Aprender, Probarse, Comprender

“APRENDER, PROBARSE, COMPRENDER Y LAS METAS TRANSFORMADORAS”

El presente texto es de gran interés para nosotros como estudiantes de la licenciatura en educación puesto que nos proporciona una visión más amplia de los alcances y limitaciones de la relación teórico- práctica de la pedagogía, así como de las diferentes manifestaciones de los modelos pedagógicos, que nos será de gran utilidad en la elaboración de nuestro proyecto de investigación.

Entre los aspectos que me gustaría enfatizar se encuentra el modelo centrado en las adquisiciones en el cual como lo señala la definición es siempre adquirir o perfeccionar un saber, una técnica, una actitud o un comportamiento. El proceso de formación se organiza en función de los resultados constatables y evaluables. La lógica interna de la formación es la didáctica racional, se ajusta a la lógica externa y el formador de profesores es un profesor que da un curso y asegura los trabajos prácticos. Mientras que en el modelo centrado en el proceso, el trabajo de formación concierne más al proceso y sus peripecias, que a las diferentes adquisiciones a las que da lugar. Aquí el acento recae en el desarrollo de la personalidad. Y da su pleno sentido a la noción de la alternancia. A diferencia del modelo centrado en el análisis, en el cual, se funda en lo imprevisible y lo no dominable, postulando que aquél que se forma emprende y prosigue a todo lo largo de su carrera un trabajo sobre sí mismo. Es aprender a decidir qué es lo que conviene. Aquí es muy importante enfatizar la importancia de que en este modelo los maestros estarán preparados para elaborar ellos mismos los instrumentos de su didáctica y los medios de su formación. Por lo cual considero que es un modelo muy completo e interesante para la estimulación y desarrollo de nuestra propia práctica docente.

Y precisamente hablando de la práctica docente, merecen un lugar privilegiado los cuatro enfoques de la formación de enseñantes, que contribuyen cada uno de ellos a transformar las prácticas y la problemática.

Primeramente, dentro del enfoque funcionalista, se trabaja deductivamente a partir de un análisis de funciones de la escuela en la sociedad, en donde el proceso de la escuela está abierto, es decir; su funcionamiento, sus finalidades. Y los contenidos que se deben transmitir y el principio mismo de su existencia son cuestionados.

Por su parte el enfoque científico, recae sobre las prácticas de formación y pretende legitimarse según sus criterios y procedimientos. La idea de una formación científica de los enseñantes está apoyada por el mito de una ciencia que tiene potencialmente respuestas para todas las preguntas que el enseñante pueda encontrar en su práctica.

Mientras que el enfoque tecnológico aporta una contribución altamente significativa a la formación de los enseñantes por el hecho mismo de sus ambigüedades, en donde la creciente sofisticación de las técnicas utilizadas y los progresos de la investigación sobre las implicaciones y las modalidades de su utilización tienen un lugar importante. Y las nuevas tecnologías, suscitan apasionamientos y miedos según el poder y la riqueza de sus recursos.

Y finalmente el enfoque situacional, en el que se desarrolla una problemática de la formación basada en relación del sujeto con las situaciones en las cuales está implicado, incluyendo la situación de su propia formación. Tiene en cuenta las múltiples dimensiones de lo vivido, con sus componentes individuales y colectivos, psicológicos y sociopolíticos y sus procesos manifiestos e inconscientes.

Para concluir el presente análisis considero de gran importancia los anteriores modelos puesto que nos guían en la formación de nuestros enseñantes.

El autor analiza el discurso teórico-práctico sobre la importancia de los sistemas

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