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Relación entre el ser humano y los bosques, destacando la transformación de estos ecosistemas

Miguel Aquino JaveTutorial17 de Junio de 2018

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CAJAMARCA

ESCUELA DE POST GRADO

MAESTRIA EN CIENCIAS: GESTION AMBIENTAL

ECONOMIA AMBIENTAL

MONOGRAFIA: EXPLOTACION FORESTAL

Alumnos:

DANIEL ALVA HUAMÁN

DEYSI GUTIÉRREZ GUTIÉRREZ

JUAN VARGAS |

RONALD ORTIZ ALFARO

JESÚS ANTONIO VERA GOICOCHEA

Cajamarca; Julio 2013

INTRODUCCIÓN

Cuando el hombre todavía no había empezado a cultivar la tierra, esta aparecía en gran medida cubierta de bosques, salvo en las regiones polares, en las altas montañas y en parte de las regiones muy secas (desiertos). Prácticamente debe considerarse al hombre como el gran responsable de que los bosques hayan tenido que ceder su lugar a tierras de cultivo, estepas, paramos, dunas movedizas o rocas. Así, en los lugares en que el hombre primitivo quemo bosques para cultivar o criar animales, nacieron las estepas; en las pendientes montañosas, donde se practicó la tasa de árboles, el suelo fértil fue arrastrado por la erosión y no quedaron más que rocas. Lamentablemente, en muchas regiones de población humana densa, ya no crecen árboles que no hayan sido plantados por el hombre.

El bosque desempeña una función útil en el plano económico como productor de materia prima, la madera, incluso en los países que poseen solo un porcentaje reducido de terreno cubierto por bosques. Sin embargo, los bosques no son únicamente una fuente de madera, dado que de ellos pueden extraerse también otros productos comercializables tales como celulosa para la fabricación de papel, esteras (rattan) para la fabricación de muebles, follaje para animales, materiales para la industria farmacéutica y para la investigación bioquímica (se dice que muchas de las curas para las enfermedades que atacan y atacaran en el futuro a la humanidad se podrían encontrar en los bosques tropicales), etc. Más aun, es imprescindible señalar que la importancia de los bosques no radica solamente en el beneficio económico  que puede obtenerse de ellos, sino también otros beneficio, llamados riquezas no económicas, que forman parte del valor económico total de un bosque (VET) y que no se transan en mercados, lo cual dificulta una evaluación de su precio. Algunos ejemplos de estos beneficios no económicos son.

  • Conservación de la fauna y flora salvajes.
  • Protección contra la contaminación: función de los bosques como pulmones de los pueblos y ciudades.
  • Recreación y ecoturismo.
  • Estética de pueblos y ciudades, etc.

El presente capitulo tratara de enfocar el manejo de bosques desde una perspectiva económica, haciendo énfasis en el logro de la eficiencia, tanto privada como social. Se tomara a la madera como el principal recurso forestal explotable. Para esto, se empezara con una breve descripción de como es el comportamiento del valor de una porción de bosque a lo largo del tiempo y el dilema de cuando cortar  los árboles. Acto seguido, se pasara a describir la optimización de uso de bosques desde el punto de vista de la empresa y de la sociedad, para finalmente tocar el tema del manejo del bosque como un conjunto de miniáreas, cada una con características distintas.

CAPITULO I. Manejo eficiente

El presente análisis económico del manejo eficiente de los bosques se centra, principalmente, en la madera como producto comercializable que puede ser extraído de un bosque administrado. Posteriormente, se analizara el uso eficiente de los bosques desde el punto de vista social, el cual incluye todos los beneficios que los bosques otorgan, tanto económico como no económicos.

La inclusión de riquezas no económicas en el contexto de una análisis económico es muy complicada y pasa al plano subjetivo, debido a que la cuantificación monetaria que se les de depende de las preferencias de la sociedad que toma la decisión. Sin embargo, estas riquezas deben tenerse presentes para realizar un uso socialmente óptimo de los bosques, dado que la sociedad podría darles mucho valor, con lo cual la actividad maderera sería prácticamente prohibida.

  1. Atributos especiales de los bosques

Los bosques, como recurso natural, presentan ciertas características que los hacen especiales respecto del resto de recursos renovables. Algunos de estas son:

  • Los árboles pueden ser considerados tanto un producto (output) como un bien de capital: al ser talados, los árboles se convierten en commodities. Sin embargo, cuando están en el bosque, los arboles incrementan su valor conforme avanza el tiempo (en un rango temporal considerable), ya que la cantidad de madera potencialmente extraíble va aumentando conforme cada árbol gana edad.
  • El periodo entre la inversión inicial (plantación) y la recuperación de la misma (tala) es particularmente extenso: periodos de veinticinco años son comunes en la industria forestal, pero no en el resto de industrias.
  • Los bosques generan una serie de externalidades positivas, tales como la protección cuencas, contra la erosión de suelos, protección contra vientos, provisión de sombra, reservas de biodiversidad, etc. Por otro lado, son particularmente susceptibles a ser receptores de externalidades negativas tales como la contaminación del aire y aguas por parte de otras actividades industriales.

