APRENDIZAJE EFICIENTE

A través del tiempo, en mayor o menor grado, todas las personas hemos estado convencidas de que es necesario aprender para subsistir y desempeñarnos adecuadamente dentro del grupo social y la época en que nos haya tocado vivir; sin embargo, esta necesidad se ha agudizado debido a que actualmente contamos con una verdadera avalancha de información en todos los terrenos del saber.

Ni empleando toda nuestra existencia, podríamos asimilar toda la información disponible, razón por la cual centramos nuestros esfuerzos en tratar de adquirir y manejar únicamente ciertos segmentos de esa enorme masa de datos, precisamente aquellos que tengan relación directa o cercana con nuestro campo de actividad o intereses personales.

De esto se deriva la urgente necesidad de aprender eficientemente; es decir, relacionarnos cada vez mejor con la información que requerimos, lo cual implica reducir el esfuerzo para adquirirla, recordarla y aplicarla en el momento oportuno.

Lograr lo anterior constituye un verdadero reto personal, ya que no existen recetas o fórmulas mágicas para conseguirlo, debido simplemente a que el aprendizaje es un proceso personal, que sólo puede ser inducido o facilitado, mas no injertado.

Partiendo de lo último, nos limitaremos a sugerir algunas pautas que ayudarán al lector a diseñar su especial estilo de aprender, y con el cual obtendrá sino los mejores resultados, si productos de una calidad bastante aceptable, pero eso sí, con un alto grado de satisfacción por tratarse de conquistas propias.

Para aprender mejor:

Revisa el material de estudio. Antes de iniciar una lectura más minuciosa, familiarízate con su estructura, fíjate en los índices, apartados, ilustraciones, cuadros, tablas y resúmenes. Esto te ayudará a elaborar un mapa mental que te ubicará en todo momento al efectuar la lectura de estudio.

Concéntrate en lo que estudias, lee despacio, como si estuvieras leyendo en voz alta y repite todas y cada una de las palabras con tu voz interior.

Relaciona lo que vayas leyendo con información previa sobre el mismo tema, o con otros datos que recuerdes, aunque aparentemente no tengan conexión; hacer analogías o establecer comparaciones ayudan a la memoria y refuerzan el aprendizaje.

Repasa lo leído, sobre todo las secciones en que hayas tenido algún tipo de dificultad para comprenderlas. Asegúrate de captar la esencia del contenido.

Reflexiona acerca de lo que lees, hazte preguntas sobre la coherencia y sentido de la información.

Refuerza tu aprendizaje subrayando lo más relevante, escribiendo al margen las correlaciones o comentarios que te sugiera el material en turno; elaborando notas, diagramas, cuadros, resúmenes o mapas conceptuales, utilizando una grabadora, etcétera, lo que más se te facilite, todo es válido si te ayuda a comprender o dominar la nueva información. Toma en cuenta al elaborar un resumen que éste te aportará más beneficios si lo redactas con tus propias palabras, a tu manera, desde luego sin modificar el contenido; es decir, puedes cambiar su forma, mas no el fondo.

Segmenta la información en bloques significativos, que tengan sentido o coherencia, según los percibas y elabora un enunciado que resuma cada bloque.

Enfoca tu atención. Dirige tus esfuerzos hacia la finalidad que persigues con el aprendizaje de tal o cual información. Si vislumbras las conexiones y los beneficios de lo que aprendes, tendrás más presente esos contenidos.

Ensaya y experimenta todo lo que se te ocurra con tal de que puedas comprender cualquier material que necesites conocer, discutir o aplicar. Recuerda que no existe una metodología única para aprender, que cada quien tiene un estilo singular y también su

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