Educación Y Comunicacción

Axiomas de la comunicación:

Es imposible no comunicarse.

En toda comunicación se manifiestan niveles de contenido y de

relaciones.

La naturaleza de una comunicación depende de las secuencias de

puntuación.

La comunicación humana puede darse tanto en forma digital como

analógica.

Los intercambios comunicacionales son simétricos o complementarios

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Referencias de los autores cuyas obras sirven de fuente a esta Unidad :

Daniel Prieto Castillo: este autor al que consultaremos en varias oportunidades durante el desarrollo de nuestro trabajo de este año es un reconocido teórico de la comunicación , nacido en Mendoza en 1942.

Se ha desempeñado como:

- director de la “Escuela Superior de Comunicación Colectiva” de Mendoza.

- Investigador de CIESPAL ( Centro Internacional de Estudios de Periodismo de A.L.) y de ILCE (Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa).

- docente de UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) y de la Universidad Iberoamericana.

Es autor de una novela de contenido antropológico “Crónica de los Hijuná” y varios textos sobre el tema que nos ocupa: “ Pasión por el discurso”, “Retórica y manipulación masiva”, “Diseño y comunicación”, “Discurso autoritario y comunicación alternativa”, “La fiesta del lenguaje” y “La comunicación EN la educación”, de lectura obligatoria en esta materia.

En el desarrollo de este módulo retomaremos algunas de sus ideas adecuándolas al contexto educativo.

El proceso de comunicación:

En la Unidad I realizamos un recorrido que permitió conocer y comprender el fenómeno de la comunicación a través del tiempo y los cambios en su concepción e interpretación según la perspectiva teórica que le servía de encuadre. Sin embargo en la actualidad y en numerosos espacios de Formación y capacitación continúa teniendo vigencia el esquema elemental y tradicional, de tipo difusionista, de emisor, mensaje,

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receptor con las consecuentes distorsiones de un proceso complejo en general y que adopta características propias en el marco educacional.

Los peligros que esta limitación encierra quedan claramente expresados en la siguiente frase:

“Cuando fallan los conceptos básicos, sea por un error o por un uso parcial de los mismos, puede fallar la interpretación de los hechos y, lo que es peor, las acciones derivadas de dicha interpretación”. (Prieto Castillo D.; 2000).

Si leemos detenidamente los esquemas que representan el proceso de comunicación veremos que desde un paradigma simplificador se lo grafica colocando al emisor a la izquierda del esquema, como si fuera la fuente de todo, el fundamento que da sentido y organización al proceso y desde el cual es posible comprender y analizar el mismo. La idea no es anular el gráfico sino repensarlo desde otro lugar que dé cabida a la formación social y el marco referencial.

En el caso del alumno de cualquier nivel de enseñanza a diario se ve aguijoneado desde la escuela y en el hogar por diferentes tipos de mensajes, está frente a ellos (aparentemente) inerte; porque en la primera no se lo orienta para ser un sujeto activo, participante y crítico de la realidad que lo rodea y parece que siempre se encuentra la derecha del esquema en medio de la nada.

Durante mucho tiempo la labor en el aula se ha basado en modelos de comunicación unidireccional, donde el docente actuaba como único emisor y los alumnos como múltiples receptores pasivos y desinteresados , del mensaje que tan "sabiamente" emitía el maestro.

Al incorporar la noción de feed-back, la teoría de la comunicación revalorizó la posición del receptor, afirmando que el proceso sólo estaba completo cuando se producía la "retroalimentación".

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Hoy la unidireccionalidad debiera quedar atrás y la comunicación educativa debiera darse en forma multidireccional y con permanente intercambio de roles:

Todos tienen iguales posibilidades de emitir y recibir

Nadie tiene el saber acabado.

Todos construyen el objeto de conocimiento en permanente interacción.

Se respetan las posibilidades de cada uno y se revalorizan los "errores"., como material de análisis, susceptibles de reelaboración' aprovechamiento. y

No hay un proceso de comunicación, sino tantos como quedan determinados por la intencionalidad de quien los genera.

En el discurso educativo es necesario tener presente lo anterior, lo que permitirá no esperar respuestas predeterminadas, sino la multiplicidad de mensajes que cada alumno y cada grupo escolar pueda construir.

