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Actividad 1: dialogando con un pequeño niño


Enviado por   •  5 de Abril de 2019  •  Tareas  •  1.567 Palabras (7 Páginas)  •  2.081 Visitas

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Actividad 1: dialogando con un pequeño niño

Hola, claro que sí. Mi nombre es Julissa, pero puede llamarme Yuli.

Trataré de ser lo más clara posible y espero poder ayudarte.

  1. ¿Cómo puedo saber si algo que hacemos está bien o está mal?

En nuestra historia como humanidad, hemos usado esas dos palabras para calificar nuestras acciones. Por ejemplo, cuando le das caricias y alimentas a tus mascotas, probablemente te sientas conforme contigo mismo porque realizaste una “buena” acción. También es probable que tus padres te lo digan, como ellos son adultos, pueden guiarte muy bien.

Pero cuando haces algo “mal” o algo que no es muy “correcto” también te lo dicen, por ejemplo si golpeas a otro niño o dices malas palabras, seguramente te darán algún regaño u otra disciplina.

Cuando vas a hacer algo, sobre todo si es a alguien más, piensa si es lo que te gustaría que te hicieran.

Si fueras tu mascota, ¿te gustaría sentir hambre? Si no es así, significa que debes alimentarla.

Así, puedes ir haciendo preguntas sobre ti mismo y, dependiendo de la respuesta, vas actuando.

Son algunos consejos que te puedo dar, pero confía mucho en tus padres, ellos sabrán ayudarte.  

  1. Es que a veces me regañan y no comprendo por qué. Pero eso me hace suponer que está mal. Entonces, ¿siempre alguien más me dirá qué hacer?

Bueno, es que tenemos que convivir con más personas, y como no todos pensamos y actuamos de la misma manera, es necesario que existan reglas, para que vivamos en orden y se logre la paz.

Cuando somos pequeños, nuestra referencia de autoridad, son nuestros padres. Ellos nos ponen reglas y lo hacen siempre pensando lo mejor para nosotros.

 Cuando somos adultos, el gobierno es nuestra referencia de autoridad. Pero no te preocupes, no es una cárcel y no es tan complicado de hacer.

Lo importante es obedecer las normas para evitar castigos.

  1. Pero ¿sí existe la libertad?

¡Claro que existe la libertad! Viajar de un lugar a otro es libertad, ir a la escuela es libertad, jugar es libertad.

Pero, algunas veces, se no es quiere privar de ella, y es ahí cuando ponemos en práctica nuestra libertad de expresión –siempre con respeto, claro- y no lo permitimos.

  1.   Entonces, ¿tendré que oponerme a todo lo que los demás me digan para poder ser libre?

No, no tienes que oponerte ni actuar a la defensiva con los demás. Debemos prestar atención, ser respetuosos y seguir las leyes que rigen la sociedad. Pero siempre defendiendo tus derechos, uno de ellos y probablemente el más importante es el de la libertad. Con él, tienes el poder de decidir el rumbo de tu vida, siempre y cuando no afectes a otros.

  1. No, obedecer ciegamente, tampoco es la solución. Debes pensar si lo que te piden que hagas: 1) te hace feliz y 2) no afecta a nadie. Si no es así, no tienes que actuar de esa forma. Pregunta por qué las cosas tienen que ser así, si la respuesta te convence, adelante. Si no es así, habla con tus padres y pídeles ayuda.

  1. ¡Por supuesto que no! Él está abusando de su libertad, más bien, la está interpretando de la peor manera. La libertad es tener la oportunidad de elegir para qué se usa la libertad. Ese acto que tuvo contigo, se puede calificar como “mala acción”, porque te lastimó y ese no es el propósito de ser libre. Nadie puede lastimar a los demás porque no es su derecho.
  1. Sí, puedes negarte cuando te haga sentir mal. Por ejemplo, decir una mentira no te hizo sentir bien, entonces dile que no quieres hacerlo. Nadie, aunque sea tu familia, te puede obligar a hacer algo que no quieres.
    Pero por el contrario, debes obedecer cuando te pida que levantes tus cosas o hagas la tarea. Puede que eso no te haga muy feliz, pero es una responsabilidad que debes cumplir como estudiante y como hijo. Además, eso no te obliga a dañar a otras personas (como sí lo hace una mentira).
  1. ¡Exacto! Ya lo vas entendiendo. Sólo hay que tener cuidado cuando y con qué cosas sí hay que obedecer y con cuáles es mejor no hacerlo. Esa es la libertad, la de poder decidir.
  1.  ¡Estás en todo lo correcto! Cuando decidas, es decir, hagas uso de tu libertad, es necesario ver que tus acciones no te dañes a ti mismo ni a los demás. Así las decisiones y relaciones con las personas de tu entorno, serán más sanas.
  1. Pues no soy sabia, pero he aprendido algunas cosas preguntando. Así lo has hecho tú, así que un día ayudarás a alguien más con sus dudas. Me da gusto haber podido resolver tus dudas. Sigue aprendiendo, es lo más importante. Adiós.  
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Contestando pregunta a un joven

