Diagnostico de la comunidad
luism816 de Agosto de 2013
5.766 Palabras (24 Páginas)319 Visitas
CAPITULO I: DIAGNOSTICO DE LA COMUNIDAD.
1°.- DIAGNOSTICO DE LA COMUNIDAD.
1.1.- Reseña Histórica.
Allá en 1.999, en Santo Domingo, durante el IX Congreso Dominicano de Historia, sostuvo Raymundo González, en su trabajo sobre “Identidad, Política e Historia,” que “la construcción de la Identidad Social Siempre se da en un contexto marcado por relaciones de poder y por eso puede asumirse desde varias formas: Aquellas que imponen las instituciones dominantes para extender el poder frente a otros actores sociales; La Identidad de, resistencia que crean los sujetos que están en situaciones de dominación y exclusión, para su supervivencia, y la Identidad como Proyectos Sociales en la que diversos grupos sociales configuran nuevos procesos por medio de los cuales redefinen su posición en la sociedad.
Afirmamos que, en el seno del pueblo llano, es asumida la identidad desde la cotidianidad, la historia es la historia de nuestro vivir, se da en el vientre del barrio, del caserío. Diario vivir que en impactado por las más sutiles estratagemas de dominación, pero que a su vez expresa las más variadas informalidades convertidas en mecanismo de resistencia para, desenvolverse frente a la realidad y enfrentar las más variadas formas de dominación, quizás sin la suficiente “conciencia” de ellos. El enfrentamiento continúo con esa realidad. Con la realidad impuesta, con la transculturizadora, con la alienante, con la manipuladora, requiere de nuestras mejores experiencias individuales y colectivas, que reafirmen aquellos valores históricos que nos reconocen como personas que somos sujetos transformadores y libertarios.
Todo lo anterior, nos obliga a retos y desafíos como la Memoria, la recuperación, el reconocimiento y la socialización de nuestra Memoria Histórica. Hoy en día, en el presente que no podemos recordar sin interpretar nuestras Historia.
Cada uno de nuestros barrios tiene una historia que se construye, se expresa y se reconoce en los valores sembrado en nuestro pueblo. La dimensión histórica de nuestras ciudades, pueblos, caseríos y barrios, su reconocimiento y valoración, pasa por la recuperación histórica desde nosotros, los seres humanos, como sujetos y actores populares rurales y urbanos.
Historia, de la que seguramente nos percataremos, es diferente, contradictoria y hasta antagónica a la historia incompleta que aprendemos en la escuela. Porque ella, la “Escuela”, nos ha enseñado los procesos por los que pasó el país y como se constituyó en Nación pero sin embargo, siempre omite la participación del pueblo, quién ha sido el verdadero constructor de la historia, del país, de la nación.
En América Latina, en las ciudades, en los barrios se han impuesto como una realidad histórica. A partir de los años 30, y de manera acelerada luego de la segunda Guerra Mundial, las migraciones del campo a las ciudades, conformaron grandes sectores en el centro y periferias de estas ciudades, “La ciudad se convirtió en el centro de referencia para la supervivencia de la población recién llegada, los grupos más pobres se ubicaron mayormente en los márgenes de las ciudades”.
En la mayoría de, los países latinoamericanos, el crecimiento de las ciudades siguió patrones de polarización social, por un lado, en el centro de las ciudades habitaron pobladores con mayores niveles de riqueza, y por el otro lado, en la adyacencia de las ciudades, se ubicaron los pobladores más pobres.
Con el advenimiento de los enfoques neoliberales, y su aplicación latinoamericana, los conceptos de planeación urbano, se potencializan en las mentes de proyectistas, urbanista y planeadores que diseñan el espacio urbano, pero en muchos de ellos, prevaleciendo una marcada intensión de identificar a los barrios como forma violenta de ocupación de esa espacio urbano, y a los que luego consideraban su barrio, técnicamente semántica urbes de 2da categoría. Estos criterios son los prevalecientes en los desarrollistas, en la década más recientes proyectaron urbanismos y que allá a comienzos de los 70, que proyectaron en Venezuela urbanizaciones, como Fe y Alegría fueron sembradas en otros estados orientales y en otras regiones del país, implantando modelos estándares, que no tomaron en cuenta las condiciones ambientales, climáticas, de insumos culturales, etc. de cada lugar en particular.
Para los lugareños de entonces por allá por los años 50, 60 y comienzo de los 70, “impensable imaginar” que aquella Vasta Salina, desértica casi, de no ser por los promontorios del mineral de sodio, algunas charcas “salubres”, uno que otro mangle derruido las garzas y otras aves que permanentemente de pernotaban en esta sabana de sal, periferia de la “laguna de los patos”, y por los “zanganetones” Barrio Venezuela, Panamericana, calle colon, calle guate cochino, el hueco, Bolivariano que en sus ratos libres jugaban a la “pelota” y al “futbol en uno de sus extremos, seria destruida y transformada en lo que es “ La Urbanización Fe y Alegría”.