En el encuadre educativo se propone analizar que sucede con los elementos presentados en el proceso de comunicación que se desarrolla en la institución y/o en las aulas, teniendo en cuenta la intencionalidad. También resultará provechoso aplicar el mismo análisis a los textos informativos (periódicos, manuales, revistas, libros…) que habitualmente actúan como emisores en las escuelas.

Existen sí elementos esenciales que hacen a un proceso de comunicación y en el presente trabajo se analizarán ocho, propuestos por Daniel Prieto Castillo en su libro “Elementos para el análisis de mensajes", que se consideran básicos para lograr una óptima Comunicación en el área que nos ocupa. Si bien se presentarán para su explicación en forma separada y deben ser estudiados y analizados en sí mismos, no debe olvidarse “el principio de totalidad” que caracteriza a un proceso, recordando además que en el proceso de comunicación educativa se busca “un enriquecimiento perceptual y una mayor conciencia sobre determinada situación problema”

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Elementos del Proceso de Comunicación

FORMACION SOCIAL

Ningún suceso, discurso o proceso puede darse en forma aislada; las variables económicas, políticas y sociales se encuentran siempre como elementos condicionantes. En nuestro país, como en todos, las variables citadas no sólo influyen, sino que determinan el discurso educativo que se desarrolla, porque afectan a las “relaciones más inmediatas, interpersonales y grupales”.

No se es simplemente emisor o receptor sino que este rol se asume “en situación”, en el marco de tensiones sociales, de relaciones de poder, de una institución o de un grupo y no de otros. Podemos deducir que lo que resulta fundante del emisor no es él, sino la trama de relaciones sociales en las que se encuentra inserto, en las reglas de juego fijadas por la sociedad o cultura a la que pertenece.

Pero no entendamos esto como determinismo, sino que recordemos que existen relaciones sociales contradictorias, posibilidades de funcionamiento alternativo, relativa autonomía, convivencia de lógicas diferentes y hasta opuestas.

Nos encontramos entonces analizando el contexto macro del proceso de comunicación, pero sin olvidar que la formación social siempre está en constante interacción con el marco de referencia

MARCO DE REFERENCIA:

Remite al:

“Contexto inmediato que permite la interpretación de un mensaje”.

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Justamente por su inmediatez, porque constituye nuestro contexto cotidiano, muchas veces ni siquiera lo percibimos, o lo tenemos en cuenta, ni tampoco captamos en toda su fuerza el impacto que la formación social produce en el marco de referencia convirtiendo a éste en reproductor en las relaciones sociales más inmediatas de las ideas fuerza del contexto macro.

Aunque no lo sepamos o ahora estemos comenzando a analizar estos aspectos del proceso somos emisores o receptores dentro de estos parámetros.

Ser emisor y en el caso particular del actor institucional educativo, implica al menos dos posibilidades, emitir para consolidar el sistema vigente o para intentar modificar lo negativo. Lo sepamos o no, esto implica una toma de posición dentro de las relaciones sociales. Un educador que transmite mensajes plagados de estereotipos sobre la sumisión del niño y/o joven frente a los adultos, sobre lo importante de callarse y no opinar , sobre ciertas interpretaciones mágicas o supersticiosas de la realidad, actúa como refuerzo de lo ya instalado.

Pero también puede asumir un rol transformador, promoviendo descartar o reemplazar lo negativo por propuestas positivas.

“Se es emisor de un determinado contexto, dentro de una determinada manera de emitir y percibir, dentro de sucesivos horizontes culturales. Quien pasa de un horizonte a otro sin tomar en cuenta el suelo donde pisa, corre el riesgo de emitir mal o de percibir peor”.(o.c.)

Este elemento explica las diferentes interpretaciones y elaboraciones que pueden darse de un mismo mensaje, teniendo en cuenta el contexto en el cual se ubica. Por ejemplo, una urna funeraria diaguita puede ser interpretada como una expresión puramente estética, cuando en realidad en el contexto diaguita tiene un significado religioso de homenaje a los dioses.

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EMISOR

Es el encargado

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