Alcoholismo
becolala1 de Marzo de 2013
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SERVICIOS DE SALUD DE HIDALGO
JURISDICCION SANITARIA XIII OTOMI – TEPEHUA
DEPARTAMENTO DE SALUD MENTAL
“LA ENFERMEDAD MÁS GRAVE, ES LA INDIFERENCIA ANTE CUALQUIER COSA“
Tenango de Doria, Hgo., a 18 de Enero de 2012.
DIRECTORIO
DR. SAÚL BONILLA SÁNCHEZ
JEFE JURISDICCIONAL XIII OTOMÍ-TEPEHUA
DRA. LUCERO TENORIO JIMENEZ
COORDINADORA DE ATENCIÓN INTEGRAL
JURISDICCION XIII OTOMÍ-TEPEHUA
PSIC. GRACE ELVIRA VELASCO PULIDO
RESPONSABLE DE SALUD MENTAL
JURISDICCION XIII OTOMÍ-TEPEHUA
DR. PABLO DAVID ESCOBAR CORONA
RESPONSABLE MUNICIPAL DE SALUD MENTAL
AGUA BLANCA DE ITURBIDE
DR. ANDRES CARRANZA SEVILLA
RESPONSABLE MUNICIPAL DE SALUD MENTAL
HUEHUETLA
DR. ARTURO ROBERTO LICONA RAMÍREZ
RESPONSABLE MUNICIPAL DE SALUD MENTAL
SAN BARTOLO TUTOTEPEC
DR. RIGOBERTO RAMÍREZ BADILLO
RESPONSABLE MUNICIPAL DE SALUD MENTAL
TENANGO DE DORIA
INTRODUCCION
Los trastornos mentales son una prioridad de la salud pública, por su alta prevalencia sin distinción de edad, género o nivel socioeconómico, causante de importante discapacidad y deterioro en la calidad de vida y de alto impacto en la economía familiar y social.
Es preocupante que de quienes presentan un trastorno mental, un bajo porcentaje demanda atención, tardando en promedio siete años en ser diagnosticados y tratados.
Esta precaria situación es determinada principalmente por el estigma y la discriminación existente en torno a la enfermedad mental y a quien la padece. Es indiscutible que existe ignorancia y mala información acerca de los trastornos mentales, tanto entre los prestadores de salud como entre el público en general. Aún se mantienen estereotipos acerca de las personas con trastornos mentales; se cree que son violentas, impredecibles o peligrosas, y en muchas ocasiones son culpados de sus padecimientos. Es debido a estos estereotipos y prejuicios sobre la enfermedad mental que se tiene una gran brecha de atención, con servicios de calidad deficiente y mínimo financiamiento. Por lo que debemos comprometernos a implementar servicios e intervenciones, tanto preventivas como terapéuticas acordes a la problemática, con base en la evidencia médica y con una adecuada relación costo-efectividad, bajo un esquema de protección social en salud.
La salud mental como el estado de bienestar emocional que permite a la persona desarrollar sus habilidades, trabajar y estudiar de manera productiva, ser capaz de hacer frente a las situaciones de la vida diaria, contribuir positivamente a su familia y a la sociedad, es el estado de salud ideal que la mayoría de las personas desean y que luchan por obtener a diario.
Desde el momento mismo en que somos arrojados a la vida, esta nos presenta un sin numero de retos, mismos que parecen doblegarnos, en ocasiones la dureza del entorno parece capaz de matar toda esperanza de un presente y un futuro mejor. Estas circunstancias las vivimos en el mundo actual, en donde las necesidades cada vez aumentan y las dolencias se incrementan, esto genera un desequilibrio en el aspecto físico y mental de los individuos que día a día solicitan el servicio de salud mental en las unidades, buscando un estilo de vida con equidad y justicia social.
La salud mental es un fenómeno complejo determinado por múltiples factores sociales, ambientales, biológicos y psicológicos, e incluye padecimientos como la depresión, la ansiedad, la epilepsia, las demencias, la esquizofrenia, y los trastornos del desarrollo en la infancia, algunos de los cuales se han agravado en los últimos tiempos. En este sentido, lograr que la población conserve la salud mental, además de la salud física, depende, en gran parte, de la realización exitosa de acciones de salud pública, para prevenir, tratar y rehabilitar. Otro aspecto inherente a la política social, es que la salud mental se relaciona al igual que la salud física, con la pobreza, en donde la incidencia de estos padecimientos exige de los afectados mayor proporción de los pocos ingresos que generan, además de lo incapacitantes que resultan, que como consecuencia disminuyen o frenan el potencial de desarrollo de las personas y por tanto de los núcleos familiares.
