ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

CAPITAL CULTURAL, CAPITAL NATURAL Y DESARROLLO SUSTENTABLE: UNA PERSPECTIVA SISTÉMICA


Enviado por   •  17 de Julio de 2015  •  2.048 Palabras (9 Páginas)  •  419 Visitas

Página 1 de 9

CAPITAL CULTURAL, CAPITAL NATURAL Y DESARROLLO SUSTENTABLE: UNA PERSPECTIVA SISTÉMICA

Se ha observado un considerable progreso conceptual en la consolidación de una auténtica economía ambiental al combinar la economía y la ecología convencionales.

La importancia central de las funciones vitales que tiene el ambiente natural para el desarrollo económico y la sustentabilidad ha pasado a la economía a través de la ecología, y han comenzado a ser analizadas tanto teórica como empíricamente.

Tres tipos de capital

El capital fijo se genera a través de la actividad económica, por medio del ingenio humano y el cambio tecnológico “los medios de producción”. Esta definición de capital puede encontrarse comúnmente en los libros de texto de economía.

El capital natural consta de tres componentes principales:

1 recursos no renovables, tales como petróleo o minerales que son extraídos de los ecosistemas

2 recursos renovables, como peces, madera y agua para consumo humano que son producidos y mantenidos por los procesos y funciones de los ecosistemas

3 servicios ambientales, tales como la conservación de la calidad de la atmósfera, el clima, la operación del ciclo hidrológico, que incluye el control de inundaciones y el suministro de agua potable, asimilación de residuos, reciclamiento de nutrientes, generación de suelos, polinización de siembras, provisión de productos marinos y el mantenimiento de una vasta biblioteca genética.

Estos servicios cruciales son generados y sustentados por el trabajo de los ecosistemas. Sólo a través del mantenimiento de un ecosistema integrado y funcional puede asegurarse cada bien y servicio: éstos no deben ser manejados uno por uno, como bienes independientes.

El capital cultural se refiere a los factores que proporcionan a las sociedades los medios y las adaptaciones para enfrentar el ambiente natural y modificarlo de manera activa: cómo ve la gente al mundo y al universo, o la cosmología en el sentido de Skolimowski (1981); la filosofía y la ética ambientales, incluyendo la religión (Leopold, 1949; Naess, 1989); el saber ecológico tradicional (Johannes, 1989); y las instituciones sociales y políticas (Ostrom, 1990).

Ecología de sistemas y ecología humana

Primero, debe considerarse la visión de sistemas del ambiente. La estructura y función del ecosistema se sostiene por procesos de retroalimentación sinergética entre los organismos y su medio. El medio físico pone limitantes al crecimiento y desarrollo de los subsistemas biológicos que, a su vez, modifican activamente el ambiente físico para mejorar sus posibilidades de supervivencia.

La visión sistémica de la relación hombre/ambiente en la ecología humana no está tan bien desarrollada como dicha perspectiva en ecología. Este es un campo relativamente nuevo pero donde se ha acumulado rápidamente nueva evidencia en los años recientes en torno a la coevolución de las relaciones grupos humanos-cultura, conocimiento ecológico tradicional y sobre la capacidad para la autorganización para el uso sustentable de los recursos. Analizaremos a cada uno por separado.

Ecología humana y capital cultural

Las interacciones entre hombre y medio ambiente pueden verse como una interrelación coevolutiva en la cual los dos lados producen cambios uno en el otro continuamente por medio de una retroalimentación mutua. Esta es la extensión lógica hacia el subsistema humano de un concepto evolutivo que ha sido utilizado comúnmente en la ecología, al menos desde la década de 1960 (Ehrlich y Raven, 1964). No obstante, muchos ecologistas se han mostrado reticentes a ampliar las relaciones mutuamente interactivas al estudio de la ecología humana, concentrándose, en cambio, en otras especies o en los impactos humanos sobre el medio.

En años recientes se ha obtenido una gran cantidad de información sobre el conocimiento ecológico tradicional. Desde los cazadores del subártico amerindio y los pescadores de las islas del Pacífico hasta los pastores escandinavos y los horticultores amazónicos, adaptaciones y conocimientos que datan de hace varias generaciones le ayudan a varios grupos a sobrevivir en el largo plazo. Las diversas culturas poseen no sólo la llave para diferentes adaptaciones al ambiente sino también a una diversidad de perspectivas del mundo, filosofías y éticas que apuntalan tales adaptaciones.

Los trabajos sobre este tema se centran en las instituciones más que en la coevolución o en el conocimiento ecológico tradicional, pero las tres están, sin duda, relacionadas en la solución del molesto dilema de los comunes. Considerando que la sabiduría popular predice la desaparición de cualquier recurso poseído en común (Hardin, 1968), existe un número sorprendente de casos en donde los usuarios han sido capaces de utilizar sustentablemente recursos compartidos como tierras de pastoreo, bosques, vida silvestre y agua. Tal vez la principal lección que se puede extraer de la literatura sobre la propiedad común es que, dado un problema de manejo de recursos, un grupo de gente a veces se organiza para enfrentarlo de una manera similar a la formación de una "brigada de cubetas" para apagar el fuego en un vecindario rural.

ECONOMÍA AMBIENTAL Y ECONOMÍA ECOLÓGICA: HACIA UNA VISIÓN UNIFICADA DE LA SOSTENIBILIDAD

A raíz de la preocupación internacional por “Nuestro Futuro Común” surge el

Desarrollo Sostenible (D.S) como aspiración y propuesta hacia finales de los ochentas del siglo pasado. A partir de entonces, han sido numerosos los debates en torno a identificar las causas de la preocupación y las estrategias a seguir para lograr darle trámite, enfocando la discusión en encontrar un balance entre las aspiraciones de bienestar de la sociedad en su conjunto y la capacidad del ecosistema global para permanecer indefinidamente sin ser amenazado por la actividad humana.

El surgimiento de la economía ambiental y la economía ecológica se debe tener en cuenta que la economía ambiental tiene como referente para comprender su naturaleza, la economía como ciencia.

Lionel Robbins del London School of Economics hacia 1934 intervino en el debate sobre lo que se entendía en esa época por ciencia económica. El estado del arte que encontró, reflejaba una preferencia por considerar que la economía era la ciencia que indagaba por las causas del bienestar material de los individuos (Rossetti 2002). Robbins por el contrario observaba que la economía no se debería enfocar

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (13.3 Kb)  
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com