Contextualización De Fenómenos Sociales, Políticos Y Económicos
gzprlita5612 de Mayo de 2015
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Rubrica 2.1
A. Análisis de los fenómenos del ciclo de las culturas
o Cultura grecolatina
Grecia
En primer lugar destaca Heródoto de Halicarnaso (siglo V a. C.), padre de la historia según Cicerón. Sus fuentes son tanto otros autores como la propia experiencia. Llegaron de España y al siglo IV cuando llegaron a Italia se establecieron ahí hasta que fueron despojados por los hispanos Tucídides (460 a. C. - entre 399 a. C. y 395 a. C.) escribió desde un punto de vista humano. En él se da una depuración de las fuentes.
Jenofonte (430 a. C. - 355 a. C.) escribe la historia narrada por sus protagonistas.
Roma
En Roma la historiografía se remonta a los annales (la analística), se dice que el primero de ellos fue Quinto Fabio Píctor. Los analistas habían de crear artificialmente la historia, para lo que recurrían a la falsificación de documentos. Se distinguía: historiae - presente / annales - pasado.
Julio César (100 a. C. - 44 a. C.) en sus Comentarios acerca de la guerra de las Galias habla tanto de operaciones militares como de costumbres e instituciones (datos geográficos, etnográficos, folclóricos...). Es en los Comentarios acerca de la Guerra Civil donde es más patente que, como historiador, César no es veraz. Su estilo es transparente y refleja claridad de pensamiento. Él cambia el concepto de la historiografía.
Salustio (86 a. C. - 35 a. C.), fue coetáneo y partidario de César, reflejando clara influencia griega. Obras: La conjuración de Catilina, La guerra de Yugurta. Tiene intencionalidad dramática y política: con Yugurta, por ejemplo, ataca a la nobleza y exalta al plebeyo Cayo Mario, tío de César. Hace análisis sicológicos de sus personajes.
Tito Livio (59 a. C. - 17 d. C.) Su obra principal es Ab urbe condita, repaso de la historia de Roma desde su fundación. Es un autor pro-Augusto, que cree en el carácter práctico de la historia, especialmente como instrumento de gobierno.
Tácito (55 -120) presenta la evolución del sistema de Augusto, con exaltación de sus sucesores. Presenta pasión por la información exacta, que procesa. En él vemos cierta imparcialidad y penetración sicológica.
Otros historiadores destacados son Nepote, Valerio Máximo o Suetonio.
o Edad media
Cristianismo
La historia del cristianismo se refiere a la religión cristiana, sus seguidores y de la Iglesia, con sus diferentes denominaciones, desde el siglo I hasta la actualidad.
El cristianismo comenzó entre un pequeño número de judíos. En el libro de los Hechos de los Apóstoles 1:15 se mencionan cerca de 120. En el siglo III, el cristianismo creció hasta convertirse en la congregación dominante en el norte del mundo mediterráneo. También se extendió de forma importante al este y al sur del Mediterráneo. Esta sección examinará aquellos primeros 300 años.
Los hechos que acontecieron en los primeros años del cristianismo se relatan en el libro de los Hechos de los Apóstoles. Actualmente se cuestiona la veracidad de algunos de estos relatos debido a la gran proliferación de libros falsos sobre los Hechos (o Actos) de los apóstoles que abundaban durante el cristianismo primitivo, pero la mayor parte ha mantenido la esencia del mensaje, confirmado por evidencia arqueológica reciente.
El imperio
Siguiendo a sus predecesores, especialmente a Constantino, - que llegó a considerarse obispo y decimotercer apóstol -, Justiniano consideraba que la unidad del Imperio pasaba por la unidad religiosa y, si bien, Justiniano era ferviente partidario de la ortodoxia nicea, también es cierto que consideraba que el emperador debía ser cabeza de la Iglesia, pues lo mismo que había un único Dios que gobernaba en el Universo, debía existir un único emperador que rigiera en la tierra; de hecho, a modo de ejemplo, cabe señalar que el "complicado ceremonial cortesano, que la Iglesia ortodoxa griega recogió en su liturgia, tendía a identificar al emperador con el propio Dios".
Para la teoría imperial, el emperador era concebido como mediador entre Dios y los hombres, cuyo deber era asegurar la salud espiritual de sus súbditos y velar por el cumplimiento de la voluntad de Dios, de manera que "el emperador se arrogaba así el derecho de decidir en todos los ámbitos, tanto en los seculares como en los espirituales".
