Bases Para La Planificacion
Antoniovas6 de Junio de 2012
3.712 Palabras (15 Páginas)599 Visitas
Bases para la planificación
________________________________________
Ante cualquier tipo de acción formativa, privada u oficial, subvencionada o no, la dirección y los gestores de los centros educativos, deben plantearse como elementos prioritarios la estructura, equilibrio y cohesión de los programas formativos y la calidad, el trabajo, la formación y la coordinación de los profesores. La estrategia formativa comprende la totalidad de ejecución de un plan formativo, que comprende desde la presentación del proyecto hasta su justificación e informe final pasando por su puesta en práctica.
1. Diseño, puesta en práctica y evaluación de una estrategia formativa
Salvo planes de estudios totalmente privados, cualquier estrategia formativa está entroncada en un plan superior, generado o gestionado por entidades de rango europeo, nacional, institucional o autonómico. Como se decía en el capítulo referente a los sistemas, no se puede entender ninguna acción de planificación humana sin depender de estructuras sistemáticas.
En ambos casos el gestor o gestores de proyectos o estrategias formativas deben tener en cuenta normas y pautas tanto burocrático administrativas (impresos, inscripciones, controles, justificación de subvenciones, supervisiones, solicitudes, etc.), como académicas (programáticas, curriculares, didácticas o metodológicas, etc.) y de recursos (instalaciones, aulas, materiales, utillaje, etc.)
2. El programa formativo
Normalmente se confunde entre programa de contenidos y proyecto didáctico. El programa, tradicionalmente hablando, es un conjunto de contenidos estructurado que permite a alumnos, profesores y a la sociedad, conocer lo que teóricamente se va a estudiar en una acción formativa.
3. El proyecto didáctico
El diseño o proyecto didáctico comprende, además, en su totalidad, todo un sistema de trabajo en el que aparte de implicarse el centro educativo, elaborando, dirigiendo y responsabilizándose del proyecto, existe una coherencia entre objetivos, métodos, contenidos, seguimiento y evaluación de los alumnos, que hace posible que la sociedad, padres, posibles clientes, medios de comunicación… valoren positivamente la formación que se imparte en un centro. Es elemento de vital importancia para la calidad de un centro educativo y base para rentabilizar el esfuerzo empresarial que desde ámbitos económicos y comerciales se realiza.
No se valora en demasía en muchos centros la importancia que tiene un buen proyecto formativo, que es el que en definitiva va a convertirse en elemento permanente para la imagen corporativa de una empresa o grupo de ellas.
El negocio en empresas dedicadas a la formación debe ir sustentado en una inmejorable base académica, en la estructuración de proyectos acordes con los curriculum del país y en la creación de cursos que respondan a necesidades reales formativas, ya sea hacia la formación profesional ocupacional o hacia cursos paralelos y complementarios a la educación formal.
La necesidad acuciante para la sociedad española de capacitación de buenos y actualizados profesionales, con base humana, preparada para asumir una exacerbada competitividad sin desarrollar los valores básicos que el mundo necesita, obliga a las empresas formativas a plantearse con serenidad nuevos cambios en su dinámica organizativa, conceptual e ideológica, más conforme con las tesis del libro blanco de la comunidad europea que con los esquemas tradicionales.
4. Razones y necesidad del diseño
Es conveniente que el diseño sea elaborado redactado o, por lo menos, ajustado por el mismo centro educativo con el fin de adecuarse realmente a las necesidades de su centro, alumnos, clientes, presupuestos, medios y recursos.
5. Qué es un proyecto formativo
Es un programa genérico, en algunos casos de carácter curricular que sirve tanto para presentarlo a empresas, instituciones, organismos públicos y privados como para su cumplimiento y desarrollo en las aulas. Debe ser realizado técnicamente, cumpliendo con los requisitos que su puesta en práctica necesita, las necesidades que la sociedad, institución, empresa o grupo humano demanda, los objetivos de aprendizaje mínimos y suficientes, los métodos, técnicas y recursos necesarios para su logro y el seguimiento y evaluación mediante la que se detectan los problemas y el nivel de aprendizaje deseado.
5.1. Ajustes al proyecto cuando viene ya establecido
Aunque el proyecto haya solamente que ponerlo en práctica, porque viene ya establecido desde otras instancias, la administración autonómica por ejemplo, hay que reajustarlo a las necesidades concretas de los alumnos que lo van a recibir, a las características concretas del centro que lo imparte, y a otras muchas causas y situaciones que en lenguaje técnico se denominan «curriculum oculto», porque no consta en los programas pero sí aflora en la realidad.
