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SALUD OCUPACIONAL

fjtafurl15 de Octubre de 2013

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ERGONOMÍA

Trabajo en posición sentado

Conozca las consecuencias de mantener una postura de trabajo sentada inadecuada

Tomado de:

Seguridad aL Día 303

Consejo Colombiano de Seguridad

La postura sentada es la posición de trabajo más confortable, ya que ayuda a reducir la fatiga corporal, disminuye el gasto de energía e incrementa la estabilidad y la precisión en las acciones desarrolladas. Sin embargo, esta postura también puede resultar perjudicial para la salud si no se tienen en cuenta los elementos que intervienen en la realización del trabajo, principalmente, la silla y la mesa o el plano de trabajo y si no se dispone de la posibilidad de cambiar de posición de vez en cuando.

Las consecuencias de mantener una postura de trabajo sentada inadecuada son: molestias cervicales, abdominales, trastornos en la zona lumbar de la espalda y alteraciones del sistema circulatorio y nervioso que afectan, principalmente, a las piernas. Tanto en actividades del sector servicios como en el industrial muchas personas realizan su trabajo sentadas, por lo que es conveniente considerar los principales requisitos ergonómicos que deben reunir el asiento y el plano de trabajo, con el fin de lograr posturas confortables durante periodos de tiempo más o menos prolongados. A continuación, hacemos referencia a estas condiciones básicas y recordamos, al mismo tiempo, que aunque la posición sentado es la forma más cómoda de trabajar, mantener esta postura durante mucho tiempo puede llegar a resultar molesto. Por lo tanto, es aconsejable alternar la postura sentada con la de pie y, a ser posible, andar.

La altura del asiento de la silla debe ser regulable (adaptable a las distintas tipologías físicas de las personas). La ideal es la que permite que la persona se siente con los pies planos sobre el suelo y los muslos en posición horizontal con respecto al cuerpo o formando un ángulo entre 90 y 110 grados. La altura correcta del asiento es muy importante, ya que si ésta es excesiva se produce una compresión en la cara inferior de los muslos. Si el asiento es demasiado bajo, el área de contacto se reduce exclusivamente al glúteo (las piernas quedan dobladas hacia arriba cerrando el ángulo formado por los muslos y el cuerpo) provocando compresión vascular y nerviosa.

El respaldo de la silla también debe ser regulable en altura y ángulo de inclinación (adaptable a las distintas tipologías físicas de las personas). La función del respaldo es facilitar soporte a la región lumbar de la espalda, por lo que debe disponer de un almohadillado que ayude a mantener la curvatura de la columna vertebral en esta zona. El respaldo conviene que llegue, como mínimo, hasta la parte media de la espalda, debajo de los omoplatos y no debe ser demasiado ancho en su parte superior para no restar movilidad a los brazos.

Las sillas deben ser estables, su base de apoyo estará formada por cinco patas con ruedas. Es importante que las sillas puedan girar y desplazarse, de modo que se pueda acceder con facilidad a los elementos cercanos a la mesa de trabajo y se eviten los esfuerzos innecesarios.

El material de revestimiento del asiento de la silla es recomendable que sea de tejido transpirable y flexible y que tenga un acolchamiento de 20 mm de espesor, como mínimo. El material de la tapicería y el del revestimiento interior tienen que permitir una buena disipación de la humedad y del calor. Así mismo, conviene evitar los materiales deslizantes.

Los mandos que regulan las dimensiones de la silla se deben poder manipular de forma fácil y segura mientras la persona está sentada en ella.

Los reposabrazos son recomendables para dar apoyo y descanso a los hombros y a los brazos, aunque su función principal es facilitar los cambios de posturas y las acciones de sentarse y levantarse de la silla.

El asiento de la silla debe tener una superficie casi plana y el borde delantero redondeado para evitar la compresión en la parte inferior de los muslos.

Mantener una correcta posición de trabajo que permita que el tronco esté erguido frente al plano de trabajo y lo más cerca posible del mismo, manteniendo un ángulo de codos y de rodillas de alrededor de los 90 grados. La cabeza y el cuello deben estar lo más rectos posible.

El uso de reposapiés permite el ajuste correcto de silla-mesa cuando la altura de la mesa no es regulable. Se recomienda que tenga una profundidad de 33 cm y una anchura de 45 cm.

