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Al pluralismo metodológico


Enviado por   •  30 de Agosto de 2013  •  Ensayos  •  4.373 Palabras (18 Páginas)  •  378 Visitas

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kerigma" al pluralismo metodológico. II. Método: 1. El método histórico-crítico; 2. kerigma" al pluralismo metodológico. II. Método: 1. El método histórico-crítico; 2. El método teológico; 3. Principio hermenéutica y estructura. III. Teología del AT.: orientaciones actuales: 1. Crisis de la teología del AT; 2. Métodos en uso: a) El método descriptivo, b) El método dogmático-didáctico, c) El método diacrónico, d) El método selectivo del centro temático; 3. Conclusión. IV. Teología del NT: orientaciones actuales: 1. La orientación históricokerigmática; 2. La orientación de "historia de la salvación"; 3. La orientación histórico-positiva; 4. La orientación sistemática; 5. Antiguo y Nuevo Testamento. V. ¿Hacia una teología bíblica?

I. HISTORIA. Para saber enseguida de qué se trata, comenzamos con una definición provisional de teología bíblica: es "la comprensión unitaria expresada en una síntesis doctrinal, crítica, orgánica y progresiva de la revelación histórica de la Biblia (o bien del AT y del NT) en torno a categorías propias, a la luz de la fe personal y eclesial". Para comprender sus problemas debemos ante todo conocer su historia.

1. LOS COMIENZOS: BIBLIA Y TEOLOGÍA. El camino hacia la teología bíblica lo prepararon los humanistas (Lorenzo Valla, Erasmo), que propiciaron la vuelta a los textos originales de la Biblia. Sobre la onda del humanismo, Lutero pudo proponer su principio de la "sola Scriptura", que dio el impulso decisivo. Pero él, aunque escribió traducciones y comentarios a la Biblia, no compuso nunca una teología bíblica. Sólo después de unos cien años se llegó a la palabra.

Los antecesores de la teología bíblica fueron obras que pulularon entre los años 1500 y 1700, llamadas "Collegia biblica". Eran prontuarios de pasajes escriturísticos organizados según las tesis del símbolo de fe luterano o de la teología sistemática. Estas obras no practicaban aún ninguna interpretación del texto sagrado, sino que eran solamente instrumentos al servicio de la teología dogmática luterana.

El nombre "teología bíblica" lo usó por primera vez W.J. Christmann en el 1629; pero de su obra nos ha quedado sólo el título en los catálogos. La primera obra que poseemos con este nombre es la de Henricus a Dienst: Theologia biblica, editada en Denver en el 1643. Pero no se aparta de los "Collegia biblica" ya mencionados.

La separación de la teología bíblica de la dogmática se vio favorecida por el pietismo a finales del siglo xvlll, en el ambiente de los "Collegia philobiblica" o "pietatis", donde se meditaba con afecto la Biblia. El contacto personal con la escritura se contraponía a la teología escolástica, fría; por lo cual se sintió la necesidad de hacer una teología sacada de la "sola" Sagrada Escritura (A.F. Büsching, Epitome theologiae e solis sacris literis concinnata, Gotinga 1756). De todas formas, ni la práctica de los "loci theologici" ni el pietismo distinguían la teología bíblica de la sistemática. Pues los primeros pensaban fundar la teología en la Escritura recogiendo los textos que probaban las verdades de la fe; y los segundos identificaban la teología con la teología bíblica, que a la postre había de sustituir a la dogmática.

2. DE LA TEOLOGÍA A LA RAZÓN CRÍTICA. Con el pietismo la teología bíblica se presentaba como rival de la dogmática y quería sustituirla. Pero sólo con el iluminismo se presenta la teología bíblica como ciencia crítica de la teología sistemática. Las premisas son: el deísmo, para el cual el último juez de la verdad es la razón; y la crítica histórica, que se sirve de un rico material puesto a disposición por la filología y por la investigación histórica aplicada a la Biblia; en ella había que encontrar la religión racional o según la razón. Lo que en los textos parecía contrario a la razón se atribuía a la mentalidad primitiva y al mito, que revestía las ideas (C.G. Heine para el AT y J.G. Eichhorn para el NT). No ya la teología, sino la razón se convertía en el criterio para comprender la Escritura. La teología bíblica iluminista se fundaba, pues, en la autoridad de la razón más que en la Biblia. Se partía de la convicción de que las verdades de la razón estaban contenidas en la Biblia. El fin era apologético: hacer que aceptaran el libro sagrado los hombres de cultura, racionalistas, de su tiempo. El producto más refinado de este estadio iluminista es la obra en cuatro volúmenes de G.T. Zachariá (1729-1777) titulada Biblische Theologie (Gotinga-Kiel 1771-1775). Zachariá refuta el método precedente de los "dicta probantia". No basta citar los textos bíblicos. Es preciso interpretarlos de modo que se vea lo que es válido o no en la teología sistemática. Había comprendido, pues, la necesidad de la interpretación y asignaba al proceso interpretativo de la Biblia una función crítica respecto a la teología: "Por tanto, olvídese por algún tiempo el sistema doctrinal de nuestra Iglesia y, a través de un atento estudio de toda la Escritura, búsquese determinar nosotros mismos las doctrinas teológicas en ella contenidas; se tendrá así una nueva teología..., la auténtica teología bíblica", que se ha de considerar como criterio último de verdad, con el cual confrontar las tesis teológicas. Zachariá seguía identificando el contenido de la Biblia con las enseñanzas de la fe; su interés, aunque crítico, se centraba todavía en la teología sistemática.

3. DE LA DOCTRINA A LA HISTORIA (GABLER Y BAUER). El paso metodológico decisivo para el establecimiento de una verdadera y auténtica teología bíblica, distinta de la sistemática, lo dio J.Ph. Gabler (1753-1826) con su discurso inaugural en la universidad de Altdorf, titulado De justo discrimine theologiae biblicae et dogmaticae regundisque recte utriusque finibus (1787). Su célebre tesis suena así: "La teología bíblica tiene carácter histórico, ya que transmite lo que los hagiógrafos pensaron sobre las cosas divinas; la teología dogmática, en cambio, tiene carácter didáctico, pues enseña lo que todo teólogo según su capacidad o la cultura del tiempo, según las circunstancias, el tiempo, el lugar, las sectas, la escuela y otras cosas por el estilo filosofa sobre las cosas divinas". La teología bíblica, por argumentar históricamente, permanece en sí siempre igual, aunque es presentada en forma diversa según los varios sistemas; en cambio, la teología dogmática está sujeta a las varias mutaciones de las otras disciplinas a las que está ligada. Por eso era preciso separar lo que era humano (teología dogmática)

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