5.2. Responsable del proyecto
Una persona cualificada debe encargarse y coordinar cualquier acción formativa. El director o jefe de estudios coordina el programa, al equipo de profesores y la marcha del proyecto y es el responsable coordinador de la acción formativa.
6. Elaboración del proyecto didáctico
Realizar o encargar la realización del proyecto.
Evaluar la idoneidad del proyecto, para que se ajuste a los requisitos de las entidades patrocinadoras en su caso, a la calidad y nivel de sus contenidos y a las necesidades de los alumnos.
Elaborar perfil o requisitos de entrada de los alumnos.
6.1. Coordinación antes de su puesta en práctica
Elección y selección del profesorado, idóneo para la acción formativa.
Formación, adecuación al centro, puesta al día y reciclaje del profesorado.
Control sobre documentos, recursos didácticos y medios de apoyo.
Selección y citación de los alumnos.
6.2. Coordinación durante su puesta en práctica
Reunión periódica y coordinación del equipo de profesores.
Presentación y conexión con los alumnos.
Supervisión del funcionamiento correcto del plan.
Valoración y evaluación continua de los elementos del proceso.
6.3. Al finalizar la acción formativa
Valorar los resultados finales.
Recabar información de los profesores.
Cumplimentar todos los requisitos necesarios.
Informar, si es necesario, a la dirección del Centro, Administración, etc.
7. Los profesores para poner en marcha un proyecto
El problema educativo es, en la mayoría de los casos, un asunto de desconocimiento o falta de contacto del propio profesorado con los métodos y técnicas de enseñanza. Es muy común la falta de metodología adecuada en el profesorado. Son muchos los buenos profesionales que dedican su tiempo a una profesión que no es la suya: la de enseñar. Para hacerlo, el profesional debe formarse también como profesional de la enseñanza. Simplemente por saber, no se está preparado para enseñar, y trasmitir información; enseñar, como todo, tiene su tiempo, sus técnicas y su experiencia hasta que llega a hacerse profesionalmente. ¿Podemos hacer buena la frase de Bernard Shaw?: «Los que no saben, enseñan, los que no saben enseñar, enseñan a los que enseñan». Para no darle la razón al escritor, sepamos primero de lo nuestro, y aprendamos a trasmitirlo si queremos ayudar a otros a aprender.
7.1. Selección del profesorado
La selección del profesorado entraña enormes dificultades derivadas de la imposibilidad de predecir su eficacia pedagógica. La práctica indica que existe escasa correlación entre el valor real de una persona como profesor y los elementos objetivos que aporta en cuanto a titulación, historial académico del profesor, nivel de conocimientos y las actitudes previas en relación con la enseñanza.
Ni siquiera la observación de su actuación en situación de trabajo escolar permite predecir, con suficiente probabilidad de acierto, la eficacia de un futuro profesor. La razón quizá haya de buscarse en el primer grupo de requisitos que antes se indicaban y que sólo serán evaluables a través del ejercicio profesional durante un período suficiente de tiempo.
Las pruebas de acceso, aunque pudiesen ser completados por otras de tipo psicotécnico, entrevistas, etc., difícilmente serían capaces de demostrar la capacidad de entrega, ilusión y confianza, que requiere la profesión docente, la actitud continuada de comprensión, ayuda, simpatía o justicia hacia los alumnos y otros muchos factores que, a pesar del nivel de conocimientos, incluso del dominio de técnicas didácticas, pueden hace ineficaz la labor de un profesor.
De hecho, numerosos docentes que demuestran ante un tribunal su preparación científica y merecen el dictamen favorable para su incorporación a la docencia, fracasan estrepitosamente como educadores. Algunos quizás no pretendieron serlo nunca.
Es urgente replantear el sistema de selección, de manera que asegure la posibilidad de descubrir la posesión o no de las características que antes se destacaron como requisito indispensable para la docencia. Posiblemente pudiesen lograrse estos objetivo en dos fases:
Fase primera. Evaluación del nivel de conocimientos, dominio de técnicas didácticas y actitudes previas hacia la enseñanza, para asegurar niveles mínimos. Podría realizarse mediante entrevistas, pruebas de conocimientos y actuaciones en situaciones de enseñanza.
Fase segunda. Períodos de ejercicio profesional preferentemente con formación paralela y evaluación continuada de los candidatos.
7.2. Equipo de
...