Competencias Digitales docentes

La Competencia Digital es una de las 8 competencias básicas que todo ciudadano debe poseer para desempeñarse sin problema dentro de una sociedad que cambia de forma tan acelerada, es clave que se trabaje con las TIC tanto dentro como fuera del aula universitaria para así generar un cambio positivo y significativo en el campo educativo. (Alonso Ferreiro, 2011; Arias et al., 2014; Valcárcel, 2015). Las competencias digitales constituyen un motivo de gran atención por parte de los docentes de todos los niveles y principalmente en la educación superior es por ello que en el 2011 se empezó a trabajar el proyecto DIGCOMP para poder crear un marco de referencia, parecido al que ya se tiene en Europa y Estados Unidos para medir el nivel en idiomas, y así bajo la iniciativa de la Dirección General de Educación y Cultura de la Comisión Europea y los aportes de Anusca Ferrari quien diseñó dicho marco, se establecieron 21 competencias estructuradas de acuerdo a cinco áreas de competencia: La alfabetización informacional, la comunicación y colaboración, la creación digital de contenidos, seguridad y solución de problemas. (Caccuri, 2013; Durán et al., 2019; González-Fernández-Villavicencio, 2015; INTEF, 2017).

Los objetivos principales del marco DigComp 2.0 son, el fomentar la auto-reflexión y auto-evaluación dentro de las organizaciones educativas, a medida que refuerzan progresivamente su compromiso con el aprendizaje y la pedagogía digitales, y permitir a los responsables políticos el diseño, implantación y evaluación de las políticas para la integración y el uso eficaz de las tecnologías digitales en el aprendizaje. (Bard-Ketil, 2019; Ho et al., 2016; Villaroel et al., 2021)

Según (Fuentes et al., 2019) y el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado (Digital & Certification, 2019) tomando en cuenta el Marco Europeo para la Competencia Digital de los Ciudadanos, plantean que es importante diagnosticar y mejorar las competencias digitales de los docentes, aquellas que son necesarias para este siglo pues permiten la mejora de su práctica educativa y para el desarrollo profesional continuo.

Diversos autores afirman que los responsables de la enseñanza universitaria de este nuevo milenio deben estar atentos a los cambios tecnológicos, y así ser capaces de guiarlos por medio de estos avances. Los docentes deben desarrollar las competencias digitales como una prioridad en sus áreas o especialidades, lo que hará que se les reconozca en cuanto a su desarrollo profesional ya que la docencia de alta calidad lo exige y es un objetivo prioritario. (Levano-Francia et al., 2019; Mezarina Aguirre et al., 2014); a su vez, (Gallardo-Echenique et al., 2018), plantean lo necesario que es el desarrollo de habilidades digitales para ser funcionales y convivir en la sociedad del conocimiento pues aportan grandes beneficios asociados al proceso de enseñanza- aprendizaje.

Para ahondar en las teorías que hablan sobre el aprendizaje de lenguas extranjeras primero tenemos que, en los años 70, la enseñanza-aprendizaje de las lenguas extranjeras se abre al concepto de la lengua como medio privilegiado de comunicación y expresión personal y empieza a propugnarse una metodología orientada al desarrollo de la competencia comunicativa (Fernández, 2005; Martín Sánchez, 2009). Nace, así, el "enfoque comunicativo” con una enseñanza centrada en el estudiante, en sus intereses y necesidades, promoviendo la comunicación en situaciones reales.

De acuerdo al Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas (MCER) conocido como CEFR por sus siglas en inglés (2014), el idioma está descrito como aquella acción que se lleva a cabo mediante individuos y agentes sociales que se encargan de desarrollar competencias, pero sobre todo de desarrollar aquellas que se centran en el idioma comunicativo tomando en cuenta los contextos y/o circunstancias que rodean al estudiante. (Campos-Pariasca et al., 2017)

La Producción Oral es un proceso interactivo de construcción de significados que implica la producción, la recepción y el procesamiento de la información. La Producción Oral es el modo más esencia para interactuar en la sociedad y fomentar la cultura, el ser humano satisface sus necesidades cognitivas, afectivas y sociales a partir de recursos verbales y no verbales, comprendiendo a las personas y formándose una visión personal del mundo. (Cuitiño Ojeda et al., 2019)

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