Principales paradigmas de las ciencias sociales y sus presupuestos epistemológicos
Enviado por • 19 de Febrero de 2015 • 681 Palabras (3 Páginas) • 345 Visitas
El establecimiento del enfoque metodológico para aprehender los significados del actor, llevó a retomar la discusión entre los principales paradigmas de las ciencias sociales y sus presupuestos epistemológicos. 1
Al respecto, es conveniente recordar que el paradigma positivista concibe a la realidad como algo dado. Esta posición se contrapone con las premisas fundamentales del enfoque teórico-metodológico que se sigue: la concepción dinámica del sujeto y de la realidad como dándose.
Dentro del paradigma positivista, la validez de la teoría se presupone a priori, lo que, de acuerdo con De la Garza (2001), tiene implicaciones en el acto mismo de la investigación, ya que se tiende a confundir descripción y normatividad, propiciando que la explicación de la realidad empírica se limite a buscar las tendencias deseables, de acuerdo al modelo teórico establecido. En cuanto al uso de las técnicas de recolección, este paradigma conduce a recabar el dato empírico en su objetividad. En ese sentido, la información obtenida sólo permitía explicar qué estrategias empresariales se habían emprendido, mas no el proceso de decisión a partir del cual se llegó a ellas. En otras palabras, sólo conducía a captar la estrategia por la vía objetivista de su resultado. Esta limitante del paradigma positivista, y particularmente del método hipotético-deductivo, llevó a indagar otras opciones.
En cuanto al paradigma interpretativo o hermenéutico, éste reivindica al sujeto en el proceso de construcción de la realidad social, toda vez que la realidad es entendida como significativa e intencional, y son precisamente los individuos los únicos que pueden darle intencionalidad a la realidad. Es decir, que en la hermenéutica subyace una concepción del hombre como ser creativo, y en razón de esta concepción se cuestiona la posibilidad de un conocimiento de lo social que suprima la consideración de los propósitos y las intenciones subjetivos, los cuales sólo se manifiestan imperfecta y parcialmente en las consecuencias observables de la acción, lo que hace a lo social inaccesible a los esquemas causales positivistas.
A diferencia del paradigma positivista, para la hermenéutica la interpretación media en la formulación de toda observación y el dato es un momento de la vida.2
En razón de lo anterior, si sólo se tiene acceso a la realidad por conducto de las interpretaciones subjetivas, los métodos deben de incluir procedimientos que privilegien el conocimiento de los mecanismos interpretativos. El método que permite llegar al mundo interior del sujeto y describir los actos intencionales y mentados, va a ser el método comprensivo.
Con base en las consideraciones anteriores, la perspectiva hermenéutica o interpretativa daba la posibilidad metodológica de reconstruir el sentido
subjetivo de las decisiones empresariales. Sin embargo, era importante considerar que los procesos de comprensión e interpretación constituyen una dimensión metodológica junto con otras dimensiones de análisis que no se deben excluir. Se trata de la dimensión estructural, pues ambas dimensiones de análisis son complementarias.
Con lo anterior se quiere puntualizar que, aún y cuando se le da énfasis a la dimensión de la subjetividad, no interesa el dato subjetivo en sí mismo, sino como un nivel de la realidad social que deberá articularse con otros niveles.
Una propuesta metodológica que logra incorporar las dimensiones objetiva y subjetiva de la realidad, es la metodología de la reconstrucción.3 Esta metodología rescata al sujeto como constructor y al objeto como espacio de posibilidad. Desde esta perspectiva, la subjetividad se halla ligada a la objetividad, pero lo más importante es que concibe que la realidad no está dada de antemano. Esta perspectiva metodológica no se ciñe a las relaciones teóricas, sino que mantiene una actitud abierta y crítica ante cada aspecto de la realidad y a las posibles relaciones que se puedan establecer (De la Garza, 2001).
La metodología de la reconstrucción se engarza con el enfoque del configuracionismo, puesto que la configuración es un concepto flexible y abierto, alternativo al concepto estándar de teoría. Una configuración admite conceptos teóricos y otros del lenguaje común. Igualmente, abandona la idea de que en el lenguaje como en la realidad todo tiene que ser coherente, sustituyéndola por la idea de que las conexiones en un todo pueden ser duras o laxas, con contradicciones, discontinuidades y disfuncionalidades (De la Garza, 2001).
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