Cultura Institucional

Cultura Institucional

El estilo o tipo de cultura institucional, es aquella cualidad relativamente estable que resulta de las políticas que afectan a esa institución y de las practicas de los miembros del establecimiento. Es el modo en que ambas son percibidas por estos últimos, dando un marco de referencia para la comprensión de las situaciones cotidianas.

El primer tipo de cultura institucional que analizaremos es la conocida como “Institución de tipo familiar”, o también llamada “La institución escolar, una cuestión de familia”.

En esta cultura institucional se idealizan aspectos de las relaciones interpersonales (aspectos positivos, gratificantes y tranquilizadores de lo familiar) y se niegan otros.

Pero aun, en el ámbito familiar se producen conflictos como por ejemplo superprotecciones dañinas o desatenciones nefastas.

Generalmente en este tipo de cultura no se recurre a canales de comunicación formalmente establecidos, sino que la circulación de la información se realiza por medio de una red informal de articulaciones individuales y se asienta en la interacción espontánea, entre sus miembros. Esto provoca circuitos de circulación segmentados, de estos segmentos provienen versiones o rumores con lo que se puede llegar a manipular la información.

Desde esta perspectiva, en primer lugar se privilegian los valores familiares, en consecuencia se otorga mayor importancia a los objetivos personales por sobre los objetivos institucionales, y en segundo lugar, la dinámica se basa en el esfuerzo voluntario de los miembros que cumplen sus tareas a partir de lealtades individuales con sus pares o con las autoridades.

En las culturas familiares se desarrollan modalidades donde el trabajo sistémico de distribución de saberes esta excluido como tarea sustantiva o tarea principal. Este modelo prescinde de un organizador pedagógico-didáctico: es decir que el currículum prescripto resulta un currículum ignorado, por lo tanto no hay una clara asignación de responsabilidades, ni roles bien definidos. También, los vínculos en esta cultura actuando bajo una apariencia de relaciones de buena voluntad, generan una fuerte competencia por el control de los espacios de poder.

En síntesis, en este tipo de cultura predomina como rasgo hegemónico la escena familiar, el modelo de gestión es el “casero”. Los contratos se establecen por lealtades invisibles por ello los sentimientos desplazan a las tares, todas las dimensiones institucionales son devaluadas, se corre el riesgo de diluir totalmente la especificidad institucional.

En segundo lugar analizaremos otro tipo de cultura escolar conocida como “Institución de tipo expediente o burocratizada”, o también llamada “La Institución: una cuestión de papeles”

En este tipo de cultura se espera que las instituciones funcionen como las maquinas, de forma rutinaria y eficaz. Desde este punto de vista las tareas y atribuciones del funcionamiento se fijan de acuerdo a disposiciones administrativas, reglas y normas.

Las jerarquías se hallan claramente establecidas en la organización, integrando un sistema de mando y de control de las autoridades superiores hacia las inferiores.

En estas instituciones se prioriza el registro de la actividad administrativa en documentos escritos y la participación es meramente formal.

Esta cultura está caracterizadas por tener un flujo de información en el cual solo se tiene en cuenta las necesidades de los distintos estratos jerárquicos, la información fluye en sentido descendente para transmitir a la base el contenido de las decisiones tomadas en el vértice de la jerarquía y asciende en el caso de que se trate de respuestas a las ordenes, dejando fuera de su consideración la información que transita por los canales horizontales.

El modelo de gestión en esta culturas es un modelo tecnocratico, la formalización es el aspecto priorizado, donde predominan las estructuras y reuniones formales, los canales formales de comunicación y el memorando escrito.

En este estilo se presenta como rasgo hegemónico la exageración por la racionalidad, el currículum es cerrado e inmodificable, se privilegian los vínculos impersonales, no hay lugar para los sentimientos, se sobrevalúa la dimensión administrativa y se devalúa la comunitaria, se corre el riesgo de aislamiento de la sociedad y de perdida de significación social, los conflictos son negados, eludidos, o se resuelven vía jerárquica acorde al reglamento, la participación es formal ritualizada, prevalecen los canales formales, descendentes y por escrito.

Institución de tipo de concertación o profesional

Por ultimo analizaremos el tipo de cultura institucional conocida como “Institución de Concertación o profesional”, o también llamada como “La institución, una cuestión de concertación”.

En este tipo de instituciones el rol de conducción es un rol de mediación en la negociación y de representación de los objetivos institucionales.

En estas culturas escolares los miembros de la institución son considerados actores estratégicos: pueden sostener enfrentamientos, entrar en oposición, establecer alianzas o coaliciones, los conflictos se visualizan como inherentes al funcionamiento de la institución, pero las tareas se resguardan por sobre las relaciones interpersonales, aunque sin desconocerse la importancia de estas.

Desde esta perspectiva la información constituye un recurso indispensable para la toma de decisiones y para crear condiciones de posibilidad para establecer consensos.

En este tipo de cultura se explicitan las normas que rigen el funcionamiento institucional para el desarrollo de las tareas y las cláusulas de los contratos realizados entre las partes. Se valoriza y promueve la continua evaluación de los resultados de la práctica institucional.

A diferencia de las anteriores en esta cultura, la dimensión pedagógica-didáctica es estructurante, el currículum prescripto funciona como organizador institucional, que será moldeado por los actores a través del uso de los intersticios, sin perder por ello su valor ni su carácter contractual.

Puede decirse que este modelo de gestión, y el tipo de cultura correspondiente, responden a una visión de la institución como un sistema político, en el que co-existen la colaboración, el compromiso, la competencia, la indiferencia, las diferencias, la oposición y la concertación.

El riesgo principal de esta cultura es aquel que proviene de instalar una permanente consulta y deliberación entre los miembros de la institución.

En este estilo es rasgo hegemónico es la negociación, predominan los contratos concertados, sustantivos, explícitos, los vínculos privilegiados son los contractuales, los conflictos se van resolviendo por elaboración, se resignifican los canales formales de informales de comunicación.

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