsados por Jesús…

Marcos nos presenta a Jesús como el hijo de Dios, portador de la Buena Noticia: somos colaboradores de Dios en la creación. Extender la mano, más que un milagro puntual, es una invitación a participar en la nueva creación.

Preguntas.

1.- ¿Cómo ayudas a que personas que tienen la mano tullida, paralizada… no sólo la extienda, sino que a su vez ayuden a otros a hacer lo mismo?

2.- ¿Cómo colaboras para que otros jóvenes sea sanados por Jesús y rescaten el valor de la vida, el don más precioso que sobrepasa a cualquier otro?

3.- ¿Cómo existen tu mano, movida por Jesús, ante situaciones en que:

a.- La Cultura ha impuesto antivalores al Reino.

b.- La Vida es subvalorada, comercializada o aniquilada.

c.- Las Leyes y autoridades civiles dictan acciones opuestas al evangelio.

d.- La pobreza y miseria, desidia y violencia maltratan y matan a millones de personas en el mundo.

4.- ¿Qué valores vives con más intensidad: Amor, Verdad, Justicia, Perdón, Paz? ¿Y por qué lo vives?

2.- GONXHA AGNES O MADRE TERESA DE CALCUTA

(1910 – 1997)

Gonxha nació en Albania, junto a Grecia. Creció huérfana de padre y pobre. Su mamá cuidó con firmeza y amor su formación en la fe, asistida por su parroquia.

Gonxha deseaba ser misionera, entró con las hermanas de Loreto y escogió el nombre de María Teresa. Fue enviada a Calcuta – India, donde fue profesora y directora de escuela, distinguiéndose por su alegría, generosidad, valentía, trabajo duro y capacidad organizativa.

En su retiro de 1946, recibió una gran sed de amor su “llamada dentro de la llamada”. En los meses siguientes Jesús le revelo su dolor por el olvido a los pobre, su pena porque no lo conocían y su deseo de ser amado por ellos. Lo escuchó decirle: “Ven y sé mi luz entre los pobres… no puedo ir solo”.

Dos años después dejo su convento para dedicarse a encontrar y a servir a Jesús en “los no deseados y no amados aquellos de quienes nadie se ocupaba”. Al poco tiempo se unieron a ella algunas antiguas alumnas, con quienes fundó una congragación de Misioneras de la Caridad. Después fundo otras siete obras centradas en los más pobres.

Recibió el Premio Indio Padmashri en 1962 y el Premio Nobel de la Paz en 1979. Los medios de comunicación comenzaron a seguir su vida con gran interés, lo que ella recibió “para la gloria de Dios y en nombre de los Pobres”.

Al morir en 1997 existían 40.000 religiosas en 610 fundaciones de 123 países, incluyendo casi todos los países comunistas. La Madre Teresa nos dejó el ejemplo de una fe sólida, una esperanza invencible y una caridad exquisita. Fue beatificada en 2003.

Demos Fruto.

¿Qué clase de fruto te pide Jesús que des? Los descubrirás cuanto mejor te conozcas, descubras los dones que Dios te ha dado y te abras a escuchar a Jesús.

Nosotros en nuestra cultura se enfatiza tanto la humildad, a veces la convertimos en inutilidad. Ser humilde es ver todo lo bueno que somos y tenemos como don de Dios y reconocer nuestras limitaciones de defectos. No se trata de ignorar nuestras habilidades y cualidades ni de considerar nuestras debilidades más grandes que nuestra capacidades. Todos estamos llamados a desarrollarnos y a dar fruto al máximo de nuestro potencial el cual suele se enorme.

Preguntas.

1.- ¿Cuál es tu potencial de “AMAR” y como lo desarrollas día a día?

2.- ¿Cuál es tu potencial de “CONOCER” y que haces para aprender más cómo desarrollarte como persona y crecer como cristiano?

3.- ¿Cuál es tu potencial de SER LIBRE” y cómo asumes la responsabilidad de esa libertad?

4.- ¿Qué frutos darías si te aplicaras esta fórmula: “AMOR + CONOCIMIENTO + LIBERTAD”?

5.- ¿Qué valores vives con más intensidad: Amor, Verdad, Justicia, Perdón, Paz? ¿Y por qué lo vives?

3.- San Francisco Javier

(1506 – 1522)

Francisco nació en el Castillo de Javier en España. Estudió en la Universidad de París, donde obtuvo el grado de Licenciado. Siendo estudiante conoció a Ignacio de Loyola, con quien entabló una estrecha amistad y ayudó a fundar la Compañía de Jesús (Jesuitas).

Un profundo discernimiento de la voluntad de Dios, bajo la guía de Ignacio en los ejercicios espirituales, despertó su vocación misionera. Tenía un ardiente deseo de llevar el evangelio a tierras musulmanas pero el Papa lo envió a las colonias portuguesas, cerca de India.

Empezó su trabajo misionero en Goa y llevó el evangelio a varias islas de Indonesia. Instruyó en la fe a los portugueses y formo a los jóvenes en la práctica de la virtud. Atendió a enfermos y presos y dio catecismo a niños y esclavos. Predicó la moral cristiana demostrando su armonía con el sentido demostrando su armonía con el sentido común y la naturaleza humana.

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