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Diferenciar educación física y deporte


Enviado por   •  30 de Julio de 2021  •  Apuntes  •  7.104 Palabras (29 Páginas)  •  93 Visitas

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Introducción

    Diferenciar educación física y deporte en el contexto de la educación básica, es un debate necesario entre los docentes de la especialidad para delimitar el alcance pedagógico de cada una, clarificar la acción didáctica y ubicar las aportaciones que se pueden lograr en la formación integral de niños y adolescentes pertenecientes a la educación básica.

    Un niño en la escuela aprende una serie de saberes socialmente validados en educación física, esos aprendizajes y saberes están concentrados en varios ámbitos; el funcional que vigoriza las capacidades corporales y las reacciones fisiológicas del organismo; el psicomotriz, encargado de enfatizar el ajuste -postural, perceptivo y motriz- en los niños y con ello mejorar la coordinación motriz general; el ludomotriz, ámbito que canaliza el interés lúdico y el deseo de medirse ante otros y consigo mismo; la expresión, que anima las distintas manifestaciones que se tienen por el movimiento -danza, teatro, actividades al aire libre, paseos en bicicleta-; y la iniciación deportiva y deporte educativo que tienen como meta depurar las habilidades motrices básicas y, en última instancia, mejorar la prestancia física de quienes gustan del deporte. Los saberes de nuestra especialidad incluyen, como podemos observar, al juego, la expresión corporal, la recreación y al deporte entre otros, y es justamente éste último que debe tener una transformación pedagógica y junto con la educación física distinguir sus límites y los vínculos para centrar las posibilidades formativas dirigidas a la canalización de expectativas e intereses de los alumnos.

    Los medios masivos de comunicación han contribuido en gran proporción al suponer que el deporte es parte constitutiva de la educación física al desencadenar, a partir de los años cincuentas, el auge del deporte espectáculo, profesionalizándolo, otorgándole valor social. En esta situación se ha pretendido legitimarlo como contenido básico de la especialidad, incluso promoviendo su enseñanza en edades tempranas: se copió el modelo desarrollado para adultos de manera tácita junto con sus métodos de enseñanza. Es de llamar la atención que la educación física retoma y conforma un campo de intervención docente cuando la asignatura tiene muy bien definidos sus ámbitos de trabajo. No toda la educación física es deporte, ni todo el deporte tiene valor pedagógico.

    El deporte puede aportar a la formación de los niños en la educación básica; para ello, es necesario reflexionar en torno a sus formas de aplicación y encontrar nuevas fórmulas del binomio triunfo-derrota y encaminarnos a la búsqueda de canalizar el agón y animar la participación amplia de todos los escolares y no encandilarnos por el marcador y la eficiencia. Uno de los grandes costos por la aplicación deportiva en edades tempranas, ha sido el entrenamiento precoz1 que, hoy sabemos, tiene efectos contrarios a la formación integral e incluso afecta en el plano psicológico y en el social; tenemos un reto enorme, olvidarnos del deporte que excluye y separa entre los que pueden y los que no, y que utiliza el criterio omnipotente de quienes sean capaces de reproducir un gesto técnico están encaminados al triunfo.

    La enseñanza de los deportes justificó por muchos años el quehacer del docente, responsabilizándolo de la pobreza deportiva en las competencias internacionales. Con el esquema del entrenamiento deportivo y sus rutinas, la clase de educación física también valora y mide sistemáticamente a los niños, a través de prestancia física para dar cuenta de las capacidades condicionales y coordinativas. El profesor observa, por medio de esos registros, presumiblemente a prospectos para determinados deportes, incluso orienta con una serie de actividades para que especialicen sus movimientos técnicos. ¿Qué tipo de aprendizajes se obtiene con ello?, ¿debemos continuar con la orientación de educar al movimiento?, ¿es en efecto interés de la población infantil la practica deportiva?, ¿la educación física debe buscar la formación de deportistas?, ¿qué ganan los niños al ser medidas sus capacidades coordinativas y condicionales?, ¿qué gana el profesor al medir a un niño?

    El debate que a continuación se presenta, debe llevarnos a reflexionar sobre los efectos y consecuencias formativas del uso del deporte, a discutir si es pertinente o no enseñar técnicas deportivas dentro de la sesión de educación física, pero sobre todo, analizar y establecer si la finalidad de la especialidad es lograr buenos deportistas. Este debate se debe abordar desde una perspectiva pedagógica, que nos permita observar en primer lugar al niño, a partir de su desarrollo corporal y motor, de sus intereses, motivaciones, costumbres y necesidades de movimiento, y en segundo lugar, diseñar otras formas de enseñanza del deporte en la escuela. Para ello es necesario iniciar este trabajo explicando los contextos sobre los cuales aquel se fue acercando cada vez más a la educación física hasta tener el referente que hoy conocemos.

1. La educación física y el deporte

    La educación física escolar inaugura una orientación pedagógica: el deporte escolar, con la finalidad de educar y canalizar el agón, cuyo concepto menciona Caillois. "Significa competición, confrontación, encuentro entre iguales, aunque "la igualdad de oportunidades haya sido creada artificialmente". (Caillois, 1986)

    El deporte y la educación física no surgen de manera directa y clara en el contexto escolar, Avancini señala: "En el siglo XVII, aparece el término educación física, pero no necesariamente como practicas racionalizadas, organizadas y enseñadas en las escuelas, sino como reglas básicas de higiene para uso de las madres en la crianza de los hijos". (Avancini, 2003).

    El deporte tiene sus inicios en Inglaterra en los siglos XVIII y XIX. Norbert Elías cita: "Surge como una necesidad de civilizar y pacificar a los pueblos, canalizando la fuerza de los hombres mediante juegos de contacto físico, se trata de encontrar mediante el deporte un equilibrio entre el placer y la restricción. La caza de zorros se convierte en una de las primera manifestaciones de deporte organizado, combinando en una misma prueba el valor, la fuerza y la habilidad; el críquet y el fútbol como modalidades deportivas aparecen de igual modo, tanto para poner a prueba al ser humano como también para buscar placer y encauzar formas de civilización para integrar a los hombres a una sociedad regida por normas y reglas". (Norbert E., 1996)

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