Caso trabajo docente

Federico es profesor de historia, recientemente recibido. Mediante acto público en la Secretaría de asuntos docentes (SAD) es designado para la EES “X” con cuatro módulos con carácter provisional para dos cuartos años (uno con orientación en economía y otro en ciencias naturales. Salió de la SAD e inmediatamente se dirigió a la escuela. ¡Estaba ansioso! Averiguó por el colectivo que lo llevara más rápido hasta el destino… Su primer trabajo como docente lo esperaba.

 Durante el viaje, observaba detalladamente el paisaje. Si bien la escuela estaba dentro  de su distrito de residencia, no conocía ese barrio y no tenía buenas referencias, sobre  todo por la seguridad. Sin duda, de ese lugar provendrían la mayoría de sus futuros  alumnos.   En ese trayecto, su imaginario circuló por infinidad de ideas: recordaba su  adolescencia, su escuela primaria y la secundaria, su familia, los mandatos… ¡uff, y  mucho más!... De repente, entre las imágenes que aparecían en su mente, comenzó a  detener la atención en el tipo de calles, la salita de primeros auxilios, una capilla, unos  pocos comercios con rejas, algunas personas, sus vestimentas, etc.   ¡Por fin llegó a la escuela!... y ¡también tiene rejas!... Toca el timbre y espera. Vuelve  a tocar, y por allí, pesadamente, se acerca una auxiliar quien le abre la puerta diciendo  “¡acá si no abro yo, no abre nadie!”.   Federico amablemente solicita ver al director o a la secretaria. Ramona, la auxiliar, le  pregunta si tiene cita; a lo que el profesor le comenta que viene de haber tomado horas  en la escuela y trae la documentación. Con cierto tono de autoridad, la auxiliar le dice  que lo atenderá el “Vice” [hace referencia al Vicedirector] porque el “Dire” no está.   Ramona le indica cómo subir hasta la secretaría, ya que no puede acompañarlo  por  encontrarse imposibilitada por las escaleras (tiene asignado “tareas livianas”). Luego,  deberá dirigirse hasta el final de la galería en donde está la oficina de la secretaría y la  dirección. En ese recorrido, Federico observa algunos afiches pegados en las paredes:  uno de la biblioteca invitando a participar en la maratón de lectura a realizarse la  semana próxima, otro en el que figura las mesas de exámenes del fin de año anterior, y  otros con producciones artísticas de los estudiantes.   Golpeando la puerta de acceso a la secretaría, pidiendo permiso, gritan de adentro  ¡sii, pase!... Se presenta con la secretaria, quien le manifiesta “¡por fin mandaron  profesor para esas horas!” En ese momento, la Srta. Angélica recibe la designación  que trae consigo Federico e indica el resto de la documentación  que deberá presentar  para conformar el legajo; haciendo hincapié en la Declaración  Jurada de Horas y/o

Cargos que deberá entregar a la brevedad como el resto de la  documentación  dentro de las 72 horas. Luego, le dice que espere en la sala contigua, la  sala de  profesores, que llamará al vicedirector que está ocupado atendiendo unos  padres citados por un conflicto. Durante la espera, Federico volvió a imaginar  situaciones que se le pudieran presentar… para las que él duda estar preparado de a afrontar. También, piensa en que le hubiera gustado contarle a la Srta. Angélica la  emoción y los nervios de su primer trabajo… pero no hubo oportunidad y pensó…  “¿Será siempre así?, ¿Será siempre así en esta escuelas o en todas?” De repente suena  un timbre aturdidor, y comienzan a circular muchos chicos, corriendo y gritando, por  cerca de la puerta de esa sala en la que él estaba cómodamente sentado. La puerta se  abre y comienzan a ingresar personas cargadas de maletines, hojas, mapas, carpetas,  bolsas, visiblemente cansados, y todos hablando juntos, superponiendo las  conversaciones, las que se hacían inentendibles, al menos para él.   Parecía increíble, las docentes que entraron y que estaban a su lado, no habían  advertido la presencia de Federico y continuaban con la inercia coloquial con la que  llegaron a la sala. Habrían pasado como siete minutos, hasta que un profe le pregunta  

- Hola, ¿vos, quién sos? …  

 -  Hola, soy Federico, el profe nuevo de Historia de 4° Naturales y 4° Economía  

 - Ahh… ¡debes ser el suplente de Pamela! – exclamó el Profesor Néstor –  

 -  No, mis horas son provisionales – respondió Federico –  

 -  Ahh… entonces, ¡al final, Pame renunció!!!.... – volvió a profirió Néstor  

 - mirando al resto de sus compañeros –  

 - - ¡Ay!, ¿en serio?… bueno, bienvenido… ¡mi más sentido pésame!, vas a tener dos cursos que más vale perderlos que encontrarlos – intervino la Profe Mabel y, entre risas, varios asintieron –  

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