  1. Considero que revisar todas las opciones y elegir la que no afecte a terceros. Es decir, que vaya en funciones de las normas básicas de respeto. La mejor forma de tomar una decisión es analizando la responsabilidad que esto conlleva. Toda acción, tiene consecuencias, estas pueden ser buenas o malas. Así que antes de decidir algo, pregúntate –sobre todo si incluye a más personas- si lo que vas a hacer traerá consecuencias buenas o malas. Confía mucho en ti mismo y en tus instintos, a veces te pueden salvar.

  1. Bueno, hay que ver por qué no le agrada a los demás. Si es algo que los está ofendiendo o afectando de algún modo, creo que hay que dejar de hacerlo. Es importante respetar la libertad de los demás, cuando hagas uso de la tuya. Pero a veces, a la gente no le agrada lo que hacemos pero tampoco les afecta, ahí es cuando analizar y decidir si es lo que te gusta, te hace feliz y no afecta a  nadie, hazlo. Pero si es lo contrario, aunque a ti te guste, mejor deja de hacerlo. Es bueno ser libres y tener derechos, pero también es bueno respetar el derecho y libertad de los demás para que estemos en paz.

  1.  Lo sabes cuándo puedes hacer lo que te hace feliz, cuando puedes tomar tus propias decisiones y cuando te sientes autónomo. Pero siempre de forma responsable, obedeciendo las normas que se establecen para que la diversión y las decisiones tomadas se lleven a cabo de la mejor forma. No exponerte ni exponer a los demás a peligros o a situaciones que amenacen su libertad.
  1. Bueno, primero, no tienes que vivir aburrido. Hay tantas cosas que hacer, y por “lo permitido” ni te preocupes, es momento de dejar volar la imaginación y de inventar. No hay reglas de cómo debe ser una maceta, un jardín, los colores que debe llevar un cuadro… etc.
  1. ¡Claro que sí! El cerebro y cuerpo humano, están hechos para moverse, no para quedarse estancados y sedentarios. Tu puedes crear todo lo que se te ocurra, para eso eres un ser pensante. Y ser responsable no están complicado y no es nada del otro mundo. Desde pequeños nuestros padres nos han enseñado que en la casa hay horario de llegada y que si no se cumple, no hay más salidas por algún tiempo. Así es todo, si no se cumple con la establecido, indudablemente hay una consecuencia.
  1. Como que puedes hacer lo que desees. Eres una persona libre, te vas creando tus propias opiniones y te vas haciendo criterios, independientemente de la opinión de los demás. Pero, así es, existe un enorme pero, autonomía no significa que puedas decidir sobre los demás. Es decir, que tengas libertad de caminar por la calle, no significa que tengas que manchar las paredes o empujar a la gente que pasa a tu lado. Es cuestión de respeto. De hacer lo que desees con tu capacidad de ser autónomo, siempre y cuando no dañes de cualquier forma a otro ser autónomo.
  1. Como dijo el Buda, sigue la vía de en medio. Todo lo anterior es importante en tu conformación de ser humano, de hijo, amigo y ciudadano. Cada una depende de la otra, si no cuidas tu cuerpo, no puede mantener activo tu intelecto. Necesitas dinero o tener una economía, pero de que mejor manera que siendo honesto, es decir, ser una persona honesta es tener valores, es muy importante en nuestra vida cotidiana. Una no es independiente de la otra, pero es importante tener prioridades y mantener en equilibrio todos los ámbitos de tu vida.
  1. Bueno, es de todos los días. Cuando las personas comparten un punto de vista con el que no concuerdas, pero que respetas, eso es tolerancia. Igualdad es que si repartes 5 manzanas, a todos le toca partes iguales. Todos los días, en la escuela, en el trabajo, en el transporte, con la familia, con los amigos, tenemos que ser respetuosos con sus opiniones, decisiones y forma de vida. Piensa en que adulto te hubiera gustado tener de niño y conviértete en ese.
  1. Me da gusto poder compartir contigo, y de verdad espero haberte ayudado. También me ayudaste a reflexionar sobre algunas cosas.

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