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Informe Soldadura


Enviado por   •  11 de Abril de 2017  •  Informes  •  1.852 Palabras (8 Páginas)  •  286 Visitas

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uando uno ingresa a la Universidad Técnica Federico Santa María sabe que se encontrará con ramos que probablemente sólo se verán en esta universidad, y de ahí debe venir lo técnico dentro de su nombre global, es raro pensar que un alumno al entrar a estudiar una carrera profesional termine haciendo cosas técnicas, pero claro, es parte de la enseñanza que nos quieren proporcionar y que nos hace distinto de los demás profesionales.

Ya he pasado por tres carreras dentro de esta universidad; en un comienzo ingrese a Plan Común, no sabía bien lo que quería de mi vida, lo único que si sabía era que me gustaban los números y que podría tener cabeza para esto, luego se dio la opción de cambiarme ese mismo año al haber pasado todos los ramos y elegir mi nueva carrera a continuar, elegí en primer lugar Ingeniería Civil Industrial, me dije que iba a ser difícil que quedase, pero nada perdía al ponerla; por lucas me llamaba la atención para que le voy a mentir, así que puse la segunda opción que era la que realmente me gustaba Ingeniería Civil Civil, bueno al parecer el destino no quiso que estudiase eso y me puso en un nuevo campus, favorablemente bastante más cerca de mi casa, a estudiar una carrera que al parecer servía para todo. El paso del tiempo, 3 años nada menos… me mostró que sencillamente lo “Civil” no era para mí, y encontré dentro del popurrí de ramos que ofrece ICI, la economía y las finanzas que fue algo que me llamó demasiado la atención y empecé a tomarle un gusto distinto a los ramos más bien comerciales, el tema es que siempre fui el que decía que Ingeniería Comercial era para los que no se la podían y típicas cosas que se dicen en contra de esta carrera, en fin, luego de conversarlo con mi yo interior y seguir finalmente lo que me gusta y me quiero ver haciendo más adelante, este año me cambié a Comercial porque es lo que realmente me apasiona. Me convertí en Ayudante de puros ramos económicos; Macro I, Macro II, Contabilidad, entre otros y lo ramos que iba tomando cada vez me gustaban más, pero aún faltaba un escollo que superar, el ramo más “pateado” de la malla, que siempre te hace tope con todo, LPI; laboratorio de procesos industriales, uno piensa “para qué me sirve un ramo como este dentro de los comerciales”, “para qué lo voy a utilizar en la vida cotidiana”, “es un puro ir a perder el tiempo a Valparaíso y San Joaquín”, y el tema es que no es tan así, ahora se puede ver en in situ todo aquello importante en la posible industria que vayas a trabajar, generas respeto gracias al conocimiento que posees dentro de todas las áreas, es lo que marca la diferencia con los profesionales de otras universidades, pero aun así faltaba estar en los zapatos de lo técnico dentro de la carrera, y zapatos me refiero literalmente, ¡qué manera de ser insoportables los zapatos de seguridad!, pero cumplen su propósito.

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uando uno llega al taller de metalmecánica en San Joaquín, te vienen con toda la parafernalia de que tienes que llegar a la hora, que la puntualidad es prácticamente lo más importante, tienes que llevar un delantal y si tienes overol aún mejor, que no se te vayan a olvidar los zapatos de seguridad ni firmar la “hojita”, pero todas estas cosas son absolutamente necesarias para el procedimiento dentro del taller, son sumamente importantes para el desarrollo de todas las actividades y si lo piden es por algo, y eso lo aprendí principalmente en la experiencia de soldadura.  

Siempre he pensado que lo teórico dentro de estas experiencias son irrelevantes, pero en soldadura es distinto, los mecanismos de seguridad y todas las medidas necesarias se ajustan a la importancia de hacer bien la pega, y más importante nuestra propia seguridad, mal que mal estamos trabajando a altísimas temperaturas de las que no estamos acostumbrados y a herramientas que tampoco nunca hemos manejado.

La clase de soldadura, como decía, es distinta, partir por reconocerse en un tipo de prueba de diagnóstico en un principio sirve de mucho para generar confianza con el profesor, y mostrarse como es cada uno en la vida reconociendo fortalezas y debilidades, en particular mi fortaleza es la resiliencia, de la cual siempre me he aferrado y es lo que me ha faltado estos días para poder comenzar de nuevo dado a ciertos problemas que he tenido y mi debilidad era algo distinta a la de los demás, en mi caso es lo perfeccionista que soy a veces en la vida con ciertas cosas que me interesan y hago, todo aquello se puso a prueba en la segunda semana de soldadura, la que fue completamente distinta a la primera, pero de eso hablaré en los próximos párrafos. En una primera clase donde podía dominar el electrodo, podía hacer todo aquello que se me solicitaba de una manera claramente no perfecta, pero de una manera suficientemente correcta para ser primera vez al realizarlo. Mi pulso no siempre ha sido el mejor, ni menos la espera o la paciencia para realizar un trabajo como este, pero me esforcé por entregar lo mejor de mí, sin importar el calor o la cantidad de prendas que podía tener encima e incluso la incomodidad de los zapatos de seguridad que cada hora que pasa, se hacen más pesados al tener que estar todo el día de pie en el taller.

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