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Tratamiento De Vinazas

pepepper5 de Septiembre de 2014

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TRATAMIENTO DE VINAZAS DEL TEQUILA EN LOS ALTOS DE JALISCO

ÍNDICE.

INTRODUCCIÓN 2

NUEVOS USOS, VIEJAS PRÁCTICAS EN EL TRATAMIENTO DE LAS AGUAS RESIDUALES DEL TEQUILA EN LOS ALTOS DE JALISCO. 3

EL PROBLEMA: AGUAS CONTAMINADAS CONTAMINAN OTRAS AGUAS. 3

LAS POSIBLES SOLUCIONES: TRATAMIENTOS DE VINAZAS. 4

NUEVOS USOS Y VIEJAS PRÁCTICAS: RELACIONES ASIMÉTRICAS. 5

MEXICANOS INNOVAN TECNOLOGÍA DE TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES EN PLANTAS TEQUILERAS. 7

ARANDAS PODRÍA TENER PLANTA DE TRATAMIENTO. 7

PROFEPA, ENTREGA RECONOCIMIENTOS A 15 EMPRESAS TEQUILERAS. 8

CONCLUSIÓN. 10

BIBLIOGRAFÍA 12

INTRODUCCIÓN

El Tequila pega fuerte en el ambiente.

El tequila, impregnado en el ser nacional de los mexicanos, acompaña todo tipo de celebraciones familiares y festejos patrios. Pero muchos ignoran el sabor amargo que su industria deja en el agua y los suelos. Este licor, con un volumen alcohólico de 38 grados, proviene de la fermentación y destilación de azúcares del agave azul (Agave tequilana Weber), una planta de hojas gruesas y carnosas originaria de México.

Hay 118 fábricas de tequila, y 715 marcas. Sólo en Jalisco, considerado la cuna del licor, trabajan 38.000 personas. Entre enero y abril, se elaboraron 84 millones de litros, casi 40 millones se consumieron dentro del país y el resto se exportó.

Pero la tradición y el negocio del tequila tienen costos ambientales, sobre todo en el agua y los suelos. La obtención de un litro de tequila requiere al menos 10 de agua. Pero el efecto negativo no radica en el volumen de agua, sino en que ésta difícilmente se tratará y se descargará como residuo industrial, tanto en suelos como en arroyos o ríos. Además, son aguas contaminadas que contaminan otras aguas.

Por cada litro embotellado se generan cinco kilogramos de bagazo y entre siete y 10 litros de vinazas, el residuo líquido de la destilación de alcoholes. Las vinazas son ácidas, tienen un aceite que impermeabiliza los suelos y están a temperaturas altas cuando son vertidas. El ácido no es recomendable para la agricultura, debe neutralizarse. El aceite vuelve impermeables y duros los suelos, no sirven para la agricultura. Y donde se resquebrajan, las vinazas se filtran hacia los mantos freáticos. Sin embargo, según la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable de Jalisco, sólo una de las 67 tequileras de ese territorio cumple con la ley ambiental en cuanto a descargas de residuos en ríos y lagos.

En 2007, las autoridades realizaron 197 inspecciones, encontraron irregularidades en 51 destilerías y clausuraron dos.

Nuevos usos, viejas prácticas en el tratamiento de las aguas residuales del tequila en Los Altos de Jalisco.

La agroindustria del tequila es una de las que ofrece más empleos en la región de Los Altos de Jalisco en los últimos diez años; también es una de las más contaminantes de los cuerpos de agua que se integran al río Zula, en la cuenca del Lerma-Chapala-Santiago.

Específicamente entre las poblaciones de Arandas, Jesús María, San Ignacio Cerro Gordo y Atotonilco se encuentran establecidas cerca de 40 fábricas productoras de tequila, las cuales en su mayoría no cuentan con plantas tratadoras de las aguas residuales producto del destilado, conocidas genéricamente como vinazas. Éstas, como residuos industriales, son de las más contaminantes de las aguas superficiales y subterráneas y de la tierra donde son vertidas, debido a su alta concentración de materiales orgánicos biodegradables y no degradables.

