Control De Cambio

El control de cambio

Desde principios del año 2003, Venezuela ha contado con una política de control de cambio, es decir, si una persona o empresa quiere realizar compras o pagos en países exteriores, necesitará un permiso y luego cumplir una serie de requerimientos exigidos por la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI).

Este tipo de trámites administrativos requeridos toman tiempo, y por las condiciones que presenta el país, pueden presentar problemas en las transacciones, lo que puede causar retrasos y en otros casos, un rechazo a las mismas. Por otro lado, el control de cambio existente en Venezuela,

ha causado la necesidad de realizar la compra de divisas, a través de permutas y mercados similares de divisas.

A los inconvenientes de CADIVI en el país, es añadido un nuevo sistema para la adquisición de divisas: el SITME, un mecanismo que intenta sustituir y controlar el dólar paralelo; y el SICAD, que pretende complementar CADIVI, suplantar el SITME, ampliar la transmisión de dólares y poder derribar el dólar paralelo y reducir el desabastecimiento.

Los controles de cambio se instauran en países en los que se evidencian fuertes salidas o fugas de capitales por diversas razones, por ejemplo, la falta de confianza en la moneda local, distorsiones en los índices macroeconómicos comparados con los de los principales socios comerciales internacionales e inestabilidad política, entre otras razones. El control cambiario, sin duda es importante para detener esa fuga de capitales, sin embargo, son medidas efectivas por un cierto tiempo, luego las fuerzas que mueven los mercados (oferta y demanda), hacen que los controles pierdan el efecto de proteger la moneda del país en donde se instauren. Los posibles cambios en la actual política monetaria y cambiaria y sus efectos, podrán ser determinados a continuación, ya que son casos expuestos día a día en las empresas venezolanas.

CADIVI y la transición del control cambiario

CADIVI tiene como concepto administrar con validez y transparencia el mercado nacional de capitales, y tiene como función contribuir con el desempeño y el logro de la estabilidad económica y el progreso de la Nación. CADIVI se encarga de controlar la ejecución de la política cambiaria, y coordinar y administrar el Estado venezolano.

Desde el año 2003, como una manera de evitar la fuga de capitales, los venezolanos no han podido comprar dólares libremente. A esto hay que agregarle, que al controlar la demanda de dólares, el tipo de cambio establecido por el gobierno se estaría manteniendo estable para que ayude a controlar la inflación, cuestión que no ha sucedido y ha subido de gran manera en los últimos años desde que se implantó este régimen cambiario.

El Gobierno, durante todos estos años de mandato y de controles cambiarios, ha establecido una conducta irracional contra el sector privado, y al mismo tiempo inyecta bolívares a la economía en donde no queda más que vender dividas para evitar que la inflación suba de manera explosiva. La venta de divisas en este control cambiario se lleva a cabo ofertando bonos en dólares, en donde las personas con mayor poder adquisitivo son aquellas que tienen cuentas en el extranjero y pueden revenderlos en el exterior.

El control de cambio ha sido eficiente para fines políticos, ya que este tiene el poder de imponerse ante empresas que necesitan divisas, y sancionar con pérdidas a los ahorristas que reciben tasas de interés que no se relación con la inflación. Al pasar el tiempo, el desequilibrio económico no es controlable, ya que la demanda de divisas se torna muy complicada de satisfacer y con esto las empresas reducen su producción como consecuencia a las importaciones baratas, esto lleva a que el gobierno devalúe la moneda.

En los días actuales del venezolano, CADIVI ha afectado bruscamente los aspectos políticos, económicos y sociales del país, debido a los cambios y trancas que ha ocasionado el control de la moneda nacional.

Hoy en día, se considera que si el valor del dólar preferencial de bolívares a 6,30 se mantiene, las importaciones no obtendrían suficientes bolívares por los dólares que se estarían generando a través de la renta petrolera, y esto ocasionaría que el Banco Central tenga que imprimir billetes sin ningún tipo de respaldo para cubrir los gastos que impulsarían la inflación.

Esto ha traído problemas con las aerolíneas internacionales que operan en el país, ya que hay una deuda acumulada que mantiene CADIVI de aproximadamente 2300 millones de dólares. Nelson Merentes, Ministro de Finanzas, mantuvo reuniones con el Organismo de Cambio Gubernamental para analizar la situación financiera que maneja cada una de las empresas y el impacto que esto ha ocasionado en su flujo de caja. El encuentro entre el gobierno venezolano y las líneas aéreas dejó la posibilidad de tener una posición común cuando sean llamados a CADIVI y al ministerio de transporte acuático y aéreo para solventar los temas de pago.

El que

...