TECNOLOGÍA DEL CONOCIMIENTO
GUTC068 de Junio de 2014
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MODELOS DE GESTION DEL CONOCIMIENTO
TEORIA
MODELO
REALIDAD
Gestión del Conocimiento
La gestión del conocimiento es un medio para desarrollar organizaciones que aprenden. Una organización que sabe cómo gestionar su conocimiento, es una organización que ofrece un ambiente propicio para que su gente aplique todo su talento y logre un mejor desarrollo profesional, logrando así que la organización esté mejor preparada para afrontar el entorno actual y futuro. Tal conocimiento es usado en el día a día para mejorar procesos, agilizar la resolución de problemas e incrementar la competitividad. La Gestión del Conocimiento pretende poner al alcance de cada empleado la información que necesita en el momento preciso y oportuno para que su actividad sea productiva y efectiva. El modelo debe ser sencillo, y de fácil aplicación. Debe estar basado en cuatro pilares fundamentales: cultura, políticas, confianza y compromiso. Tanto la cultura como las políticas, deben estar orientadas y fomentar esta práctica, ya que lograr que la gente comparta su conocimiento, presupone haber logrado su confianza, y un compromiso por parte de la organización hacia su gente. El modelo debe funcionar como un engranaje o una secuencia coherente y en constante movimiento, en el que se cumplieran los siguientes pasos:
Identificar los requerimientos y la información relevante.
Transformar esa información en conocimiento.
Codificarlo y almacenarlo.
Compartir el conocimiento.
Darle valor agregado al conocimiento almacenado para su reutilización.
El proceso es llevado a cabo con el objetivo de fortalecer la estrategia de la compañía gracias a la alineación de la cultura (Cultura de Gestión del Conocimiento) la tecnología (herramientas de Gestión del Conocimiento) los procesos y las necesidades organizacionales. Algunas de las ventajas percibidas gracias al proceso de Gestión del Conocimiento son:
Detectar: Definir el proceso para localizar modelos cognitivos y activos de valor para la organización, el cual radica en las personas. Son ellas, de acuerdo a sus capacidades cognitivas (modelos mentales, visión sistémica, etc.) quienes determinan las nuevas fuentes de conocimiento de acción.
Seleccionar: Evaluar y elegir del modelo en torno a un criterio de interés. Los criterios pueden estar basados en criterios organizacionales, comunales o individuales, los cuales estarán pueden agruparse en tres grupos: Interés, Práctica y Acción.
Organizar: Almacenar de forma estructurada la representación explícita del modelo.
Filtrar: Una vez organizada la fuente, puede ser accedida a través de consultas automatizadas en torno a motores de búsquedas. Por ejemplo puede darse el caso en que las búsquedas se basen en estructuras de acceso simples o complejas, tales como mapas de conocimientos, portales de conocimiento o agentes inteligentes.
Presentar: Los resultados obtenidos del proceso de filtrado deben ser presentados a personas o máquinas. En caso que sean personas, las interfaces deben estar diseñadas para abarcar el amplio rango de comprensión humana. En el caso que la comunicación se desarrolle entre máquinas, las interfaces deben cumplir todas las condiciones propias de un estándar, infraestructura, protocolo o interfaz de comunicación.
Usar: Es la forma como emplear el uso del mismo lo cual reside en el acto de aplicarlo al problema objeto de resolver. De acuerdo con esta acción es que es posible evaluar la utilidad de la fuente de conocimiento a través de un feedback.
Siguiendo cada uno de estos pasos de puede filtrar contenido importante y aprovechar al máximo el valor intangible que este en la empresa; por lo tanto es posible desarrollar el concepto de proyecto de KM teniendo como objetivo generar las instancias que reflejen de manera práctica cada una de las etapas del proceso.
Construcción de comunidades de aprendizaje basadas en la colaboración.
Acceso fácil a información que se transforma en experiencia.
Agilidad en tiempos de respuesta a situaciones problemáticas e incremento de la productividad.
La Gestión del Conocimiento pretende poner al alcance de cada empleado la información que necesita en el momento preciso y oportuno para que su actividad sea productiva y efectiva. El modelo debe ser sencillo, y de fácil aplicación. Debe estar basado en cuatro pilares fundamentales: cultura, políticas, confianza y compromiso. Tanto la cultura como las políticas, deben estar orientadas y fomentar esta práctica, ya que lograr que la gente comparta su conocimiento, presupone haber logrado su confianza, y un compromiso por parte de la organización hacia su gente. El modelo debe funcionar como un engranaje o una secuencia coherente y en constante movimiento, en el que se cumplieran los siguientes pasos:
Identificar los requerimientos y la información relevante.
