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Auditoria Y Crisis Financiera


Enviado por   •  2 de Junio de 2013  •  1.452 Palabras (6 Páginas)  •  286 Visitas

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AUDITORIA Y CRISIS FINANCIERA

En la profunda crisis que se padece, tienen una parte de responsabilidad importante determinados agentes financieros: las agencias de rating, los bancos, los fondos de alto riesgo (hedge funds), las autoridades bancarias de supervisión, y algo, parece ser que algo de responsabilidad, también les debe de tocar a las firmas auditoras, gremios de auditores y revisores fiscales a nivel Colombiano, cuando emiten un informe limpio de una sociedad que no esta limpia. Recuérdese el caso Lehman Brothers, en el caso ENRON es que para conseguir dinero no recurrió a la emisión de acciones ni al endeudamiento, sino a la creación de miles de empresas en paraísos fiscales, creando un conglomerado económico extraordinario, pero sin balances consolidados, de tal manera que la realidad reflejada en los balances de ENRON era una parte de la realidad, no toda la realidad, con referencia a las firmas auditoras y en el caso a nivel local podemos ver los grandes desfalcos caso nule los movimientos irregulares de dinero, el mal manejo de los anticipos y las deudas sólo se descubrieron con el escándalo del carrusel , sectores financieroscomo interbolsa, inmenso déficit de la EPS SaludCoop girando cheques sin fondos y 14 EPS del cartel de la salud entre otros innumerables casos.

Todo el mundo se pregunta lo mismo: ¿Cómo pudo pasar esto? ¿Cómo avanzaron tanto estos problemas? ¿Qué pasa con los mecanismos de control?

Inevitablemente, es necesario cuestionar la tarea de los auditores y revisores fiscales. Ellos representan la primera línea de defensa del sistema frente a los abusos que los administradores pueden cometer contra los ciudadanos travez del mal uso de los recursos publicos .

El Grupo Nule era una maraña de empresas de papel que se hizo a partir de grandes concesiones del Estado y cuya quiebra suma $1,5 billones, según la liquidación de pasivos registrada al momento. El cartel de la salud era una operación de 14 empresas prestadoras de servicios de salud que, a través de recobros ilegales o falsos de medicamentos e intervenciones, defraudaron al Estado en por lo menos $30.000 millones.

Además, en ambos casos las auditorías fueron testigos inermes de lo que pasaba. Las contabilidades falsas, amañadas, con incumplimientos y contradicciones protuberantes fueron componentes necesarios en los dos casos. ¿Dónde estaban los auditores, contadores y revisores fiscales de estas compañías cuando se fraguaron todos estos delitos? ¿Cómo pudieron certificar que los estados financieros eran confiables, cuando escondían fraudes protuberantes? ¿Cómo certificaban cuentas y números de compañías que llevaban dobles contabilidades, o a veces ninguna? ¿No les importaba que no pagaran sus impuestos, como era el caso del Grupo Nule, que le debía a la Nación tributos por $28.000 millones, de los cuales $12.000 millones corresponden a retención en la fuente? Y, en el caso de la salud, ¿les resbalaba que adquirieran medicamentos esenciales a precios que eran dos, tres y hasta cuatro veces mayores que el promedio?

Se supone que la auditoría es una actividad independiente, objetiva, cuya tarea es contribuir a un mejor entendimiento y administración de los riesgos. Es el primer mecanismo encargado de alertar sobre indicios de irregularidades. Es preocupante verificar que esta tarea, en muchos casos, no se está cumpliendo.

Este debate se lleva a cabo en el mundo entero. La crisis financiera destapó la ineptitud de los auditores y revisores fiscales, que no vieron el apalancamiento brutal de Lehman Brothers, ni los Credit Default Swaps de la aseguradora AIG. Hoy el debate está de nuevo en el ojo del huracán, por cuenta de los repos105 de la firma Ernst & Young, una de las cuatro grandes de la contabilidad en el mundo. Recientemente, Ernst & Young fue demandada en Estados Unidos por ayudar a esconder los riesgos financieros de Lehman Brothers antes del colapso del banco de inversión en 2008. La firma PricewaterhouseCoopers recibió duras críticas de la Cámara de los Lores en el Reino Unido debido a una actitud complaciente y conflicto de intereses en el caso de Northern Rock durante la crisis financiera.

Las lecciones del pasado están frescas y no parece que sean aprovechadas. En el ámbito internacional, el derrumbe de Enron implicó el fin de la firma de auditoría y contabilidad Arthur Andersen. En Colombia, basta recordar episodios de ya hace años como los de la Caja Agraria, el Banco del Estado, el Banco Cafetero, Coopdesarrollo y la crisis cooperativa de 1998, en donde los auditores jamás dieron las alertas tempranas que debían dar. Es indispensable volver sobre este tema y tomar las medidas que correspondan. Si las auditorías no funcionan como debe ser, los corruptos siempre encontrarán fácil salir adelante con sus planes. Y los grandes escándalos seguirán ocurriendo con regularidad.

Aunque la vigente crisis es básicamente financiera y de pérdida de confianza, en la que los contables y los auditores no están resultando excesivamente afectados, debido a la intensa regulación

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