Tradicionalmente estos residuos eran vertidos directamente, en cantidades considerables, al cauce de los ríos sin someterlas al mínimo proceso de tratamiento, contribuyendo así al deterioro ecológico regional. Sin embargo, en fechas recientes, debido a la regulación estatal que exige el cumplimiento de normas ambientales pero también a los grandes volúmenes de producción, a las condiciones en las cuales se encuentran los ríos (prácticamente secos a no ser en temporada de lluvias) y a la presión de las grandes empresas tequileras establecidas en Tequila, Jalisco, quienes enarbolan el compromiso ecológico como una estrategia política, los responsables de una industria tequilera de esta zona en cuestión, están dándole un nuevo sentido a las vinazas, volviéndolas un medio para estrechar vínculos entre los diferentes eslabones de la cadena productiva agave- tequila.

El problema: Aguas contaminadas contaminan otras aguas.

La contaminación de los ríos no es ninguna novedad, es más bien una práctica común en muchas partes del mundo y las industrias elaboradoras de bebidas alcohólicas no son la excepción al descargar sus aguas residuales en los diferentes embalses.

En términos generales, las descargas de aguas residuales de las industrias destiladoras, independientemente de cuáles sean las características de las vinazas, son muy agresivas para el medio ambiente, provocando serios daños en ríos, manantiales, arroyos y suelos a los cuales van a desembocar las tuberías de estas fábricas, pues estos residuos industriales presentan altos niveles de contaminación debido a su acidez o alcalinidad, altas temperaturas y una no menor demanda de oxígeno para oxidación de la materia orgánica.

De esta forma, el problema al cual se enfrentan los productores de licores en el mundo no es tan sólo qué hacer con las vinazas de por sí altamente contaminantes, sino ¿Cómo evitar que a su vez contaminen los cauces de los ríos?

Las posibles soluciones: Tratamientos de vinazas.

Los problemas provocados por no contar con proyectos sensatos en el tratamiento de vinazas han ido creciendo, al menos para el caso de las industrias tequileras, las cuales en los últimos años han aumentado radicalmente su volumen de producción.

De esta forma si al producir un litro de tequila se originan entre 9 y 11 litros de vinazas, para dimensionar las enormes cantidades de aguas residuales de tipo industrial causadas en estas factorías, habrá qué multiplicar los millones de litros de tequila producidos en un año por 10 para obtener la cifra relativa tan sólo a esta parte del proceso de elaboración de la bebida.

El problema de las vinazas no es nuevo pero está teniendo un cariz especial dados los costos cada vez mayores debidos, entre otros factores, a la extracción profunda de las aguas, lo cual provoca que los científicos se interesen por ofrecer alternativas para reutilizar las aguas o evitar las descargas de estos contaminantes en los afluentes de los ríos. Para el caso del tequila producido en Los Altos de Jalisco, además de este contexto habrá que agregar la vigilancia de la regulación estatal que ha venido haciendo en últimas fechas la Comisión Nacional del Agua (CNA), la Secretaría de Medio Ambiente Y Recursos Naturales (SEMARNAT), los Ayuntamientos Municipales así como por el Consejo Regulador del Tequila (CRT).

En el caso concreto de la industria tequilera pocos son todavía los intentos serios de resolver el problema de las vinazas. Una de las grandes empresas tequileras está experimentando un proceso anaerobio de tratamiento para convertir las vinazas en biogas de uso doméstico e industrial, pero también hace experimentos para la generación de electricidad. Este proyecto en el cual llevan invertidos más de once millones de dólares se encuentra lejos del alcance de la mayoría de los tequileros. Lo más común es encontrar unas cuantas plantas tratadoras de aguas subutilizadas o prácticamente abandonadas pues no logran conseguir un resultado satisfactorio.

Nuevos usos y viejas prácticas: Relaciones asimétricas.

En la región de los altos se ha encontrado que las vinazas son un problema tanto para los tequileros como para los agaveros y para las poblaciones cercanas a los ríos contaminados, pues es de ahí de donde obtienen el agua para el desempeño de sus actividades tendientes a su subsistencia.

Nunca hubo tantas empresas tequileras ni se produjo tanto licor como a partir del Tratado de Libre Comercio con América del Norte. En consecuencia, en la actualidad, el calendario agrícola ha sido modificado por los intereses de los tequileros de producir durante todo el año, así que los trabajadores han debido especializarse como trabajadores de campo o jornaleros del agave y otro sector como obreros industriales quienes ya no suspenden su actividad ni las fábricas detienen su ritmo, realizando prácticamente todos los días el proceso de alquitara, el cual provoca como resultado, un aumento en el volumen de las vinazas.

Para nadie es un secreto, por ejemplo en el caso

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