Repercusiones de la tecnología en los estudiantes

Repercusiones de la tecnología en los estudiantes y su uso como
parte del proceso de enseñanza

Yaniris Cirilo Vega

F00105364

Universidad Interamericana de Puerto Rico, Recinto Metropolitano

EDUC 5024 (Sección 201613.20996)

Dra. Vanessa M. Besosa

12 de octubre de 2015

TABLA DE CONTENIDO

1. Resumen        3
2. Introducción        4-5
3. Contenido

1. Las tecnologías en la educación        5-9
2. Ventajas de la tecnología        9-10
3. Desventajas de la tecnología        10-11

1. Conclusión        11-13
2. Bibliografía        14

RESUMEN

Los constantes cambios tecnológicos en nuestra era han transformado significativamente nuestra forma de vivir, por consiguiente, también nuestra forma de aprender. No sólo se están viendo afectados los procesos de enseñanza y aprendizaje, sino que también se han trastocado profundamente las conductas de los individuos, la interacción en las relaciones interpersonales y el desempeño de roles familiares y sociales. Hemos de analizar qué repercusiones tiene en los estudiantes el uso de la tecnología por parte de los educadores y si puede ser considerada una herramienta o un elemento distractor.

        Este escrito presenta una apreciación de cómo nos imaginamos y entendemos las tecnologías en la educación, o sea, la adaptación de las escuelas a las nuevas tendencias de las tecnologías entre la formación y desarrollo humano con calidad de vida en nuestros estudiantes en pleno siglo XXI.  Es sumamente común escuchar y leer que las tecnologías han revolucionado nuestra forma de ver y entender el mundo, nuestra de forma de pensar, de comunicarnos y hasta de aprender. Las tecnologías nos enfrentarán  a nuevos y numerosos retos en el proceso enseñanza-aprendizaje y están cada vez más presentes en nuestra sociedad (Romero, Tena, R. 2008).  

        Este trabajo es el resultado de una amplia búsqueda bibliográfica hacia la comprensión y transformación del proceso de aprendizaje-enseñanza en las tecnologías  de la educación en los estudiantes.  En ocasiones, estas contradicciones contraponen la enseñanza a distancia con la educación presencial, y limitan el empleo de las tecnologías a un tipo u otro de aprendizaje.  Abordar el tema y sus relaciones con la educación es reconocer la evolución que tienen los soportes y sus incidencias sobre la gestión educativa.  Sin embargo, el movimiento constante y continuo que tiene el desarrollo de las tecnologías hace difícil señalar con gran precisión los cambios y ajustes que tendrían que hacerse a la educación para adaptarse a la velocidad actual de dicha movilidad.  “El mundo digital nos ha acostumbrado a que mañana sea ayer” (Scolari, 2009).  Pero, debemos reflexionar, comprender y analizar cómo el uso y desarrollo de las tecnologías en la educación influyen positiva o negativamente sobre las desigualdades en el empleo, nivel socioeconómico, el mundo digital, las relaciones de dominio, las situaciones sociales, entre otras que tienen correlación directa sobre el sistema educativo, la cotidianidad en la vida social y cultural de individuos o sectores sociales (Méndez, P.J., 2012).  Debemos auscultar las siguientes preguntas:

• ¿Qué tanto hay de cierto en que se avanza con las tecnologías?
• ¿Cómo afecta el uso del televisor, celulares, internet, redes sociales, etc. a los niños y jóvenes?
• ¿Cómo utilizar las tecnologías para hacer frente a las prácticas educativas y en los currículos para aprender y ayudar a los estudiantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje?
• ¿De qué cosas debemos proveer a los profesores?
• ¿En qué punto la tecnología deja de ser una herramienta y se convierte en un elemento distractor?

Este tipo de interrogantes y las reflexiones al respecto por parte de los especialistas y autores estudiosos del tema, forman la parte sustancial de este trabajo, destinado a maestros y profesores, quienes día a día ven cómo se están modificando las actitudes de los niños y jóvenes al entrar en contacto con las tecnologías en la actualidad diversificadas y al acceso de todos.  

Las tecnologías en la educación

Vivimos en una sociedad en crecimiento constante con las ventajas y las grandes posibilidades que la comunicación y la información nos ofrecen como individuos y como sociedad. Intentar entender y valorar el impacto educativo de las tecnologías, con los contenidos y tareas de aprendizaje es una encrucijada de influencias, es un impacto en la educación y es una realidad de cómo aprender, de pensar y de vivir (Coll, C. L. Monereo, C., 2011).