Cabe resaltar que el crecimiento de un stand de árboles está sujeto a muchos factores, de los cuales solamente algunos pueden ser controlados por el hombre. Estos factores son:

  • Clima
  • Productividad de la tierra.
  • Cuidado destinado a los arboles (silvicultura)
  • Pestes y enfermedades.
  • Las especies de árboles con que se  está trabajando.
  1. La dimensión biológica

En un  bosque, natural o preparado por el hombre, la cantidad de madera con potencial de explotación, f(t), crece conforme los arboles ganan antigüedad (t), siguiendo cierto patrón. Asumiendo que se cuenta con un stand de árboles plantado simultáneamente, su crecimiento pasa por diversas fases (ver gráfico 01 (a)).

Inicialmente cuando los árboles son jóvenes, el incremento generado en el volumen de madera es lento, mientras que la altura presenta crecimientos considerables. Posteriormente, se tiene un periodo de crecimiento rápido y sostenido, en el que el volumen de la madera contenido en los arboles crece considerablemente. Finalmente, se llega a una etapa de culminación en la cual el crecimiento del volumen se estanca e incluso, en algunos casos, llega a decaer, ya sea por el deterioro de los árboles, ataque de enfermedades, peste o incremento de la tasa de mortalidad.

En el gráfico 01, se pueden apreciar dos relaciones importantes. La primera es la curva de crecimiento marginal en volumen, f(t), que muestra el incremento adicional en el volumen de madera de un stand de un periodo a otro. La otra relación es el crecimiento promedio en volumen, f(t)/t, que mide el incremento de de madera de un periodo de tiempo al siguiente. Se debe tener en cuenta que, en la actividad forestal, el incremento generado en el volumen de madera no puede ser tratado como en otros sectores tales como la pesquería, donde es posible extraer el incremento anual de peces y garantizar de este modo una producción sostenida y razonable que preserve el recurso. Por el contrario en el caso de un árbol, no es posible cortar solo el incremento ganado año tras año, sino que el corte e total. Por esta razón se le otorga gran importancia al dilema de la obtención del periodo óptimo de rotación, que es como se define el lapso de tiempo que debe transcurrir entre la plantación y la tala del stand de árboles. Existen diversos criterios para obtener dicho periodo, desde aquel que considera únicamente el volumen de madera hasta el económico, que sugiere maximizar el valor presente de los beneficios netos de la madera. La decisión de adoptar cierto periodo de rotación determina el tiempo que el capital invertido debe esperar para liquidarse y el tamaño del inventario de madera que debe mantenerse para asegurar un nivel dado de producción.

Grafico 01: Relaciones entre el volumen de madera almacenado en un stand de bosque y su antigüedad

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  1. Rentas de tierras competitivas

Antes de iniciar el desarrollo de un modelo que permita explicar la obtención máxima de un periodo de rotación, se debe introducir el concepto de renta de la tierra. Todo empresario forestal debería contemplar el pago de una renta por el uso exclusivo de la tierra.  Si la tierra fuera de su propiedad, deberá pagarse a si mismo un índice del costo de oportunidad que está perfectamente determinado en un mercado  libre y competitivo; por el contrario, si la tierra es alquilada a un tercero, el pago se hace al propietario de dicha tierra, por ejemplo el gobierno, en caso de tratarse de tierras públicas.

El nivel de renta esperado se fijará de acuerdo con el nivel de escasez de la tierra. En el caso de que la tierra apta para el cultivo de la madera que la sociedad requiere esté limitada y se encuentre cerca del mercado objetivo para evitar costos de transporte, su arriendo competitivo seria alto; por el contrario, en el caso de una gran abundancia de tierras, la renta tendería a ser cero.

  1. Periodo óptimo de rotación: eficiencia privada

Tradicionalmente, en el sector forestal, se aplicó el criterio de hacer máximo el rendimiento de un bosque; es decir, el periodo óptimo de rotación era aquel que maximizaba el volumen promedio de madera extraíble de un bosque. Este criterio, denominado “máximo rendimiento sostenible”, es defendido por profesionales forestales (biología, botánicos) sin tomar en cuenta un análisis económico.

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