La urbanización Fe y Alegría está situada en la parroquia Altagracia, del Municipio Sucre, allí en la “entrada” de Cumaná. Se terminó de construir en 1977, por el INAVI, bajo un programa de política habitacional para la clase media baja por, lo que fue dotada progresivamente de servicios básicos como: agua potable, red de cloacas para aguas servidas, electricidad, calles con aceras, brocales y pavimentación. Para satisfacción de quienes ya la venían habitando y que no contaron con estos servicios desde su doblamiento original.
Su ubicación geográfica abarco en su totalidad la salina o sabana, por lo que su urbanismo se plantaba arrogante y contradictorio con muchas de las viviendas de adobe y barro, y de latón y zinc que luego la circundaron de las comunidades de Barrio Venezuela, calle colon, calle “Guate cochino”, “el hueco”, etc. su nombre, Fe y Alegría, fue tomada de una de las instituciones de mayor permanencia en la comunidad; comunidad religiosa Fé y Alegría, quienes se asentaron allí en le año 1965, donde fundaron, la Iglesia “San Luis Gonzaga” y en el año 1967, posteriormente la Escuela Fé y Alegría San Luis.
El sector II, precisamente se construyó en el lugar más idóneo para las partidas de “pelota” y de “futbol”, igualmente era el trayecto más usado para ir “gomera” o “china” en mano a afinar la puntería a la diversidad de especie de aves que poblaban el cerro aledaño (donde se asientan los súper bloques, el centauro, el valle, los bloque de cascajal, etc.) o para ir a disfrutar de la vegetación, de las diversas especie de animales y saborear las frutales. Está constituido por ciento cuarenta y tres (143) viviendas construidas por INAVI, y otras seis (6) viviendas adicionales construidas por los mismos vecinos de la comunidad, una población de quinientos setenta y ocho (578) habitantes. Las primeras casa entregadas en el sector, fue en septiembre de 1977, inmediatamente ocurrieron las primeras mudanzas a estas viviendas entre los primeros habitantes se recuerdan las familias Perdomo Canache, los Flores, los Méndez, etc.
Esta zona urbana en la actualidad limita con la Av.- principal sectores de Fe y Alegría al Oeste; Barrio Venezuela y súper bloques al Este; por el Sur Avenida y zona Industrial San Luis, y por el Norte Pancho de Fe y Alegría y Barrio Venezuela y está dotada de servicios básicos indispensables como: aseo urbano domiciliario, telefonía pública, residenciales y centro de conexiones de internet; facilidad de transporte público, agua potable y servicios para las aguas servidas; calles pavimentadas, etc. también posee servicios institucionales como: un ambulatorio tipo II y centro de diagnóstico integral (C.D.I); los jardines de infancias “Creación Fe y Alegría” (C.E.I) y “Los roques ”(C.E.I); una cancha deportiva de uso múltiples, una iglesia y casa parroquial “ San Luis Gonzaga”; una casa comunal “La casa de todos” sede del centro de formación instituto ”Turimiquire” y donde también se activa las misiones educativas “Robinsón“ y “Cultura” con el equipo de sistematización “Turimiquire” y así como instancias y programas del INCES, Min. Del Poder Popular para la Educación, Min. Del Poder Popular para la Cultura; Alcaldía; Funda Común, IUTIRLA y la U.D.O quien activo un centro de practica profesionales de trabajo social; etc.
Toda esta dinámica de interacción comunitaria y se sucede en un ámbito geográfico que alberga una población aproximada de quinientos setenta y ocho habitantes ocupando 143 viviendas. El sector II, está comprendido por las avenidas 03, 04 y 06, cuenta con dos calles la 04 y 05, también con onces veredas, a decir, 37, 39, 41, 43, 45, 47, 51, 59, 60, 62 y 66.
Características Históricas, casi desde su fundación, el sector II de Fe y Alegría a sido muy activo en las formas de generar organización participación y formación de conciencia que les permite una mejor habitabilidad en esta nueva forma de integración poblacional: como comunidad urbana para muchos de ellos era su primera experiencia, ya que provenían además de los lugares circundantes, de comunidades campesinas, pesquera y de otras regiones del país, por lo que era importante asumir retos y riesgos para establecer formas de relación e integración y poder garantizarse mejores niveles de habitabilidad.
Quienes la habitaron desde el mismo momento de su fundación, si bien es cierto recibieron viviendas homogéneas de paredes de bloques y cemento y techos de platabanda y pisos de cementos de estructura unifamiliares caracterizadas por tener de dos a tres habitaciones, un baño, una cocina, sala comedor
...