Sin embargo, debemos preguntarnos como individuos qué tan conscientes somos del sentido que las tecnologías pueden tener; qué tan hábiles somos para aprovechar sus ventajas; cómo interactuamos frente a las tecnologías para la información y la comunicación, y, sobretodo, cómo queremos enseñar a nuestros hijos y a nuestros estudiantes, a ser usuarios de estas diversas tecnologías que existen en nuestra sociedad y en el mundo.

En la vida cotidiana, los niños y jóvenes desde temprana edad tienen acceso a dispositivos electrónicos como televisores, reproductores digitales de música, teléfonos inteligentes, computadoras, “tablets”, consolas de videojuegos, etc.  Según un estudio realizado por Kaiser en 2009, los niños entre 8 y 18 años están comprometidos con los medios digitales una media de 7.5 horas por día, lo que supone un problema, ya que no se recomiendan más de 1 a 2 horas diarias.

        En los últimos años se han introducido en la enseñanza diferentes recursos tecnológicos, tales como: el satélite, la videoconferencia, la computadora  (correo electrónico, el Internet, las páginas electrónicas (home page), los chats, entre otros.  De acuerdo a Ferreiro y De Napoli (2006), la aparición de nuevas tecnologías en los últimos años, y su empleo en la sociedad, ha impuesto nuevas posibilidades de organizar el proceso de aprendizaje escolar.  Esto constituye un reto tanto en el plano pedagógico como en el plano tecnológico.  También indican estos autores, que introducir la tecnología por los conocimientos en la educación es absurdo, y más tarde resultará una frustración.  De lo que se trata es de emplear los recursos tecnológicos convencidos de que éstos permiten hacer las cosas mejor y optimizar el proceso de aprendizaje, entre ellos, el trabajo del maestro como profesional y no como un mero técnico que aplica lo que otros norman y orientan.  

        Por otra parte, Gómez Ávalos (2008) indica que el empleo de las tecnologías en la educación crea una situación educativa centrada en el estudiante, y esto fomenta su autoaprendizaje, así como el desarrollo del pensamiento crítico y creativo, mediante el trabajo cooperativo y el acceso directo a la información.  Además, intensifica y diversifica la participación de los estudiantes, convirtiendo a cada estudiante en un participante activo en su proceso de aprendizaje; hace posible la interacción maestro-alumno; aplica la concepción constructivista de enseñar y aprender; y desarrolla un ambiente psicoafectivo en los estudiantes.

        Betti, S. (2013) indica en su artículo que con cada avance tecnológico se han percibido cambios en los paradigmas relacionados con la lectura y escritura en nuestros estudiantes.  Es por esta razón, que en la actualidad se está produciendo un nuevo analfabetismo. Esto significa que muchos niños, jóvenes y adultos al utilizar las tecnologías (computadoras, celular, entre otros) escriben omitiendo letras o palabras.  Éstos olvidan todas las reglas explícitas que rigen pragmáticamente el uso de la lengua, y que ocasionan a menudo numerosos malentendidos que se producen debido a normas que son diferentes según las clases sociales, el género, la cultura, entre otros, colocando de manifiesto la necesidad de esta adecuación sociolingüística.  Actualmente, la escritura está fuertemente medida por la tecnología.

        Por consiguiente, Salazar, J. (2009) especifica en su artículo que las personas utilizan un lenguaje de expresiones ineptas al escribir mensajes de texto.  Se evidencia una despreocupación tan desmedida en el uso de la ortografía para la comunicación.  Según el autor, el uso del Chat como herramienta telemática para la comunicación en la red ha contribuido a tergiversar los usos correctos del español, basado en la rapidez e inmediatez de la comunicación, y por esta influencia negativa en los hábitos de escritura, se ha criticado su uso como diversión.  Desde el punto de vista lingüístico, la no observancia de las normas de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) en la actualidad ha condicionado que se desarrolle una vergüenza lingüística de los usuarios de estas herramientas ante los errores ortográficos, la omisión de letras o palabras en el discurso telemático.  Muchas de estas transformaciones se concretan en el lenguaje de los mensajes de textos en uso de abreviaturas coloquiales, desaparición de las tildes, interpretación y supresión del uso de letras, palabras en inglés (pliz); no uso de mayúsculas ni minúsculas; aparición de acrónimos (mñn- mañana); uso de números con valor fonológico (3men2); uso de onomatopeyas; repetición de signos  de puntuación;  simplificación  de la sintaxis (desaparición de artículos, preposiciones, adverbios, etc.) entre otros.

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