Puesto que de la unidad religiosa dependía la unidad del Imperio, y puesto que el monofisismo era fuerte, especialmente en Egipto y Siria, Justiniano, - muy influido además por su mujer, Teodora, de simpatías monofisitas -, creyó necesario buscar vías de conciliación a fin de evitar tensiones internas y conseguir una unidad sin fisuras. Para ello, propuso la llamada fórmula teopasquita. Pero esto implicaba la intervención directa del emperador en cuestiones de doctrina cristiana. Frente a estos intentos de usurpación de funciones, el papa Agapito I (535 - 536) resolvió convocar, por su iniciativa, un Concilio que habría de celebrarse en Constantinopla (en 536), en el que se reiterarían las condenas al monofisismo. Medio siglo antes, Félix II (483 - 492) había excomulgado a los patriarcas de Constantinopla (Acacio) y Alejandría por aceptar el Henotikón, decreto firmado por el emperador Zenón y que, como la fórmula, contemplaba cesiones al monofisismo, en lo que supuso el primer cisma oficial con Oriente (Cisma de Aecio), que se prolongaría hasta 518 a causa de la postura del nuevo emperador Anastasio (491 - 518), que simpatizaba con el monofisismo.
o La hegemonía europea
La formación del estado moderno
La mayoría de los estados modernos se desarrollaron según el proceso enunciado, pero algunos se vieron corrompidos por las élites locales, que dificultaron su formación al ver su constante pérdida de poder. En éstos casos el estado resultante se vio mal o poco estructurado, tornándose débil en relación a los que lograron constituirse satisfactoriamente. En aquellos que el proceso se desarrolló sin muchos problemas, el rey se convirtió en la máxima autoridad y se crearon instituciones políticas, económicas y militares.
Los estados modernos se apoyaban en sus instituciones para lograr que la maquinaria estatal pudiera funcionar. Dichas instituciones partieron del Consejo Real de la Edad Media conectando con la curia regis, compuesta por miembros elegidos por el soberano al cual le ofrecían su consejo. El rey fue eligiendo personas cada vez más capacitadas y preparadas, realizando a poder ser unos cursos honorum para que las personas más notables y preparadas ocuparan los puestos institucionales.
La administración de justicia es considerada el objeto de la organización política e irá adquiriendo superioridad la Justicia Real, buscando que sea única, universal y uniforme en su aplicación (parlamentos en Francia, audiencias y cancillerías en España, jueces de paz en Inglaterra).
Cada vez se fue buscando más una burocracia especializada y jerarquizada. Este personal se definió al servicio exclusivo del monarca, a través del cual ejercían su acción de gobierno. Así, la burocracia organizaba y extendía la acción de gobierno, contando además con una formación universitaria y unos conocimientos prácticos. En su mayoría estaban formados por la nobleza media y baja y por la burguesía letrada. La creación de una estructura de gobernación más compleja se debió a que a la existente se le sumaron instituciones representativas del pueblo (como la Cámara de los Comunes en Inglaterra) y en algunos casos también de las élites (como en Prusia, Holanda e Inglaterra con la Cámara de los Lores). También se formaron los Parlamentos.
Los monarcas irán buscando cada vez más su independencia económica, es decir, buscando la autofinanciación. Esto era posible gracias a los diferentes derechos exclusivos de las monarquías, como eran las propiedades de patrimonio real (propiedad de minas e impuestos como el que gravaba la acuñación de moneda) y a la creación de nuevos sistemas de recaudación impositiva, como impuestos aduaneros. También se redactaron normas para el control de la entrada y la salida de los bienes. Todo el sistema de recaudación era dirigido por la burocracia. Todo ello provocó que poco a poco la presión fiscal tendiera a aumentar en todos los países, creciendo a la vez que avanzaba la Edad Moderna, lo que dio origen a tensiones permanentes con los súbditos. También los monarcas intentaron sortear las exenciones fiscales de los grupos privilegiados.
La integración económica
La integración económica europea está fundamentada en varios objetivos políticos más o menos explícitos que han ido substituyéndose conforme pasaba el tiempo: impedir la reanudación del enfrentamiento bélico sobre el suelo europeo, favorecer la reconstrucción de lo destruido en la Segunda Guerra Mundial, establecer una barrera al expansionismo soviético, defenderse de la agresividad económica americana, constituirse como tercera potencia económica mundial.
La Unión Europea ha superado ya los tres grados iniciales de integración: área de libre comercio, unión aduanera y mercado común y tiene muy avanzado el proceso de unión económica.
1º Los quince países de la Unión Europea forman un Área de Libre Comercio. Han desaparecido totalmente las barreras cuantitativas y arancelarias para todos los productos, están completamente homogeneizados las normativas sanitaria y técnica y los trámites administrativos del transporte por lo que no existe ninguna barrera al movimiento interno de bienes y servicios. Los derechos de aduana e industriales quedaron totalmente eliminados el 1 de julio de 1968 entre los seis países entonces
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