LA TECNOLOGÍA, EL CAMBIO QUE NECESITAN LOS ESTUDIANTES DEL SIGLO XXI
Enviado por Cristian Felipe Barajas Hernandez • 11 de Febrero de 2016 • Ensayos • 1.611 Palabras (7 Páginas) • 228 Visitas
ENSAYO TECNOLOGIA EN LA EDUCACION
CRISTIAN FELIPE BARAJAS HERNÁNDEZ
11° C
COLEGIO CALASANZ CUCUTA
ORDEN RELIGIOSA DE LAS ESCUELAS PÍAS-PADRES ESCOLAPIOS
AREA DE LENGUA CATELLANA Y HUMANIDADES
Cúcuta, Norte de Santander
2015
LA TECNOLOGÍA, EL CAMBIO QUE NECESITAN LOS ESTUDIANTES DEL SIGLO XXI
CRISTIAN FELIPE BARAJAS HERNÁNDEZ
11° C
Docente:
IGNACIO SORIANO CARRERAS
COLEGIO CALASANZ CUCUTA
ORDEN RELIGIOSA DE LAS ESCUELAS PÍAS-PADRES ESCOLAPIOS
AREA DE LENGUA CATELLANA Y HUMANIDADES
Cúcuta, Norte de Santander
2015
La Tecnología, el cambio que necesitan los estudiantes del Siglo XXI.
La presencia de las nuevas tecnologías en todos los ámbitos de nuestra sociedad hace inevitable su uso en entornos educativos. En esta época los adolescentes son nativos digitales y, por lo tanto, incorporar la tecnología a la educación aportaría una serie de beneficios que ayudarían a mejorar la eficiencia y la productividad en el aula de clase (Garcia, 2015); todo esto en busca de explotar el máximo potencial de los alumnos.
La educación colombiana está viviendo un estancamiento en el cual, la necesidad de un cambio en el sistema educativo se hace inminente, y este debe ser la implementación de la tecnología en la educación. Estas situaciones se han dado en otros contextos del mundo, pero se han logrado solventar; por ejemplo en 1872, Japón se encontraba estancada en su desarrollo, viéndose inferior frente a las potencias occidentales, algo extraño de pensar hoy en día; pero todo esto cambio el día en el que aprobaron el Código Fundamental de Educación, el cual fue el principio de una transformación basada en la idea de que la ciudadanía era el principal recurso de la nación y que su futuro dependería de su capacidad de prepararla mejor (Jimenez, 2015).
Según un documento infográfico elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), si se realizará un mundial de educación, en el cual se disputará un título por los resultados escolares, Colombia sería el último. Con esto se demuestra una vez más el sistema educativo retrógrado que se maneja en el país; con los estudiantes a la espera de un cambio como lo es la implementación de la tecnología. Pero para que esta sea efectiva, es necesario tener en cuenta cuatro claves fundamentales: la participación activa por parte del estudiante, la interacción continua entre el estudiante y el maestro, la colaboración del grupo de clases y la conexión en tiempo real con la web. Gracias a estos pasos se lograría que, la tecnología se vuelva parte del proceso rutinario de clases, sea cómoda de utilizar y refuerce los currículos trabajados (Ortiz, 2011). Además de que traería consigo ventajas como lo son: la facilitación del trabajo en grupo, proporcionando el intercambio de ideas entre los estudiantes y el mundo; la alta variedad de información, que no se encuentra en los textos en papel de uso escolar; y el uso de recursos didácticos que existen en la red por parte de los docentes.
Según BBC news de Inglaterra, la educación mundial necesita un cambio, y la tecnología tiene el poder de transformar como aprende la juventud. Sin embargo, el gran problemas radica en cambiar los currículos pedagógicos que se han manejado a través siglos, ya que muchos de los padres de la nueva generación de alumnos no desean que estos se han tratados como conejillos de indias (Wakefield, 2015), sin tomar en cuenta que estos pudiesen llegar a ser los pioneros de una forma de enseñanza más fructífera.
Muchos dirán, como réplica, que en la mayoría de los colegios de Colombia se implementan computadores para la enseñanza, sin embargo lo que se desea no es que los niños aprendan computación, sino que se les ofrezcan experiencias de aprendizaje completamente nuevas, estrategias de construcción colaborativa de conocimiento, centradas en la obtención de resultados de calidad, medibles y demostrables. Los niños del siglo XXI están incorporando las tecnologías rápidamente en sus estrategias vitales, en sus maneras de ser y habitar el mundo; ellos son diferentes, piensan rápido, pueden hacer muchas cosas a la vez, no toleran largos discursos, buscan resultados simples y rápidos, se niegan a ser espectadores pasivos, exigen ser actores y protagonistas (Severin, 2010).
Para este nuevo método de enseñanza, con la tecnología a la cabeza, los contenidos curriculares siguen siendo claves, pero serian diferentes. ¿Qué sentido tiene aprender algunas fechas, biografías, fórmulas, y rutinas de memoria, apenas entendiéndolas, si todas están a un clic de distancia en Google? ¿No deberíamos destinar el tiempo de la escuela a comprender, a contextualizar, a relacionar, a utilizar el contenido de manera creativa para comunicar ideas, a crear nuevo conocimiento? Estas son algunas de las preguntas que surgen a diario en las aulas de clase cuando los estudiantes no entienden la forma en que les enseñan, ni las razones por las cuales les enseñan determinado tema (Severin, 2010).
Colombia está educando a sus jóvenes sin darse cuenta que lo que estos de verdad necesitan para su futuro; un pensamiento crítico, creatividad e innovación, comunicación y colaboración, entre otras. Esta educación no se está proponiendo formal y explícitamente el desarrollo de estas habilidades, está dando la espalda a sus estudiantes, les está dificultando su desempeño como trabajadores, como profesionales y como ciudadanos (Severin, 2010). Parafraseando un poco al expresidente estadounidense, Bill Clinton, e su campaña electoral en 1992: “!es la educación, estúpido¡”. La educación es la respuesta, sin embargo lo que tienen hoy los alumnos colombianos es una educación pasada e incompleta para el siglo XXI.
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