ANÁLISIS DE LOS VALORES EN EL ENTORNO FAMILIAR

Tener un valor es fundamental en nuestra vida ¿imagínate qué pasaría si viviéramos en un mundo en donde nadie viera como malo algo? Si, exacto, seríamos un verdadero caos. Éstos son una de las cosas que nos identifican de los demás seres vivos y son principios que nos hacen crecer como personas. Sirven para vivir en una sociedad en armonía y para hacerse rico sin que nadie lo sepa.

Es así, como podemos decir sin error a equivocarnos que los valores y claro, la sociedad nos aparecieron hace 10, 50 ó 1000 años ¡Si no que existen, desde que la humanidad comenzó a existir! Pues al nacer, nuestros padres ya forman parte de una sociedad y para ellos siempre han existido cosas valiosas, desde algo material hasta el amor por otras personas. De ésta manera, la familia juega un papel importante en el desarrollo de nuestros valores, es el primer ámbito en donde nos formamos como personas. En la familia se pueden observar todos los valores, desde los morales hasta los cívicos.

En éstos últimos nos podemos dar cuenta de ello, desde el simple hecho de tener un nombre y una nacionalidad, nuestros padres fueron los fundadores de nuestro amor y apego por nuestra Patria y Nación que vamos desarrollando conforme pasa el tiempo, el estar en convivencia con México nos hace quererlo, nos hace sentirnos orgullosos por nuestro origen y por las costumbres que compartimos, lo podemos observar cuando en casa, hacen los altares y comemos pib, para muchos, una de las comidas más exquisitas de nuestro país o bien, cuando se realizan donaciones para ayudar a los estados que han sufrido desastres naturales.

De igual forma, el Amor es uno de los valores fundamentales que nos inculca la familia , la familia es la escuela del amor, donde primero aprendemos a amar desde pequeños y de éste aprendizaje comenzamos a hacerlo más enriquecedor, lo podemos observar desde el beso de buenas noches que nos daba mamá o papá cuando íbamos a dormir o teníamos pesadillas, el: “¿cómo te fue hoy?” de mamá al llegar de la escuela o los sacrificios que hacen nuestros padres para que nosotros tengamos una buena educación. Otro valor que nos enseñan es al tener pudor, por ejemplo, mamá nos regañaría si saliéramos de la casa con la falda del uniforme demasiado corta.

La belleza es lo que cada uno de nosotros lleva por dentro, lo que somos en verdad y lo que nos identifica de otros, nuestros padres nos enseñan a ser buenas personas y a dar lo mejor de nosotros; aunque, también el término belleza se refiere a la física, a nuestra parte externa, que también nos la enseñan, por ejemplo: generalmente son nuestras hermanas las que nos enseñan a pintarnos y a hacernos peinados que nos quedan muy bien, de igual manera nosotros contribuimos a dar nuestra opinión sobre lo que ellas se ponen o compran.

Uno de los valores que aprendemos casi siempre mediante sanciones, es el de la Verdad, mamá y papá son los encargados de enseñarnos esto desde muy pequeños, un ejemplo es cuando rompíamos el adorno súper bonito de mamá por estar jugando la pelota dentro de la casa, la mayoría de las veces preferíamos ocultar la verdad aunque al final de cuentas recibíamos doble sanción, una por romper el adorno y la otra por mentir.

La Caridad, éste es un valor en el que el ser humano puede expresar su generosidad, por ejemplo: cuando nuestros hermanos nos invitan de algo que estén comiendo o bien, cuando nuestros padres nos piden que juntemos la ropa que ya no nos queda o ponemos para donar a personas que lo necesitan, consiste en actuar desinteresadamente a favor de otra persona. Prudencia, prudencia es pensar antes de actuar, los padres son los que nos aconsejan a no decir cosas que pudieran herir a las demás personas, como cuando, de pequeños, nos cae muy mal nuestro cuñada o cuñado, sin embargo, dejamos que nuestro hermano(a) tome sus propias decisiones.

El ser sincero, es lo que nosotros pensamos, o ponemos en práctica cuando, por ejemplo nuestra mamá nos pregunta qué tal se ve con cierta ropa y nuestra sinceridad es de prioridad para ayudarla a escoger o decirle que se ve bien; es un valor muy importante para las relaciones entre las personas, pues es la base de la confianza.

También existe el valor de la justicia y el bien, la justicia la aprendemos por ejemplo, cuando compran pizza, todos aportamos la misma cantidad de dinero para ello, por lo tanto cada integrante de la familia debe recibir una misma proporción de comida, pero cuando llega el momento de dividir, suele ocurrir que algún integrante que aportó dinero no se encuentra ahí presente, es ahí cuando nuestra mamá nos dice: “hay que ser justos, dejémosle su parte” entonces, justicia significa darle a cada quien lo que le corresponde según sus actos; el Bien, es todo lo que juzgamos como bueno y lo tenemos muy en mente, es lo que creemos y no necesitamos justificar, siempre nos han enseñado que al que obra bien, le va bien.

Por último, está el respeto y la tolerancia, cuando hablamos de respeto, hablamos de los demás, es establecer mis posibilidades de hacer o no hacer, aprendemos a respetar a nuestros padres y éstos a su vez nos enseñan a respetar a las demás personas y a sus cosas, por ejemplo: nos enseñan a dar los buenos días al llegar a algún lugar y nos reprenden por tomar cosas que no son nuestras, como los bolígrafos de los hermanos, que los tomamos casi siempre que no encontramos el de nosotros; a su vez nos enseñan a respetar a los hermanos mayores y a los hermanos a respetarnos. Ser tolerante, consiste en convivir con quienes piensan diferente a nosotros, en el entorno familiar, esto se puede observar claramente entre la relación de hermanos, por lo general, tenemos ideas distintas, se necesita ser tolerante para dejar que tu hermano guste programas que a ti no te gustan o para convivir con sus amigos.

En realidad, no existe una ordenación única de valores, somos nosotros quienes le damos más importancia a unas cosas que a otras, en esto influyen las circunstancias y etapas en las que vivimos y cambian conforme nuestros anhelos cambien. Las personas valoran al preferir, al estimar y al elegir unas cosas en lugar de otras, eso sí, se reflejan en el curso de la vida, cambian con las necesidades y todos llevan un contravalor, por ello, son durables, flexibles, dinámicos e importantes. Los aprendemos conforme vamos creciendo y aprendemos cosas nuevas, son los que nos inculcan nuestros padres y la sociedad.

-La práctica del valor se desarrolla en la humanidad de la persona, mientras que el contravalor lo despoja de esa cualidad.

El convertir un hábito en valor permite a la persona hacer de todas sus relaciones hechos trascendentes, que lo engrandecen.

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