El plano de trabajo debe situarse teniendo en cuenta las características de la tarea y a las medidas antropométricas de las personas. La altura de la superficie de trabajo debe estar relacionada con la altura del asiento, el espesor de la superficie de trabajo y el grosor del muslo.

Cinturones ergonómicos

También llamados soportes de espalda o cinturones abdominales", fueron usados originalmente en terapias médicas de rehabilitación. Posteriormente, las fajas de seguridad han sido usadas por atletas en el levantamiento de pesas. Recientemente, se ha popularizado y existen en el mercado más de 70 tipos de cinturones.

En teoría, el cinturón es usado para reducir la fuerza sobre la espina dorsal, incrementar la presión abdominal, mantener alineada la espalda y reducir los esfuerzos mecánicos durante el levantamiento. También, para recordarle al trabajador el evitar malas posturas, levantar cargas pesadas, entre otros.

En respuesta al incremento de trabajadores que confían en los cinturones ergonómicos como elemento preventivo de lesiones por levantamiento de cargas, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, pertenecientes al Instituto Nacional de Salud y Seguridad Ocupacional de Estados Unidos, realizó entre abril de 1996 a abril de 1998 un estudio para determinar de manera estadística la efectividad de este elemento.

Dicho estudio no encontró evidencias que hagan recomendaciones de cinturones ergonómicos como medida de prevención de lesiones y dolor de espalda en pacientes que manipulan objetos pesados,en este se entrevistaron a 9.377 empleados de 160 almacenes los cuales estaban encargados del manejo de carga.

Algunos de los resultados del estudio fueron:

No hubo diferencia estadística significativa entre el porcentaje de enfermedades de espalda entre los trabajadores que usaron el cinturón todos los días (3.38 % casos) y los trabajadores que nunca lo usaron o lo usaron una o dos veces al mes (2.76 % de casos).

No hubo diferencia estadística significativa entre los casos de dolor de espalda reportado por los trabajadores quienes usaron el cinturón cada día (17.1%) y los casos de dolor de espalda reportado por los trabajadores que no lo usaron más de una o dos veces al mes (17.5 %).

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Las conclusiones finales del estudio son:

Los cinturones ergonómicos no deberían ser consideradas como equipo de protección personal.

Los cinturones ergonómicos no deberían ser recomendados para su uso en situaciones ocupacionales.

El Instituto Nacional de Salud y Seguridad Ocupacional de Estados Unidos (NIOSH) basa sus conclusiones en los siguientes hallazgos:

El uso de los cinturones ergonómicos puede producir esfuerzos al sistema cardiovascular.

El uso de fajas de seguridad limita la movilidad y puede reducir la flexibilidad y elasticidad de los músculos y tendones, contribuyendo, potencialmente, a las lesiones de espalda.

FUENTES CONSULTADAS

http://darsegu.com/fajas.html

Elaborado por: CISTEMA - SURATEP

Nota: La información anterior se proporciona a manera de orientación. Está basada en fuentes consideradas veraces, y acatarla o no depende exclusivamente del usuario. El autor no se hace responsable por las consecuencias derivadas de la aplicación de estas recomendaciones.

Conocer su cuerpo

Todos los clips anteriores referentes al puesto de trabajo solo buscan que al utilizar el cuerpo, usted no adopte posturas o realice gestos que generen cargas que deterioren los tejidos y por consiguiente generen daños.

Recuerde que el sistema osteomuscular está compuesto por tejidos (Huesos, músculos, tendones, cartílagos, entre otros) que son capaces de soportar cargas, pero tienen un límite.

Este límite se puede ver afectado por varios factores:

La repetitividad. Repetir un gesto con una alta frecuencia o mantener una actitud postural por un período de tiempo (pueden ser hasta segundos) no permite a los tejidos reposarse y entonces cada vez se cansarán y tendrán menor capacidad para soportar las cargas.

La postura. Una postura externa puede aumentar las cargas en los tejidos porque obliga a los músculos a generar mucha más fuerza.

La magnitud de la fuerza. Es preferible para un tejido muscular, como cualquier otro material, tener que soportar cargas pequeñas.

Recuerde que cada parte del cuerpo tiene una función específica que cumplir y que está expuesta a daños según se le utilice.

¿Qué hacer para mejorar sus condiciones de trabajo?

Lo primero es conocer sus limitaciones propias (físicas y sensoriales) como ejemplo: daños osteomusculares agudos (por accidentes) o crónicos (Exponer un tejido a altos esfuerzos por mucho tiempo) en la columna, en

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