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Carta Desde El Futuro


Enviado por   •  8 de Mayo de 2013  •  4.652 Palabras (19 Páginas)  •  368 Visitas

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NÚMERO 110 / MARZO 2001

Richard Heinberg

CARTA DESDE EL FUTURO

¡Os saludo, gentes del año 2001! Están viviendo en el año en que nací; yo tengo ahora cien años, y les escribo desde el año 2101. Estoy haciendo uso de los últimos remanentes de la física avanzada que los científicos desarrollaron durante la era de Uds., para enviarles este mensaje electrónico, que envío al pasado para que les llegue a sus redes informáticas. Espero que lo reciban, y que les proporcione motivos para detenerse y reflexionar sobre su mundo y las medidas a adoptar teniéndolo en cuenta.

De mí mismo sólo contaré lo que es necesario contar: soy un sobreviviente. He tenido una suerte extraordinaria en multitud de ocasiones y de muchas maneras, y considero que es una especie de milagro que pueda estar hoy aquí escribiendo este mensaje. He pasado gran parte de mi vida intentando labrarme una carrera como historiador, pero las circunstancias de la vida me han obligado a aprender y practicar los oficios de agricultor, forrajeador, guerrillero, ingeniero – y ahora: físico. Mi vida ha sido larga y azarosa ... pero no he hecho todos estos esfuerzos para transmitiros esto. Son todos los acontecimientos que he presenciado durante este siglo lo que me siento obligado a contarles de esta forma tan extraordinaria.

Están Uds. viviendo el final de una era. Quizá no lo entiendan. Espero que cuando hayan terminado de leer esta misiva lo entiendan.

Quiero contarles lo que es importante que conozcan, aunque es posible que les parezca que alguna de esta información es difícil de digerir. Les ruego que tengan paciencia conmigo. Soy un hombre viejo, y no me queda tiempo para detalles amables. Si lo que les cuento les resulta increíble, considérenlo como ciencia ficción. Pero por favor: Presten atención. El artilugio comunicativo que estoy usando es bastante inestable y no hay mucha seguridad de cuánto de lo que les cuente consiga alcanzarles. Por favor: pasen esta información a los demás. Probablemente sea el único mensaje de este tipo que reciban jamás.

Como no sé cuánta información voy a poder transmitirles empezaré con los temas más importantes, los que sean de mayor utilidad para que puedanentender hacia dónde se dirige el mundo de Uds.. La energía ha sido el principio organizador central -¿o debería decir desorganizador? - de los siglos diecinueve y veinte. La gente descubrió nuevas fuentes de energía – carbón, y más tarde petróleo – en el siglo diecinueve, y luego inventó todo género de nuevas tecnologías para usar esta energía recién descubierta. El transporte, la manufactura, la agricultura, la iluminación, la calefacción – todos sufrieron una revolución, y los resultados alcanzaron hasta lo más profundo de las vidas de todos en el mundo civilizado. Todo el mundo se volvió profundamente dependiente de nuevos artilugios; de los alimentos traídos de lejos y fertilizados con productos químicos; de medicamentos elaborados mediante síntesis químicas y a partir de procesos industriales dependientes de combustibles fósiles; de la misma idea del crecimiento perpetuo (después de todo, siempre sería posible producir más energía para el transporte y las manufacturas, ¿no?). Pues bien, si los siglos diecinueve y veinte representaron la parte ascendente de la curva de crecimiento, este siglo pasado ha sido la parte descendente – la caída en picado. Debería haber resultado perfectamente obvio para todo el mundo que las fuentes de energía con las que contaban eran agotables. Sin embargo, de algún modo esta idea nunca penetró muy profundo. Supongo que es porque la gente tiende a acostumbrarse a un determinado estilo de vida, y a partir de ese momento ya no le presta demasiada consideración. Lo mismo pasa hoy también. La gente joven ahora nunca ha conocido ninguna cosa realmente diferente; nuestro estilo de vida les parece de lo más natural -escarbando entre los restos de la civilización industrial en busca de cualquier cosa que pueda tener una utilidad inmediata - como si fuera esta la forma en la que la gente hubiera vivido siempre, como si esta hubiera sido la forma a la que aspirábamos a vivir. Es por eso por lo que siempre me ha atraíd la historia, de modo que pudiera obtener alguna perspectiva de las sociedades humanas y cómo cambian con el tiempo. Pero me estoy yendo por las ramas. ¿Dónde me había quedado?

Sí, la crisis de la energía. Bueno, todo comenzó más o menos en el momento en que nací. La gente entonces pensaba que iba a ser breve, que se trataba tan sólo de un problema técnico o político, que pronto todo volvería a la normalidad. No se paraban a pensar que "normal", en un sentido histórico amplio, suponía vivir de la energía solar entrante y del crecimiento vegetativo de la biosfera. Perversamente, pensaban que "normal" significaba poder utilizar la energía fósil como si no existiera el mañana. Y supongo que casi dejó de existir ese mañana. Fue la clásica profecía que se cumple a sí misma – casi.

Primeramente mucha gente pensó que los cortes podrían ser resueltos con "tecnología". Lo cual, retrospectivamente, resulta bastante absurdo. Después de todo, todos sus modernos artefactos habían sido inventados para emplear una abundancia temporal de energía. No producían energía. Si, claro, estaban los reactores nucleares (¡Dios mío, estos chismes resultaron ser una pesadilla!), pero costaban tanta energía de construir y de desmantelar que la energía que producían durante su vida útil apenas la recuperaban, en términos energéticos. Lo mismo sucedía con los paneles fotovoltáicos; parece que nadie se paró nunca a calcular cuánta energía se necesitaba realmente para fabricarlos, empezando por las microplaquetas de silicona que se producen de forma secundaria por la industria informática, e incluyendo la construcción de las propias fábricas. Resultó que la fabricación de los paneles consumía casi tanta energía como la que producían los propios paneles durante su vida útil. Sin embargo, se construyeron unos cuantos – ¡ojalá se hubieran construido más! - y muchos de ellos aún funcionan (son los que ahora mismo están alimentando el artilugio que me permite enviarles esta señal desde el futuro). La energía solar era una buena idea; el principal motivo de su retroceso simplemente fue que era incapaz de satisfacer la voracidad energética de los hábitos de la gente. Al agotarse los combustibles fósiles, ninguna tecnología podría haber mantenido los estilos de vida a los que la gente se había acostumbrado. Sin embargo, tardaron bastante en darse cuenta. Su patética fe en la tecnología resultó tener un carácter religioso, como si sus artilugios fueran

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