La salud mental como un problema prioritario en la actualidad, ha ido evolucionando ya que las personas con padecimientos psiquiátricos se han visto beneficiadas con los avances y acontecimientos de la ciencia y la psiquiatría, que brindan al paciente alternativas de tratamiento y rehabilitación y lo mas importante, nuestra decisión en el trabajo de la prevención de los padecimientos mentales que se ha venido trabajando con el modelo Hidalgo de salud mental.
Los seres humanos hoy en días nos vemos frecuentemente preocupados por tener un estilo de vida mejor y satisfactorio, buscando solución a los problemas que nos aquejan, como la carencia de valores, el consumo de drogas licitas e ilícitas, la violencia familiar y los problemas existenciales, lo que nos ocasiona inadecuación a nuestro entorno social, familiar y laboral y por lo tanto un padecimiento mental.
El consumo en exceso de sustancias nocivas para la salud como el alcohol, el tabaco y otras sustancias que crean una dependencia física y psicológica en el individuo, forman parte de un grave problema de salud pública que preocupa cada vez mas a la autoridades gubernamentales, sociales y de salud que ven la necesidad de crear estrategias de prevención, tratamiento y rehabilitación para combatir este fenómeno que afecta a todos los grupos de edad: niños, jóvenes, adultos y ocasiona un importante daño en el ser humano. En la región Otomí – Tepehua, este problema esta latente principalmente en la ingesta de alcohol, nos encontramos (SUIVE) que la morbilidad por cirrosis hepática derivado del consumo de alcohol y los accidentes asociados con el alcohol ocupan un lugar predominante, así también la notable desintegración familiar, la violencia gestada principalmente en el núcleo familiar. Cabe mencionar que el ambiente situacional como la proliferación de establecimiento que expenden bebidas alcohólicas, las costumbres y las condiciones climatológicas son factores predisponentes que influyen en la edad de inicio que cada ves es más temprana y que es de consumo excesivo. El pasar de los años, el avance de la tecnología, el cambio de los tiempos marca un importante cambio que aumenta las situaciones de riesgo y favorecen el consumo de drogas, el 72 % de los hombres alguna vez han probado alcohol en su vida y el 43 % de mujeres en México. En los últimos años las adicciones en nuestro país han aumentado, nos encontramos que el 4.8 de la población en general ha consumido alguna droga a lo largo de su vida y que el 14.0% de la población de 12 a 34 años son consumidores, este problema complejo y multifactorial que tiene un impacto negativo en el desarrollo social se da cada vez más frecuente y la población más vulnerable se encuentra entre los 10 y 18 años de edad.
En la Encuesta Nacional de Adicciones, realizada por el CONADIC en 2008, se observan situaciones alarmantes, como vemos a continuación:
• El principal problema en materia de adicciones es el alcohol. El patrón de consumo típico en México tiene tres características: 1) se ingieren grandes cantidades de este producto por ocasión de consumo, 2) generalmente fuera del hogar y 3) sin relación con la ingesta de alimentos.
• El estudio muestra diferencias estatales muy importantes: 19 entidades (Nayarit, Zacatecas, Morelos, Puebla, Michoacán, Querétaro, Aguascalientes, Campeche, Hidalgo, Quintana Roo, SLP, Tamaulipas, Tlaxcala, Durango, Oaxaca y Guerrero, Veracruz, Estado de México y Nuevo León) presentan cifras más altas que la media nacional para abuso-dependencia a alcohol.
• La proporción de la población que presenta abuso/dependencia al alcohol representa el 5.5. % de la población estudiada, mientras que 8 de cada mil personas en este grupo de edad - es decir, 0.8 % - consumen alcohol diariamente; 26.6 % son bebedores altos y 5.3 % son bebedores consuetudinarios – que beben de 1 a 4 veces a la semana grandes cantidades
LA CERVEZA ES LA BEBIDA MAS CONSUMIDA POR LA POBLACION MEXICANA, SEGUIDA POR LOS DESTILADOS Y EN MENOR PROPORCION EL VINO.
En el Estado de Hidalgo.
• Entre el año 2002 y el 2008 el porcentaje de la población entre 12 y 65 años fumadora pasó de 26.4 % a 20.4 % y en muchas entidades, esta cifra es todavía más baja.
• En localidades rurales, el 11.3% son fumadores activos, mientras que en la población urbana el porcentaje es de 20.4% (entre los 12 y 65 años de edad).
• Las drogas ilegales (mariguana, cocaína y sus derivados, heroína, metanfetaminas, alucinógenos, inhalables y otras drogas) aumentaron de 4.6 a 5.2% en el período y el consumo de drogas médicas con potencial adictivo, usadas fuera de prescripción, mantuvo los niveles observados en Las drogas ilegales más utilizadas por los mexicanos son la mariguana y la cocaína. El consumo de la primera pasó de 3.5 a 4.2%, mientras que el de cocaína aumentó de 1.2% a 2.4% entre 2002 y 2008. Por cada usuario de cocaína detectado en 1988 hay 7.87 usuarios en 2008.
• El estudio
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