Transformar esa información en conocimiento.
Codificarlo y almacenarlo.
Compartir el conocimiento.
Darle valor agregado al conocimiento almacenado para su reutilización.
Principales modelos clasificatorios del capital intelectual
Modelo Intelect: El modelo responde a un proceso de identificación, selección, estructuración y medición de activos hasta ahora no evaluados de forma estructurada por las empresas.
Pretende ofrecer a los gestores información relevante para la toma de decisiones y facilitar información a terceros sobre el valor de la empresa. El modelo pretende acercar el valor explicitado de la empresa a su valor de mercado, así como informar sobre la capacidad de la organización de generar resultados sostenibles, mejoras constantes y crecimiento a largo plazo.
El Modelo Intelect plantea una categorización de los elementos del capital intelectual en tres tipos (bloques): humano, estructural y relacional.
El siguiente gráfico presenta los tres grandes bloques en los que se estructura el modelo, cada uno de los cuales debe ser medido y gestionado con una dimensión temporal que integre el futuro.
(Navas y Ortiz, 2002)
El Capital Relacional se refiere al conjunto de relaciones que la empresa mantiene con el exterior (EUROFORUM, 1998), o bien con los agentes internos. Dentro de este grupo podríamos incluir, entre otros, la lealtad de los clientes, la satisfacción del cliente, la notoriedad de la marca, la reputación de la empresa, así como las interrelaciones con proveedores y otros agentes.
Por lo tanto, se puede deducir que, estas tres formas de capital son las que capturan la esencia de cómo una compañía transforma sus habilidades y conocimientos en ventajas competitivas y valor empresarial. Sin embargo, a comienzos de la década de los 80, la empresa Skandia desarrolló una clasificación mucho más completa y jerarquizada, la cual retoma el concepto del valor de mercado de la empresa como la suma del capital financiero y el capital intelectual.
Navigator de Skandia. Este modelo fue desarrollado a seguimiento de estrategias de la empresa Skandia, la cual notó que la teoría tradicional de administración no parecía acomodarse a las empresas de servicio, sobre todo las que son de uso intensivo de conocimientos. Skandia desde el principio estuvo ligaba a la idea de que la fortaleza de una empresa estaba en valores ocultos como las competencias, relaciones con el mercado y procesos internos; y que era necesario captar estos valores, desarrollarlos y medirlos para tener una serie integrada y equilibrada de instrumentos para hacer crecer a la empresa. Leif Edvinson es el principal promotor del desarrollo de capital intelectual en la empresa como un valor visible y perdurable, para que pudiera ser vinculado con otras funciones del negocio, tales como desarrollo de negocios, recurso humano e informático.
El valor total de la empresa se forma de dos partes: capital financiero y capital intelectual. El primero incluye todos activos físicos y monetarios, y el segundo se refiere a los procesos y activos intangibles de la empresa, compuesto por la siguiente fórmula: Capital Intelectual = Capital Humano + Capital Estructural.
La representación del modelo se basa en la premisa de que el verdadero valor del rendimiento de una compañía está en su capacidad de crear valor sostenible persiguiendo una visión de negocio y sus estrategias, realizando actividades claves agrupadas en las áreas financiera, clientes, procesos, renovación y desarrollo, y factor humano. Una vez identificado el concepto de identidad de negocio, el siguiente paso es convertirlo en actividades clave del negocio. Cada actividad clave comprende indicadores que reflejan su razón o desempeño. Los indicadores se expresan en términos de formas de capital, para crear un lenguaje común entre el esquema teórico del sistema de capital intelectual y la práctica.
El Navegador de Skandia es un modelo que atiende la valuación y seguimiento de capital intelectual. La valuación está enfocada a medir el capital determinado índices sobre actividades que son importantes para la empresa. Cuando la empresa mide y entiende su capital intelectual, está en facultad de usar este conocimiento y compartirlo. Su organización se compone de áreas de enfoque:
(Edvinsson y Malone, 1999)
• Enfoque Financiero: representa la situación pasada de la empresa, una medición sobre el desempeño del negocio desde el contexto financiero. Parte de la obtención de datos financieros puros, desde ingresos, utilidades y retornos de capital. Después de filtran para obtener aquellas que
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