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D’Antonio y Eidermai, ‘El surgimiento del capitalismo y la sociología positivista’


Enviado por   •  31 de Agosto de 2016  •  Resúmenes  •  19.987 Palabras (80 Páginas)  •  213 Visitas

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Sociología

Unidad I: El surgimiento del capitalismo

y la sociología positivista

D’Antonio y Eidermai, ‘El surgimiento del capitalismo y la sociología positivista’

Con la crisis del siglo XIV en Europa, el sistema feudal entra en una fase de disolución. Ocurre entonces una transformación de la estructura social europea, que da lugar a la aparición del sistema capitalista, y surge una nueva concepción del mundo en la que predomina el pensamiento científico.

El feudalismo: surgió cuando Carlomagno decidió organizar un imperio para frenar las invasiones. Entonces, se desarrolló un fuerte localismo, que dio lugar a la organización feudal, que se vio reforzado dada la necesidad de los señores de organizar una defensa militar de sus territorios y poblaciones, para lo cual el rey otorgó dichos territorios para que estos señores los gobernaran. Fue así como surgieron los feudos, y a pesar de reconocer que la propiedad era del rey, los señores en la práctica los consideraban como de su propiedad y jurisdicción.

Estructura feudal: el feudo es una unidad política, social y económica autónoma. Era concedido por el rey o un noble de alto rango a otro, con el fin de que el último lo administrara, gobernara y defendiera a cambio del beneficio de su producción económica. Había un doble vínculo que caracterizaba las relaciones: el beneficio del usufructo de la tierra, y el vasallaje, es decir el compromiso de defensa de la misma. Había una jerarquía en el interior de la clase dominante, que generaba la fragmentación de la soberanía política.

Los campesinos libres y los siervos eran los pilares fundamentales de la economía, que era primariamente rural y agrícola. Se observan dos tipos de propiedad de la tierra, comunales y señoriales. Las tierras comunales eran labradas por todos los campesinos, y su usufructo pertenecía a todos ellos y era distribuido.

El pensamiento medieval: durante la Edad media existió una fuerte unidad espiritual y cultural a partir del rol que cumplía la Iglesia Católica, que brindaba una concepción universalista. En una sociedad tan desigual, la Iglesia era una institución jerárquica y también un importante propietario de tierras. Establecía que la sociedad estaba compuesta por tres sectores, explicando así la desigualdad social: los que rezaban, los que luchaban y los que trabajaban la tierra, representando a los eclesiásticos, la aristocracia y los campesinos y siervos. El papel de la Iglesia era vital, y el rey lo sabía, a la hora de brindar una concepción del mundo unificada, ya que ella establecía el objetivo de la vida en la tierra con la idea de la vida después de la muerte. La Iglesia también proponía la resignación de los individuos frente a los males que sufrían, resignación basada en la recompensa o castigo en la vida después de la muerte; y justificaba la figura del monarca, estableciendo que éste era el elegido por Dios.

Crisis en el mundo feudal: comenzó a fines del siglo XIII. La aparición y el crecimiento de la burguesía, cuyo desarrollo comenzó a develar una contradicción con los intereses de la nobleza, compitiendo por el predominio económico y político, fue una de las principales causas de la crisis. La burguesía tuvo su rol principal en el desarrollo del capitalismo a través del comercio internacional, debido a las expediciones de ultramar a América. Mediante el comercio y la usura, algunos sectores de la burguesía lograron acumular riquezas. Esta crisis no sólo tuvo su inicio con la burguesía, sino que también fue causada por el cambio climático que ocasionó caídas en las actividades agrícolas y ganaderas, por la contracción del desarrollo tecnológico y por el aumento demográfico. Estos tres elementos generaron hambrunas y epidemias en Europa, y la crisis que éstas generaron llevó a parte de la población rural a migrar a las ciudades en busca de trabajo. La nobleza se vio obligada a reorganizar su poder centrándolo en el plano político, y la monarquía feudal pasó a ser una monarquía absoluta, donde el rey concentraba todo el poder en sus manos. Los señores feudales no tenían suficiente mano de obra en sus feudos, y la disminución de esta mano de obra conllevó el surgimiento de las leyes de pobres en Inglaterra, que obligaban a los vagabundos a trabajar.

Tras la peste, se cercaron las antiguas tierras comunales a favor de los terratenientes, que trajo nuevas técnicas para el desarrollo de los cultivos, haciéndolos más productivos, y enviando a los trabajadores de las tierras hacia la industria en las ciudades.

El surgimiento del pensamiento moderno: se dio con el intercambio con poblaciones exóticas europeas y no europeas, que dieron paso al surgimiento de una visión humanística, opuesta a la antigua cosmovisión del mundo. Surgió la valoración del individuo y la razón como facultad privilegiada para el conocimiento de la realidad.

El Renacimiento surgió entre los siglos XV y XVI, centrado en una nueva concepción de la humanidad, teniendo un fuerte impacto en las artes y las ciencias. Destacó la obra de Isaac Newton en el área científica, gracias a su ley de gravitación universal, que estableció las bases de la mecánica clásica por medio de la experimentación y el pensamiento racional.

La Iglesia Católica se fracturó ante la Reforma Protestante del siglo XVI, que cuestionó elementos de la doctrina y el rito católico romano, y denunció las prácticas corruptas en el papado, lo que conllevó el debilitamiento del pensamiento católico.

El uso de la imprenta, que implicó una mayor difusión de la cultura escrita, permitió el mayor acceso a la educación, antes reservada a los eclesiásticos.

De entre los intelectuales, destacó el pensador Maquiavelo, quien con su obra El Príncipe habilitó una concepción moderna de la política, en la cual ya no había regulaciones por un orden divino con mandatos morales, sino que se establecía una construcción humana, basada en la combinación de coerción y consenso.

El Renacimiento puede entenderse como una etapa en el proceso de racionalización en Occidente, y de la creación de sistemas explicativos racionales independizados de los límites fijados por la era medieval. Con los Estados absolutistas, que rompieron con la fragmentación de la soberanía política, se creó una burocracia administrativa, un cuerpo diplomático y un ejército a disposición del poder central, ya que la concentración del poder requería de aparatos de carácter permanente. El Estado absolutista fue avalado e impulsado en parte por la nobleza, que veía cómo la clase burguesa tomaba más y más poder, ya que en él la nobleza tenía privilegios, así como el clero, pero no así los plebeyos que no poseían sangre noble, sin importar su capital. En la realidad, el orden estatal siguió siendo feudal, mientras la sociedad se iba haciendo cada vez más burguesa.

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